Apuntes: Otras plumas (29)
A partir de ese momento él fue casi amable. Cierto que la penetró y que a ella le dolió mucho (el desvirgue real no era como el de sus sueños), pero también es verdad que si la gozó lo hizo con ternura.
*La venganza de Jimena
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por Alberto Laiseca.
A partir de ese momento él fue casi amable. Cierto que la penetró y que a ella le dolió mucho (el desvirgue real no era como el de sus sueños), pero también es verdad que si la gozó lo hizo con ternura.
D ESDE LOS CATORCE, JIMENA SOÑABA que tenía a un tipo desnudo y atado. Le daba de comer y beber en la boca. Era un sueño recurrente, pero en progresión. Al principio (en sus viajes oníricos) no se animaba a presentarse desnud...