Amigo mío

De veras siento lo que ocurrió, amigo mío, y por eso te escribo...

¡Pensar que tú y yo hemos sido tan buenos amigos desde hace tanto tiempo, desde los días en que estudiábamos en la Facultad! Ha llovido mucho desde entonces y hemos compartido no pocas experiencias y siempre te he tenido mucho aprecio. Cuando te casaste no fue, en absoluto, el final de esa amistad sino que no dejaste de invitarme a tu casa o a salir algún día acompañados por tu mujer o solos.

Ahora, en cambio, te evito y temo cuando recibo una llamada tuya. Vacilo en descolgar el teléfono al ver...

La joven que no podía hablar

Cuento de hadas con príncipes, una moraleja final y sexo, claro.

Érase un rey que tuvo tres hijos. Como los tres hermanos nacieran trillizos, toda la corte hacía conjeturas acerca de cuál había de ser el heredero. Sin embargo, nada opinó el rey sobre este tema hasta el día en que los tres príncipes cumplieron la mayoría de edad. Ese día su padre les hizo ir a su presencia para hablarles muy seriamente:

  • Hijos míos, ha llegado el momento de que toméis una esposa. Sin embargo, he desconfiado siempre de los matrimonios que se basan en acuerdos y alianzas, y pre...

La decadencia del imperio romano

Los patricios romanos han perdido la decencia y el patriotismo y prefieren sumirse en orgías: es la decadencia del imperio.

Ya no quedan hombres en Roma como mi tío Cornelio, es decir, hombres honestos y honrados, austeros, buenos patriotas y no diré castos pero sí moderados con los placeres. Fueron varones así los que hicieron de una aldea italiana la capital del mundo civilizado y es su escasez hoy la que puede llevarla a la caída, porque el pueblo y, aun más, la aristocracia han olvidado la moderación y la dignidad.

Éste es el discurso que defiende en público mi incansable tío desde su condición de senador. En pri...

Yolanda

Odiábamos a nuestra profesora pero es que no éramos nada justos con ella.

El profesor que exige mucho a sus alumnos difícilmente puede conseguir su cariño. Ella era nuestra profesora de gimnasia y vaya que sí nos exigía: no quedaba satisfecha hasta vernos agotadas. Primero nos sometía a un duro calentamiento: las flexiones había que hacerlas rapidito y bien, hasta tocar el suelo. Después, cuando no habíamos acabado de tomar aire, tocaba algún ejercicio con el potro o las colchonetas. Por último salíamos al patio y jugábamos al fútbol, baloncesto o voleibol; y nada de relaja...

Un domingo cualquiera (Real Madrid-Atlético)

Un partido entre el Madrid y el Atleti es siempre un partido interesante. Para que disfruten los amantes del fútbol (y del sexo).

Para él era un gran día, un domingo especial como pocos. Porque aunque una tarde de fútbol siempre es especial, en un partido entre el Madrid y el Atlético existe la rivalidad que se da entre los equipos de una misma ciudad y que la tradición no ha hecho sino aumentar. Estaba muy claro: su equipo le necesitaba y apoyaría al Madrid, que triunfaría con certeza, bien acompañado de los amigos y disfrutando de las ventajas de pagar el canal digital.

Para ella era un domingo cualquiera, una tarde típi...

Encuentros en la tercera fase

Por favor, ustedes tienen que creerme. Mi experiencia es completamente real y estoy harto de que me traten como a un demente.

En la vida ocurren cosas que, para bien o para mal, te dejan marcado y señalan un antes y un después. En mi caso esta experiencia arruinó mi vida. Lo peor no es que haya perdido mi empleo y mi pareja, no. Lo peor es que nadie me cree: en el mejor de los casos me consideran un mentiroso y en el peor un demente. Por eso les escribo. He leído sus historias y sé que tienen una vida más rica en experiencias que la mayoría. Si alguien puede creerme son ustedes, lo sé. Pero no me quiero alargarme más y paso...

Amigas para siempre

Ella no tuvo valor para aceptar que esa amistad podría haber llegado a ser algo mucho más hermoso.

De niñas teníamos muy claro que siempre seríamos amigas. Ahora no puedo evitar pensar en ello y sentir un nudo en el estómago porque no pudo ser, ella no tuvo valor para aceptar que esa amistad podría haber llegado a ser algo mucho más hermoso.

En el último curso de la escuela elegimos ir al mismo instituto, para no perder el contacto, y lo conseguimos. De esta forma evitamos separarnos pero lo que no pudimos evitar fueron los cambios que trae consigo la adolescencia, una adolescencia muy infeli...

El culo de la princesa

Un esforzado e inteligente caballero puede conseguirlo todo de una dama y también, ¿por qué no? su culo.

Érase una vez un rey de un lejano y próspero país que tenía una bella hija llamada Nerena. Aunque ésta apenas había cumplido los catorce años era tan hermosa que su belleza ganó fama en el reino y aun fuera de él, llegando a oídos del soberano de un reino vecino. Era este rey joven y soltero todavía, así que la idea de tener a un poderoso suegro como aliado al mismo tiempo que conseguía una bella esposa le pareció muy interesante y pronto quiso empezar las negociaciones. Para tal fin envió una embajad...

Ulises (5: La matanza de los libertinos. FIN)

Los desvergonzados pretendientes de Penélope no sabían que aquélla sería su última orgía: Ulises había regresado a Itaca.

Acaban aquí las aventuras de Ulises [Odiseo para los griegos] con el regreso de Ulises a Itaca y la venganza que habrá de procurarse pues han sucedido cosas muy graves en su ausencia. Espero que el lector haya disfrutado con estos capítulos al menos la décima parte que yo escribiéndolos; y que los más rigurosos disculpen esta visión erotizada de la Odisea de Homero.

Telémaco entró en la habitación donde tejía Penélope. Estaba desolado y su madre supo que no había encontrado a Ulises por sus ojos...

Ulises (4: la princesa Náusica)

Aún queda una nueva aventura para Ulises antes de llegar a Itaca. Recibirá un gran regalo de la princesa Náusica...

Gracias a la magia de la ninfa Calipso, la balsa de Ulises avanzó rápida y segura en el mar mientras los días se sucedían monótonos y Ulises no se cansaba de otear el sempiterno horizonte azul buscando tierra y rogando que perteneciese a la de su amada Itaca.

Pero ocurrió que Poseidón, el que mueve las tierras y agita los mares, regresó del país de los etíopes donde estaba y supo que Calipso había dejado marchar a Ulises de Ogigia. Se enfureció enormemente y su ira se convirtió en terrible tempe...