Cuentos No Eróticos: La tumba de Xerok
En un misterioso reino dominado por la superstición, Shemar descubrió el horror ancestral que pesaba sobre sus reyes.
Agradeceré y contestaré con gusto vuestros comentarios y críticas.
Un saludo cordial. Solharis.
I
Los sacerdotes fueron los primeros en lamentarse, y del modo más visible, de la muerte del rey. Aquellos hombres altivos y acostumbrados a conducirse por encima de los sentimientos y de las debilidades humanas que tanto depreciaban, no mostraban el más mínimo decoro en empapar las canosas barbas con patéticas lágrimas; incluso a costa de enrojecer y castigar sus pupilas con irr...