Diana
Relato dedicado a Diana, la preciosa mexicana. Una hija hermosa. La tentación de un padre. La caida al infierno, su salida y, al final, vuelta a caer. ¿O no?
Siempre supe que Diana, mi hija, iba a ser una mujer preciosa. De niña era una ricura. Morenita, pizpireta.
A medida que crecía, su cuerpo iba cambiando. De niña se transformaba en mujer. Yo casi no me daba cuenta. Para mí era mi niña.
En la pubertad los cambios fueron más notorios. Se le desarrolló el pecho, se le redondeó el culito.
Evidentemente, ya no era una niña. Pero para mí, sí. Seguía siendo aquella niñita a la que enseñé a nadar en la piscina de casa. A la que consolaba cuan...