La fruta de la Pasión

Marta se incorpora de la cama, extasiada después del sesenta y nueve, y se dirige al baño.

La fruta de la Pasión

Marta se incorpora de la cama, extasiada después del sesenta y nueve, y se dirige al baño. en el espejo puede ver el color rojo arrebatado de sus mejillas. Nota todavía el temblor de placer de sus piernas. Escupe el semen en el lavabo, aun caliente, un hilo cremoso y compacto. No se enjuaga la boca, no le importa tener el sabor de la corrida en su garganta, al contrario, le gusta ese gusto ácido, tenso, crispado, fruto de una mamada bien hecha.

Mario reposa sobre la ca...

Encuentro Silencioso

Después de mucho esperar, por fin cumplí mi anhelo...

ENCUENTRO SILENCIOSO

Después de mucho esperar, por fin cumplí mi anhelo...

Aunque te parezca difícil de aceptar, siempre quise estar así junto a ti, pero no necesito contarte de las fantasías que he alimentado imaginando este momento... creo que mis acciones hablarán mejor que cualquier palabra...

Empiezo a lamerte desde los dedos de tus pies, suavemente, con largas y cuidadosas pasadas y subir lentamente, dibujando arabescos en tus pantorrillas con mi lengua; entretenerme en deli...

Mi reino por un caballo

“Entonces, quiero que escoltéis a mi esposa hasta una de las torres del castillo y os ocultéis allí. Nada debe pasarle a ella. Debéis defenderla aún a costa de vuestra propia vida si es necesario.”

MICRORELATOS (5)

MI REINO POR UN CABALLO.

Un alboroto impresionante extirpó en forma abrupta al monarca de sus sueños y su inquietud se acrecentó cuando alguien solicitó permiso desesperadamente para ingresar a sus aposentos.

"Adelante." Contestó el soberano con su impresionante voz.

"Su majestad. Nos atacan los moros!!!" Dijo el jefe de guardias.

"Pero, cómo? No habíais firmado el acuerdo de no agresión mutua?" Le preguntó sumamente indignado.

"Claro que sí...

Don Sabelotodo

Un pintoreco personaje que apareció en mi pueblo hace algunos años...

DON SABELOTODO

La memoria colectiva de mi pueblo, ha pretendido ignorar unos hechos que sucedieron hace algunos años y olvidar unos personajes que marcaron durante mucho tiempo a las gentes de este lugar.

Apareció Don Sabelotodo de manera imprevista. Nadie le conocía, no sabíamos quien era ni de donde venía, a que se dedicaba, cuales eran sus recursos et etc.

Iba su quijotesca figura acompañada de una mujer (que en nada parecía a Sancho) y dos grandes baúles que, trabajosamente, fuero...

Dile a tu amante...

Te has ido, que más da, dile que...

Hola:

Hoy, al entrar en nuestro apartamento pude darme cuenta que, finalmente me abandonaste, en fin, nada que yo no pudiera imaginar.

Lo sospeche desde aquella noche cuando susurraste su nombre entre gemidos de placer... no, no me equivoqué, ahora lo sé. Lo sospeché desde que te reunías hasta tarde por cosas de "Negocios". Tus ausencias, tus olvidos, tus dietas, tus cuidados excesivos. Noté tu renacimiento para él.

Dile a él que se lleva gran parte de mi vida, amor, lo eras, como me...

Quieres volver con él

No puedo permitírtelo. Te quiero demasiado como para dejar que vuelvas con ese hijo de puta.

¿Cómo dices? ¿Quieres volver con él? Lo siento. No puedo permitírtelo. Te ha hecho demasiado daño como para que yo ahora te deje volver con él. Me dices que te quiere, ¡Claro que te quiere! Pero no te respeta. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará, por que no sabe cambiar. No cambiará y seguirá haciéndote daño. Seguirá siéndote infiel por que no comprende el significado de la palabra ‘fidelidad’, y es muy tarde ya para enseñársela. Es muy tarde ya para cambiar.

Y yo lo sé por que soy el que mejor lo...

Julia, ¿quieres casarte conmigo?

Cuando la felicidad es causa de tristeza...

Sentada al borde del colchón, Julia levantó su mano izquierda y miró fijamente su anillo de compromiso. No pudo evitar, derramar unas cuantas lágrimas. Su novio, ahora prometido, se lo había dado en la cena. Entre el plato fuerte y el postre, Pablo, nombre del amor de su vida, se hincó a sus pies, sacó un pequeño estuche de su bolsillo y, al mismo tiempo que revelaba lo que éste contenía, le pidió fuera su esposa.

Ella no contestó a la propuesta del emocionado joven; se limitó a abrazarlo con to...

Tu primera guerra

Un gordito moribundo te suplicó ayuda. No solo lo ignoraste, sino que su cabeza sintió el peso de tu pie para sortearlo en pos de la salida que aún no lograbas vislumbrar.

MICRORELATOS (3)

TU PRIMERA GUERRA.

Estabas apretujado contra tus semejantes.

De cara contra el piso y haciendo las veces de un camaleón, sumergido por completo dentro de un líquido espeso y pegajoso para intentar pasar desapercibido ante el enemigo que acechaba allí afuera, mientras no se te despegara el camuflaje.

Esperabas la orden para salir a tu primera batalla. Tal vez, y de acuerdo a lo que te habían contado tus ancestros, esa, además de tu primera, podría ser t...

No te creo nada

No te dejes convencer tan fácilmente. Bueno, quizá sí valga la pena ceder . . .

No te creo nada

No te creo nada! Trabajando, a estas horas? Quién sabe donde has estado! No, no me interesa lo que digas, seguro has armado una buena coartada, y tus amigotes de la oficina van a cubrirte. No, no sonrías con esa cara de angelito, que no vas a convencerme!. Y desvístete rápido, que quiero dormirme. Al menos podrías haberte cambiado en el baño. Ah, no dejes el traje tirado por ahí!. Ni hagas un bollo con la camisa. ¿Qué cosa? No tengo idea donde dejaste el pijama!. No soy tu ma...

Surtido de supermercado

Con no más de 175 centímetros de altura, y con bastante más de 175 kilos de peso, esa imponente figura iba caminando por los pasillos.

MICRO RELATOS III.

SURTIDO DE SUPERMERCADO.

Desde que lo vi, mi mente se concentró en su figura y desaparecieron todas las góndolas del supermercado.

Un gordo así vistiendo un traje de color negro, no puede pasar desapercibido para nadie, ni mucho menos para mí.

Con no más de 175 centímetros de altura, y con bastante más de 175 kilos de peso, esa imponente figura iba caminando por los pasillos, tomando de la mano a una señora que llevaba a su bebé en brazos.

Mientras se me...