La fruta de la Pasión
Marta se incorpora de la cama, extasiada después del sesenta y nueve, y se dirige al baño.
La fruta de la Pasión
Marta se incorpora de la cama, extasiada después del sesenta y nueve, y se dirige al baño. en el espejo puede ver el color rojo arrebatado de sus mejillas. Nota todavía el temblor de placer de sus piernas. Escupe el semen en el lavabo, aun caliente, un hilo cremoso y compacto. No se enjuaga la boca, no le importa tener el sabor de la corrida en su garganta, al contrario, le gusta ese gusto ácido, tenso, crispado, fruto de una mamada bien hecha.
Mario reposa sobre la ca...