Ginger
Interludio de una novela.
CAPITULO VIIa
Ginger 1. Verano.
El local estaba vacío en el interior.
El aire acondicionado a tope. La música de fondo resultaba alta, porque no había nadie más. Todo el mundo estaba en la terraza o en la calle.
No había nadie tampoco en el reservado oriental. Era el más apartado, no era un lugar de paso para ninguna parte. Se agotaba en sí mismo.
La luz, habitualmente escasa, parecía resaltar la oscuridad.
La luz se marcaba en la entrada y se difuminaba hasta casi pe...