50 centímetros
50 centímetros puede ser mucha distancia.
Ella apareció marcando huella en su estómago. Dejó tras de si un raro aroma dulce y él no pudo hacer nada. Ella se mueve por la nieve como el viento, asciende por la ladera como el aire caliente. Su cara lleva el sello de lo imposible y su corazón de acero no le deja paso. En sus ojos brilla la luna de cada noche de jueves, iluminando el gris del asfalto con su pequeño cuerpo. Algunos kilogramos de magnetismo femenino que le arrastran sin remedio. Ella escribió en su alma la frase perfecta que hizo qu...