Carolina y su familia (Parte número 2).

Continuo publicando esta nueva historia, más breve de lo habitual, que espero sea del agrado de mis lectores. Prometo publicarla entera después de terminar de hacerlo en partes para todos aquellos que quieran conservarla íntegra.

Una vez que se descubrió todo el pastel las dos jóvenes, furiosas, esperaron al lunes siguiente para montarme un “numerito de órdago” en la facultad sin que me sirvieran de nada los propósitos de enmienda ni el proponerlas iniciar una relación estable ya que no entraba en los planes de ninguna de las dos el compartirme hasta que, tras hartarse de insultarme y de ponerme en evidencia, me dijeron que no se me ocurriera dirigirlas la palabra durante el resto de mi vida.

Cuándo esto sucedió llevaba una te...

Cerdas y cachondas (Parte número 10).

Parte número diez de esta nueva y larga historia, a la que he dado un título muy sugerente, que espero sea del agrado de mis lectores a los que ruego que, para bien ó para mal, me hagan llegar sus comentarios.

“ *Pensaba que aquel suplicio terminaría en cuanto mi madre consiguiera vencer su proceso gripal o Josephine regresara de su gira pero no fue así y Jacques, a pesar de que tuvo que dejar de ir a buscarme, siguió perseverando y encontrando el momento idóneo para obligarme a exhibirme desnuda ante él en el trastero con el propósito de poder sobarme a conciencia y seguir ofreciéndole mi lluvia dorada y prodigándome con mis estímulos bucales y manuales para darle satisfacción. A pesar de que me repudiaba el ve...

Ninfómana y obediente (Parte número 29).

Parte veintinueve de esta larga historia que está llegando a su final y que, en primicia, estoy brindando a mis lectores esperando que sea de su agrado, la sigan con interés y para bien o para mal, me hagan llegar sus comentarios.

Cuándo subí al nuevo autobús comencé a sentir una muy extraña sensación en el culo, como si se me estuviera deshinchando igual que un globo, que mi coño se mantenía muy abierto y convertido en un autentico río de “baba” vaginal lo que me obligaba a permanecer con las piernas apretadas y cerradas para intentar evitar que me goteara mientras mis constantes pérdidas urinarias me ponían en situaciones un tanto comprometidas. Pensé que, al menos y a pesar de lo gorda y larga que Bjorn tenía la “salchicha” no me...

Carolina y su familia (Parte número 1)

Finalizado mi periodo vacacional, voy a estrenar una nueva historia más breve de lo habitual que espero sea del agrado de mis lectores. Prometo publicarla entera después de terminar de hacerlo en partes para todos aquellos que quieran conservarla íntegra.

Durante mi etapa colegial logré encandilar con mis atributos sexuales a varias de mis compañeras de estudios y especialmente a Irene y a Sonia, dos atractivas, exuberantes y viciosas jóvenes, que no dudaron en acceder a pajearme a diario, con y sin hurgamientos anales, a cambio de que las mamara las tetas; las realizara unas exhaustivas comidas de “almeja” con lo que me fui habituando a recibir en mi boca y a ingerir su “baba” vaginal y su lluvia dorada; las lamiera el ojete antes de introducirlas lo más pr...

Ninfómana y obediente (Parte número 28)

Parte veintiocho de esta larga historia que, en primicia, estoy brindando a mis lectores esperando que sea de su agrado, la sigan con interés y para bien o para mal, me hagais llegar vuestros comentarios.

En cuanto terminó de darme su orina no me permitió que se la chupara más y tras ayudarme a incorporarme, me volvió a “morrear” mientras, abriéndome la blusa y bajándome de golpe las copas del sujetador, me dejaba las tetas al descubierto. Me las magreó con sus manos durante varios minutos sin dejar de besarme y de cogerme una y otra vez la lengua con sus labios para estirármela diciéndome que quería sentirla en su garganta al igual que notaba la suya en la mía. Mientras me sobaba la “delantera” me fue ponie...

Cerdas y cachondas (Parte número 09).

Parte número nueve de esta nueva y larga historia, a la que he dado un título muy sugerente, que espero sea del agrado de mis lectores a los que ruego que, para bien ó para mal, me hagan llegar sus comentarios.

“ *Una tarde, mientras la estaba forzando analmente con sus dedos con intención de provocarla la defecación, mi madre “rompió aguas” y se puso de parto. Jacques, en vez de ayudarla a vestirse, la llevó desnuda al hospital lo que Claire entendió que había hecho a costa con intención de humillarla públicamente. Mi madre tuvo que permanecer varias horas en la sala de dilatación vomitando, bajo los efectos de un proceso diarreico y con todo el mundo mirándola la “seta” y metiéndola el puño hasta que me parió a...

La ventana indiscreta. 023

En este segundo año, a mediados de curso mi cuerpo comenzó a ex-perimentar grandes cambios producto de tantas horas de natación, alternada con entrenamientos y partidos de waterpolo.

Capítulo 23:

En este segundo año, a mediados de curso mi cuerpo comenzó a experimentar grandes cambios producto de tantas horas de natación, alternada con entrenamientos y partidos de waterpolo. Iba camino de cumplir los 20 años, medía 1,96 de alto y pesaba 85 kilos de puro musculo. Tuve que comprarme toda la ropa nueva, hasta los calzoncillos porque también “ahí” tuve cambios.

En la universidad se hablaba porque pertenecía al equipo de waterpolo, a nadie se le ocurriría llamarme mariquita,...

La ventana indiscreta. 025

Mi abuelo conocía un buen restaurante no muy lejos de la urbaniza-ción y hacia allí conduje su impresionante “Mercedes”, al llegar nos abrió la puerta un aparcacoches, le entregué las llaves y el me dio un llavero con una ficha.

Capítulo 25:

Mi abuelo conocía un buen restaurante no muy lejos de la urbanización y hacia allí conduje su impresionante “Mercedes”, al llegar nos abrió la puerta un aparcacoches, le entregué las llaves y el me dio un llavero con una ficha.

Entramos en el restaurante, el “Metre” nos acompañó hasta la terraza, allí mi abuelo se encontró con algunos conocidos a los que saludó y me presentó: dos banqueros y dos presidentes de compañías eléctricas. Tras los saludos nos sentamos en nuestra mesa,...

La ventana indiscreta. 024

Llegué a la estación de Chamartín en Madrid a las once de la mañana. Me dirigí directamente a la salida y tomé un taxi hasta el centro de la ciudad.

Capítulo 24:

Llegué a la estación de Chamartín en Madrid a las once de la mañana. Me dirigí directamente a la salida y tomé un taxi hasta el centro de la ciudad. Allí le dije que aparcara el coche en un estacionamiento y me esperara. El hombre me miró como si no me creyese, seguro que pensaba que este desconocido cliente no le iba a pagar después. Entendí su desconfianza y le entregué dos billetes de 100 euros a cuenta. El hombre sonrió y me aseguró que me esperaría en la puerta de la joyería. Ten...

La ventana indiscreta. 019

Sally y yo empezamos a caminar y al poco tiempo noté que podía ha-cerlo con un poco más de soltura y enseguida lo achaqué a la confian-za que me daba ella caminando agarrada a mí, me agaché oliéndola la cabeza y se la besé, ella me miró sonriendo.

Capítulo 19:

Sally y yo empezamos a caminar y al poco tiempo noté que podía hacerlo con un poco más de soltura y enseguida lo achaqué a la confianza que me daba ella caminando agarrada a mí, me agaché oliéndola la cabeza y se la besé, ella me miró sonriendo.

— Me encanta como hueles, te comería aquí mismo. —le dije.

— Seguro que sí. —dijo ella riendo y seguimos caminando.

Estábamos muy cerca del parque infantil. Las luces de un coche nos hicieron subirnos a la acera para apartarn...