Familia compenetrada VI
Federico por fin despierta y se entera de todo.
A la mañana siguiente, Román dormía plácidamente, cuando Débora se despertó abrazada a él. Le miró sonriente, enamorada, lujuriosa al ver su polla aún flácida. Se sonrió pícara y se colocó entre sus piernas para darle un buen despertar. Con una sonrisa en la boca se colocó a cuatro patas entre sus piernas con la cara en su polla. La olió y se relamió. Con sumo cuidado de no despertarlo aún, le agarró la polla con ambas manos y comenzó a lamerla.
Débora: Mi amor, despierta, tu mujercita quiere más de s...