La Escritora (III)
Desde luego mi madre se está portando, no tenía ni idea de que fuese tan...
3
Tras el día en la pequeña presa natural en el río, al atardecer volvemos al cortijo, nos duchamos y nos vestimos para salir a pasear por el campo. El Sol está ya muy bajo en el horizonte y el cielo, después del calor que ha hecho hoy hay calima y esto hace que el cielo no se azul sino más bien se torna pajizo. Subimos a un cerro para ver mejor la puesta de sol y nos sentamos en unas piedras salientes.
—¿Te gusta el espectáculo? —me pregunta mi madre cogiéndome la mano.
—Si, es una pues...