Con quien menos lo esperaba II

Segunda parte también con unos arreglillos y vuelta subir para quien no la hay leído.

Cuando desperté, me dolía todo y era tardísimo, si no me daba prisa llegaría tarde al trabajo. Mi mesa estaba en la primera planta y los despachos de dirección en la segunda, por lo que no vi a mi hermano en toda la mañana. Al mediodía, estaba en el restaurante en el que solíamos comer con un par de compañeras, entonces le vi entrar con un grupo de hombres igual de trajeados que él y se sentaron en una mesa apartada, desde donde estaba podía verles hablar y recordé sus caricias, su mirada, sus manos recorri...

Con quien menos lo esperaba III

También os subo la tercera parte algo corregida, en la que se les une uno más a la pareja, para quien no la haya leído...

Después de otro intenso fin de semana en familia, volví al trabajo y sentada en mi puesto repasaba la correspondencia, mientras recordaba cómo el sábado por la tarde, mientras las mujeres habían bajado al pueblo, dando un paseo y los hombres veían el futbol mi hermano se coló en el baño donde me duchaba y compartimos ducha.

— ¿Nos vamos? –la voz de mi tío interrumpió mis pensamientos devolviendo a la realidad

—Si –le contesté, recordando las palabras de mi hermano sobre sus miradas en la piscina...

Con quien menos lo esperaba

Os lo vuelvo a subir tras unos arreglitos para quien no lo hay leido...

Estábamos en la casona de campo de mis abuelos, donde cada año se celebraba la fiesta de máscaras, a las que asistían todos los vecinos y todos los de la empresa de mi familia que ahora dirigían entre mi padre y mi tío una vez retirado el abuelo.

Decidí salir a dar una vuelta, y me perdí por el enorme jardín, buscando algo de paz. Oí unas voces, me acerqué en silencio y para mi asombro, reconocí a mi novio y a la secretaria de mi hermano.

—Veámonos después de la fiesta

—Te he dicho que no,...

Solo, Benia V

No me he podido resistir al trío...

Indigo no he podido resistirme. Sobre todo va por ti amigo, gracias por presentarme a este trio.

Estaba en esa preciosa terraza, comiéndome una suculenta tarta de nata y fresas naturales, mientras los dos hombres a los que adoraba charlaban animadamente apoyados en la barandilla frente a mí.

No quería que esa noche terminara nunca, estaba más feliz de lo que recordaba haberlo estado nunca.

—Parece que esta rica, princesa –dijo papá

— ¿Me das un poquito, nena? –pidió Malcion acercándo...

Quiero correrme para ti 2

Porque llegar al portal, junto a mi marido, sintiendo la saliva caliente de Jaime, en mis labios me puso más perra de lo que estaba dispuesta hasta a admitirme a mí misma.

Esa tarde en la que todo había cambiado para mí, en la que yo sentía tan distinta y creía que cualquiera iba a notarlo... simplemente no pasó nada, todo pareció continuar donde lo había dejado. Llegué a casa y seguí con mis tareas como cualquier día y todo pareció fluir sin más, como si todo hubiera sido solo un paréntesis en mi existencia.

Al día siguiente era sábado y bajé con mi marido a hacer unas compras. Al volver al mediodía casi me da algo, al encontrarnos con Jaime en el portal de casa.

...

Quiero correrme para ti

Por eso a partir de hoy no puedes volver a correrte para mí, no volveré a mirarte, no volveré a espiar tus pajas, nunca más, hasta que no descubras quien soy. Cuando lo sepas vas a tener que venir a pedirme polla y a suplicar que te de mi semen.

Me despertó el ruido de la lluvia golpeando el cristal de las ventanas, casi no había pegado ojo en toda la noche, y solo llevaba durmiendo una hora, desde que mi marido se había ido a trabajar, pensé mirando el reloj del móvil. Entonces desperté de golpe, al recordar toda la ropa tendida en el patio, que ya debía estar más que seca, pero ahora empezaría a mojarse. Aparté la ropa de cama, y pensé que aun podía salvarla, ya que estaban todos los uniformes de mi marido.

A esas horas, nadie iba a estar m...

Solo esta noche (final)

...

Esa noche cuando Gabriel me acompañó a la puerta, y me besó antes de cerrarla, tuve la clara certeza de que iba a volver, de que solo allí era realmente yo, y que pasara lo que pasara en mi vida, ya no podía prescindir de Gabriel, de sus caricias, de su boca, de su olor, pero sobre, todo no podía prescindir de mí, de quien era yo cuando estaba con él.

Así empezaron nuestras rutinas, nuestros encuentros clandestinos, plagados de sexos y caricias furtivas.

Al día siguiente, llegué a la fuente y co...

Obsesión III

Sigue mi obsesión con Eva...

Me desperté temprano, y Eva aun dormía en mi cama, desnuda. Las sabanas apenas cubrían su curvilíneo cuerpo, estaba boca abajo, mis ojos siguieron el recorrido empecé por su pelo esparcido por los lados de la almohada, seguí por su nuca, su columna e intentando no despertarla, aparté la ropa de cama que cubría su precioso culo. Mi polla hacia media espalda que estaba empalmada, ahora palpitaba, deseando volver a recorrer ese camino entre los cachetes de su culo, loca por volver a enterrarse en su caliente c...

Solo esta noche 2

...

Esa noche no volví a casa, pero la noche trajo la madrugada y con ella volvió la realidad, golpeándome con dureza, allí en aquella cama donde había pasado la noche más alucinante de mi vida.

—Tengo que irme Gabriel –le dije notando que estaba despierto, aunque aún no hubiera abierto los ojos.

—Lo sé por eso no quería moverme, ni despertar del todo.

Mientras me sentaba en la cama dándole la espalda, él se colocó de rodillas detrás de mí, y apartando mi pelo a un lado, empezó a repartir mil...

Solo esta noche

Entonces bienvenida, porque posiblemente mañana serás lo que más eche de menos cielo, pero hoy eres lo que más me apetece.

Por problemas tecnicos ayer borre sin querer el relato y hoy lo vuelvo a subir, por si alguien quiere leerlo

Ya empezaba a oscurecer, cuando me adentré en el parque. Sin miedo, ya que a pesar de las horas, era un sitio de lo más concurrido. Siempre me ha gustado esa hora, en la que todo el mundo regresa a sus casas, yo en cambio aprovechaba para perderme, y andar sin rumbo, moverme un poco, y desentumecer mis músculos, tras una larga jornada de oficina.

Tampoco me apetecía volver a casa, a mi ru...