Por si acaso . . .
¿Eres tú? - Sí. - Ven en seguida, porque ya se ha ido Pepe.
POR SI ACASO...
-Pepe dijo la Condesa tocando suavemente en el hombro a su
marido, que dormitaba en un sillón al lado de la chimenea.
¿Qué pasa? dijo él incorporándose.
¿No vas al club? Son muy cerca de las siete.
-Te agradezco que me hayas despertado; voy a vestirme. Y tú, ¿qué piensas hacer esta noche?
-Es nuestro turno del Real, y si viene Luisa, iremos un rato. ¿Tú no vas al palco con nosotras?
-Veré si puedo. Por ahora voy a vestirme. Media hora después...