Leyendas - Perseo
¡Que vuelvan el rostro todos los que son aún amigos míos! Y diciendo estas palabras sacó del bolso que llevaba siempre colgando al costado, la cabeza de la Gorgona Medusa y la presentó al primer adversario que le acometía. ¡Busca a otros a quienes puedas conmover con tus milagros! gritóle éste despectivamente. Pero en el momento que se disponía a levantar la mano para arrojar su venablo, quedó petrificado
Perseo
Acrisio, rey de Argos, habiendo sido advertido por un oráculo que un nieto suyo le arrebataría el trono y la vida, (quien había encerrado a su hija en un aposento subterráneo, en el que Zeus supo penetrar en forma de lluvia de oro), encerró a Perseo, hijo de Zeus, y a su madre Dánae, en un arca que arrojó al mar. Zeus veló por ella en medio de las tempestades y, flotando, fue a tomar tierra en la isla de Serifo, en la cual reinaban dos hermanos: Dictis y Polidectes. Dictis se hallaba pesc...