La reeducación de Areana

Una adolescente que con su pésimo comportamiento pone al borde del colapso nervioso a su madre, hasta que una amiga de ésta aporta la solución...

La reeducación de Areana

Las dos amigas conversaban en una confitería de Recoleta, donde se habían citado por iniciativa de Eva. Tanto ella como Elena eran mujeres de alrededor de los cuarenta años y todavía de muy buen ver, gracias al gimnasio y a una alimentación sana. Se habían conocido un año atrás, precisamente en el gimnasio y desarrollado una amistad que se hacía cada vez más estrecha.

-Elena, te juro que no sé qué hacer con Areana, está insoportable; desobediente, guaranga, contestad...

La esclavita Luz y sus dos AMOS

Fue un viernes a la noche cuando Pedro, el marido AMO de la sumisa Luz, me llamó para hacerme una invitación muy especial.

Fue un viernes a la noche cuando Pedro, el marido AMO de la sumisa Luz, me llamó para hacerme una invitación muy especial: cenaríamos al día siguiente los tres en el departamento en el que vivían después de casarse. Eran chicos de 27 años él y de 25 ella, a la que había conocido en un chat de BDSM para después entablar una muy cálida y excitante relación. A mis 65 años me parecía estar viviendo un sueño.

*El AMO Pedro sabía de mi existencia en la vida de su esposa-esclava como su amigo y Maestro, y m...

El calvario de Luciana (verdadero final)

Había que contar otras cosas ocurridas en ese entramado de perversión con Luciana y Graciela como víctimas de Emilia Martínez Olascoaga

Todo había sido prolijamente planificado por Emilia. En el marco de esa planificación fue que a las dos de la tarde Luisa llegó al saloncito conduciendo a Graciela, ya duchada y vestida después de la intensa sesión de sexo con Elba.

-Gracias, Luisa. –dijo la proxeneta mientras Graciela adoptaba la postura en sumisión que le había sido enseñada: cabeza gacha, piernas juntas y manos en la nuca.

Emilia sonrió, complacida, y dijo:

-Arrodillate, puta.

Graciela lo hizo.

-No, así no,...

El calvario de Luciana (final)

La pobre Luciana sigue descendiendo en su degradación y Graciela es enterada por Emilia sobre cuál será su vida de esclava de allí en más.

Graciela sufría en su celda un verdadero suplicio. La sed la abrasaba y el hambre era como una desgarradora puntada en el estómago. Además, si bien ya no sentía ese ardor intenso en las nalgas y los muslos, sufría, sí, el dolor agudo  que las pinzas causaban en sus pezones.

Echada en el camastro, sin fuerzas para levantarse, dormitaba de a ratos y a veces caía en un sueño profundo del que despertaba sobresaltada, sin saber dónde estaba, hasta que al recobrar esa conciencia era presa de la más profunda...

El calvario de Luciana (13)

El desenlace se precipita. Luciana, descerebrada, sigue recibiendo clientes mientras Emilia se apresta a arrojar a Graciela a la vida que ha pensado para ella.

Graciela no estaba en condiciones emocionales de ir a la inmobiliaria. Llamó a Rolando diciéndole que no se sentía bien y que se ocupara de todo. Una vez resuelto ese punto se puso a pensar en lo que le había dicho su Ama. Le daba vueltas y más vueltas al asunto y era como girar atada a una noria.

Recordó el comienzo de su esclavización y lo que Emilia le había prometido: no interferir en su vida familiar ni en su trabajo.

En determinado momento, luego de horas y horas de infructuosas lucubracio...

El calvario de Luciana (12)

Luciana es devuelta al servicio mientras Emilia continúa tejiendo su perversa telaraña en torno de Graciela.

Dos días después Luciana estaba lista para volver al servicio, mientras Emilia prolongaba el padecimiento sicológico de Graciela al no llamarla ni atender sus llamados.

La arquitecta había abandonado su casa matrimonial para mudarse a un departamento de dos ambientes que tenía para alquilar en su inmobiliaria. Lo rento y se instaló allí después de convencer a su hija, que quería irse a vivir con ella, de que era conveniente que permaneciera junto a su hermano en la casa de la familia. En su desesperad...

El calvario de Luciana (11)

Luisa seguía recuperando la cola de Luciana con aplicaciones de crema mientras el próximo cliente esperaba ansioso darle la mamadera.

Elba se consumía de ansiedad mientras esperaba la hora de ir a la celda de Graciela para obligarla a llamar a su marido. Estaba segura de que iba a oponer resistencia o, cuanto menos, algún reparo y entonces tendría la oportunidad de darle unas buenas bofetadas hasta doblegarla.

Mientras tanto Luisa le practicaba una nueva aplicación de crema a Luciana en sus nalgas, que poco a poco comenzaban a mostrar un mejor aspecto. Se ilusionaba con la promesa de Emilia y la emoción la ganaba cada vez que Lucian...

El calvario de Luciana (10)

Luisa sorprende a Emilia con una pedido sobre Luciana mientras la proxeneta sigue tejiendo sui tela de araña en torno de Graciela.

Desnuda, arrodillada, con los ojos vendados y las manos en la cabeza, Graciela iba perdiendo la noción del tiempo mientras el dolor en sus rodillas se acentuaba. Había sido largo el desplazamiento en cuatro patas y ahora el peso de su cuerpo sobre las rodillas incrementaba el padecimiento. Pero Elba le había dado una orden y era conveniente no desobedecerla. Sin embargo, llegó un momento en que no pudo más y entonces apoyó sus nalgas en los talones. De pronto, en medio del silencio espeso, sobrecogedor, exp...

El calvario de Luciana (9)

Había pensado que éste capítulo fuera el final de la historia, pero me he dado cuenta de que aún queda bastante por narrar.

Luciana sollozaba tendida boca abajo en la cama cuando el vejete se acercó a ella llevando varias cuerdas, una vara y un plug anal.

-¿Qué pasa, puta? ¿Creés que vas a conmoverme con tus llantitos? Al contrario, cuanto más llores más me caliento.

Luciana estaba programada para no protestar y mucho menos resistirse. La droga y las sesiones semanales de hipnosis impedían que su cerebro tuviera pensamientos libres. Pero sí podía, como ya se ha explicado, experimentar sensaciones y en este caso sus s...

El calvario de Luciana (8)

La pobre Luciana sigue padeciendo en manos de la clientela de la mansión mientras Emilia concreta la captura de Graciela y la hace su esclava.

Luciana estaba programada para obedecer y eso fue lo que hizo, obedecer. Se puso en cuatro patas y así avanzó hacia la clienta. Le besó y le lamió la mano arrancándole gemidos de placer y provocándole una sonrisa de intensa satisfacción.

La señorona sabía de esa degradación a la que eran sometidas las desdichadas que caían en las garras de Emilia, y desde que conoció el para ella exquisito goce de cogerse a un bello animalito con forma de mujer ya no pudo prescindir de ese disfrute. Sentía una fuerte...