La reeducación de Areana (21)

-Súbase la pollera, Kauffman. –fue la orden de la profesora y Areana la obedeció cada vez más entregada a la creciente excitación que la iba invadiendo.

-Súbase la pollera, Kauffman. –fue la orden de la profesora y Areana la obedeció cada vez más entregada a la creciente excitación que la iba invadiendo. En ese estado emocional intenso tomó con ambas manos el ruedo de la breve faldita escocesa y la fue haciendo ascender hasta que la tuvo en la cintura y a la vista quedó la bombacha blanca de algodón reglamentaria. Fue la Godínez quien se ocupó de bajar esa prenda hasta los tobillos de Areana, cuyos lindos muslos y bello culito quedaron totalmente al desnudo...

La reeducaciòn de Areana (20)

Comienzan las clases y Areana comprueba rápidamente la crueldad con que va a ser tratada por Lucía, Rocìo y Guadalupe; y para colmo...

El día había llegado. Comenzaban las clases y allí iba Areana con su uniforme de colegiala y su mochila camino de la escuela, que estaba a muy pocas cuadras. En su cabeza resonaban una y otra vez las crueles palabras de Milena al despedirla, cuando le recordó, entre risitas malévolas, que Lucía y dos compañeras más estarían esperándola.

-Vaya una a saber qué planes tienen, perrita, pero mmmhhhh, no sé por qué me imagino que lo vas a pasar mal. –y remató el discurso con una carcajada.

Fue la seño...

Las reeducación de Areana (19)

Mientras prepara a madre e hija para las visitas de esa tarde, Milena descubre en ella un nuevo e irresistible deseo que Amalia le autoriza a satisfacer, pero en su presencia.

Eran las dos de la tarde y Eva y Areana aún dormían, empastilladas, cuando Milena consultaba la agenda de visitas de ese día. A las 16, Lorena, 27 años; a las 18, Amelia, 53 años.

-¿Alguna de éstas querrá al perro en acción? –se preguntó sintiendo que ardía de deseo de ver a Capitán cogiéndose a madre e hija. De pronto se dijo: -¿Por qué no llamar a la señora y pedirle permiso para que el perro se las coja sin esperar a que alguna visita lo pida?...

Meditó un momento tomándose la barbilla entre...

La reeducación de Areana (18)

Tengo el gran danés mañana Marisa te lo lleva en un flete. Milena leyó el mensaje de texto de Amalia y se estremeciò de excitación.

Tengo el gran danés mañana Marisa te lo lleva en un flete.

Milena leyó el mensaje de texto de Amalia y no demoró en llamarla:

-Hola. .dijo la voz del otro lado.

-Ay, señora, qué emoción saber que ya tenemos al perro.

-Sí, y Marisa te lleva también ese frasquito que me regaló Zelmira con esencia de flujo de perra en celo. Si alguna visita quiere al perro en acción, o vos, le frotás un poco de esencia en la concha a las dos putas.

-Está bien, señora, pero déjeme contarle algo.

...

La reeducaciòn de Areana (17)

Lucía somete a Areana a una durísima venganza, pero su idea es que eso sea sólo el principio.

Milena asistía fascinada a lo que estaba ocurriendo: la desesperación de Areana, la sorpresa angustiada de su madre, la ira no exenta de calentura sexual de Lucía.

-Bueno, nena, decime qué querés hacer. –intervino.

-La voy a cagar a palos y después me la voy a coger, y que la mami vea todo lo que le hago a su hija.

-Qué turra sos, guachita… -opinó Milena con una expresión complacida y agregó:

-Te puedo dar un rebenque.

-No, quiero devolverle a esta hija de puta todas las piñas...

La reeducación de Areana (16)

Pido disculpas por la demora en continuar con esta historia, pero es que escribir no es una tarea automática sino que obedece a la inspiración y debí esperar a que las musas terminaran sus vacaciones.

Milena durmió poco y mal esa noche, consumida por la ansiedad de ver a las dos putas en manos de las visitas. A las nueve de la mañana se dio una ducha, bebió un jugo de naranja y fue al encuentro de Eva y Areana, que dormitaban. Las despabiló a rebencazos, pero sólo para quitarles las esposas y obligarlas a tragar un somnífero que las haría dormir hasta el momento de tener que prepararlas para las visitas. Luego tomó una pastilla ella también y así pudo dormir hasta las dos de la tarde, cuando se dirigió a...

La reeducación de Areana (15)

Va a comenzar el emputecimiento definitivo de Areana y su madre, que en su casa recibirán varias visitas diarias bajo la supervisión de Milena

Mientras bebían el trago de despedida, Zelmira aconsejó a Amalia cómo incorporar la zoofilia al uso que hacía de sus perras. Le sugirió la compra de un gran danés y le obsequió un frasquito con esencia de flujo de perra en celo.

-Cuando vaya a entregar a sus perras por primera vez al animal, únteles la concha con esta esencia. El animal se volverá loco cuando las huela y a partir de allí quedará cebado con ellas y ya no hará falta que vuelva a untarlas con esta pócima mágica. –dijo la dueña de casa ec...

La reeducación de Areana (14)

Continúa la impiadosa degradación de Areana y su madre en manos de Amalia y Elena y ahora les espera un nuevo y decisivo paso hacia su completa animalización.

Elena escuchó el relato de Amalia con los ojos agrandados por el asombro y la excitación. Después preguntó, ansiosa:

-¿Y para cuando quedaste?

-Pasado mañana a las seis de la tarde viene aquí y nos vamos para lo de las perras.

-Eso no me lo voy a perder.

-Por supuesto que te quiero acá a esa hora. –dijo Amalia. ¿Y sabés algo? Me frustra que lo de esta mujer no se me haya ocurrido a mí.

-Bueno, no te amargues. Lo principal es que vamos a gozar como locas con eso y ahora te cuent...

La reeducación de Areana (13)

Areana es usada sexualmente a fondo por Marta y sus dos amigas y después ella y su madre son sometidas por Elena a una nueva e incalificable humillación.

Cuando Areana llegó a la casa de Marta, llevada de la cadena de su collar por la librera, se encontró con dos cuarentonas lascivas que la esperaban hambrientas de carne adolescente. Se estremeció al verlas venir, con el deseo reflejado en sus rostros.

-Te presento a mis amigas, putita. Ella es Elsa. –le dijo Marta señalando a una pelirroja opulenta que le sonreía mientras le pellizcaba las mejillas.

-Hola, señora Elsa… -saludó la sumisita.

-Y esta otra es Silvia. –completó la librera refir...

La reeducación de Areana (12)

Eva y Areana dan rienda suelta a sus zonas más oscuras y Amalia las autoriza mientras avanza en su plan de degradarlas y emputecerlas.

Cuando Eva entró en el departamento Areana estaba en el living tal como lo había ordenado Amalia: desnuda, en cuatro patas y con el collar puesto.

-¿Dónde está el bolso? –preguntó ansiosa.

-Lo dejé en tu dormitorio, mama…

Eva fue al dormitorio, se quitó las ropas con gestos nerviosos, sacó del bolso el collar, se lo puso y volvió al living en cuatro patas invadida por una intensa calentura. Le resultaba fascinante que a pesar de estar lejos de su dueña necesitaba desesperadamente obedecerl...