La historia de Claudia (14)

El jueves, día previsto para la subasta de ambas sumisas, Claudia se presentó a las seis de la tarde en casa de su dueña. Allí estaban ya Inés, que había ido para ayudar a Blanca en los preparativos de la reunión, y Laura, obligada por la señora a faltar a la veterinaria a fin de tener más tiempo para dejarla lista.

La historia de Claudia (14)

El jueves, día previsto para la subasta de ambas sumisas, Claudia se presentó a las seis de la tarde en casa de su dueña. Allí estaban ya Inés, que había ido para ayudar a Blanca en los preparativos de la reunión, y Laura, obligada por la señora a faltar a la veterinaria a fin de tener más tiempo para dejarla lista.

Ya había sido manguereada y ataviada con el collar, los brazaletes y las tobilleras y encerrada en la despensa cuando llegó Claudia y fue desvestida...

La historia de Claudia (13)

Claudia, vestida de sirvienta, debió ocuparse esa noche de preparar la cena de la señora y después la atendió durante la comida mientras Laura permanecía echada en el piso a los pies de su dueña como se echan los perros, de costado y con las piernas y los brazos extendidos hacia delante.

La historia de Claudia (13)

Claudia, vestida de sirvienta, debió ocuparse esa noche de preparar la cena de la señora y después la atendió durante la comida mientras Laura permanecía echada en el piso a los pies de su dueña como se echan los perros, de costado y con las piernas y los brazos extendidos hacia delante.

Más tarde, una vez que Claudia levantó la mesa y terminó de lavar la vajilla, ella y la cachorra comieron en cuatro patas sus alimentos para perros.

Estaban haciéndolo cuan...

La historia de Claudia (12)

Claudia pasó la tarde de ese sábado encerrada en la despensa, reponiéndose del desgarro anal que la señora le había causado al sodomizarla con el mango del rebenque. Durante todo ese tiempo Blanca usó sexualmente a Laura, permitiéndose sólo las pausas imprescindibles para recuperarse y volver a ella.

La historia de Claudia (12)

Claudia pasó la tarde de ese sábado encerrada en la despensa, reponiéndose del desgarro anal que la señora le había causado al sodomizarla con el mango del rebenque.

Durante todo ese tiempo Blanca usó sexualmente a Laura, permitiéndose sólo las pausas imprescindibles para recuperarse y volver a ella.

Al anochecer se hizo bañar por la rubiecita y después fue a la despensa para sacar a Claudia de su encierro. La encontró dormitando tendida de costado, la puso...

La historia de Claudia (11)

Después de someter largamente por el culo a las dos sumisas y de gozar de sus lenguas en su concha, la señora descansaba con las piernas apoyadas en la espalda de Laura mientras Claudia le lamía los pies. Recordó el permiso que les había dado para tener una noche juntas como premio a Claudia y le preguntó: -¿Y perra? ¿Lo pasaste bien con ésta la otra noche? -Sí, señora. Vuelvo a darle las gracias por el premio que me concedió. –dijo la joven y siguió lamiendo los pies de su dueña.

La historia de Claudia (11)

Después de someter largamente por el culo a las dos sumisas y de gozar de sus lenguas en su concha, la señora descansaba con las piernas apoyadas en la espalda de Laura mientras Claudia le lamía los pies. Recordó el permiso que les había dado para tener una noche juntas como premio a Claudia y le preguntó:

-¿Y perra? ¿Lo pasaste bien con ésta la otra noche?

-Sí, señora. Vuelvo a darle las gracias por el premio que me concedió. –dijo la joven y siguió lamien...

La historia de Claudia (10)

Claudia esperaba ansiosa el regreso de Laura del baño con el arnés listo para que la señora la sometiera. El haber lamido el culo de su dueña había fortalecido aún más sus sentimientos de sumisión hacia ella y el deseo de complacerla en todo lo que pretendiera.

La historia de Claudia (10)

Claudia esperaba ansiosa el regreso de Laura del baño con el arnés listo para que la señora la sometiera. El haber lamido el culo de su dueña había fortalecido aún más sus sentimientos de sumisión hacia ella y el deseo de complacerla en todo lo que pretendiera. Blanca la había transformado, la había convertido en una sumisa lesbiana, en un ser ya sin voluntad propia, en una perra sin el mínimo orgullo ni sentido alguno de la dignidad y la vergüenza, valores a los cual...

La historia de Claudia (9)

Blanca dio por concluida la iniciación de Laura en el dolor y las lágrimas, le ordenó a Claudia que la soltara y la rubiecita se incorporó con esfuerzo, sintiendo que las nalgas le ardían como si se estuvieran quemando. Quedó de pie ante ambas mujeres, sollozando y frotándose el culo a dos manos en procura de aliviar el intenso dolor que sentía mientras Claudia la devoraba con los ojos y crecía en ella el deseo de echársele encima.

La historia de Claudia (9)

Blanca dio por concluida la iniciación de Laura en el dolor y las lágrimas, le ordenó a Claudia que la soltara y la rubiecita se incorporó con esfuerzo, sintiendo que las nalgas le ardían como si se estuvieran quemando. Quedó de pie ante ambas mujeres, sollozando y frotándose el culo a dos manos en procura de aliviar el intenso dolor que sentía mientras Claudia la devoraba con los ojos y crecía en ella el deseo de echársele encima.

La señora se dio cuenta y le...

La historia de Claudia (8)

La jornada laboral del lunes transcurrió para Claudia dentro de lo habitual. Salió vestida tal como le había ordenado Blanca. En la calle cosechó piropos y alguna que otra insinuación grosera. Entrevistó a seis comerciantes, dos de los cuales firmaron el precontrato de pautas publicitarias, y a las 5 de la tarde estuvo de regreso en la radio. Ernesto la estaba mirando desde su escritorio. Se le acercó y al saludarlo con un beso en la mejilla le dijo: -Supongo que no comentaste nada. -Quedate tranquila. -le respondió el joven

La historia de Claudia (8)

La jornada laboral del lunes transcurrió para Claudia dentro de lo habitual. Salió vestida tal como le había ordenado Blanca. En la calle cosechó piropos y alguna que otra insinuación grosera. Entrevistó a seis comerciantes, dos de los cuales firmaron el precontrato de pautas publicitarias, y a las 5 de la tarde estuvo de regreso en la radio. Ernesto la estaba mirando desde su escritorio. Se le acercó y al saludarlo con un beso en la mejilla le dijo:

-Supongo...

La historia de Claudia (7)

Esa noche de sábado Blanca cenó atendida por Claudia, después le dio una buena nalgueada sobre sus rodillas por el mero placer de hacerlo, la hizo ir al baño para que orinara y finalmente se la llevó desnuda y en cuatro patas hacia la despensa. -¡No, señora! ¡No me encierre! ¡Por favor! –suplicó la joven advirtiendo lo que le esperaba. Blanca, sin inmutarse, abrió la puerta, la empujó dentro y le dijo: -Ahí te quedás hasta mañana.

La historia de Claudia (7)

Esa noche de sábado Blanca cenó atendida por Claudia, después le dio una buena nalgueada sobre sus rodillas por el mero placer de hacerlo, la hizo ir al baño para que orinara y finalmente se la llevó desnuda y en cuatro patas hacia la despensa.

-¡No, señora! ¡No me encierre! ¡Por favor! –suplicó la joven advirtiendo lo que le esperaba. Blanca, sin inmutarse, abrió la puerta, la empujó dentro y le dijo:

-Ahí te quedás hasta mañana. –e inmediatamente fue e...

La historia de Claudia (6)

Unos minutos después, ya recuperada del grato agotamiento en que la sumiera el uso sexual que había hecho de Claudia, la señora se dio una ducha y regresó al dormitorio en chinelas y desnuda bajo la bata. Llevó a Claudia de una oreja a la bañera y comenzó a manguerearla con agua fría. La temperatura no era demasiado baja, pero sí lo suficiente como para que la joven se sintiera aterida. -¡Aayyy, por favor, señora! ¿Qué está haciendo? ¡Tengo frío!. –se atrevió a protestar. - Estoy bañándote como se baña a los animales. Y no sigas ladrando porque te doy con el rebenque –contestó Blanca impertérrita.

La historia de Claudia (6)

Unos minutos después, ya recuperada del grato agotamiento en que la sumiera el uso sexual que había hecho de Claudia, la señora se dio una ducha y regresó al dormitorio en chinelas y desnuda bajo la bata. Llevó a Claudia de una oreja a la bañera y comenzó a manguerearla con agua fría. La temperatura no era demasiado baja, pero sí lo suficiente como para que la joven se sintiera aterida.

-¡Aayyy, por favor, señora! ¿Qué está haciendo? ¡Tengo frío!. –se atrevió...

La historia de Claudia (5)

Blanca observaba muy interesada el trabajo de Inés sobre la cabellera de Claudia, que iba reduciéndose cada vez más en su volumen mientras la joven permanecía indefensa e inmóvil con los ojos cerrados y sus puños sobre el pecho bajo el peinador de tela celeste, resignada a su suerte.

La historia de Claudia (5)

Blanca observaba muy interesada el trabajo de Inés sobre la cabellera de Claudia, que iba reduciéndose cada vez más en su volumen mientras la joven permanecía indefensa e inmóvil con los ojos cerrados y sus puños sobre el pecho bajo el peinador de tela celeste, resignada a su suerte.

De pronto Inés dijo dirigiéndose a Blanca:

-¿Sabés? Me gustaría tenerla uno de estos días. ¿Puede ser?

-Por supuesto que sí. –contestó Blanca. –Cuando vos quieras me ll...