La reeducación de Areana (11)
Amalia tiene ya a Areana y a su madre completamente reducidas a la condición de perras sumisas y avanza en sus planes de emputecerlas con la complicidad de la perversa Elena...
Elena recibió a Marta en la puerta de entrada al edificio y la librera, después de devolverle a Areana, le preguntó:
-¿Va a ser posible tener otra vez a esta preciosura? –y en su rostro se dibujó la ansiedad con que esperaba la respuesta.
-Claro que sí, siempre que la nena lo haya pasado bien. –contestó Elena y le preguntó a la sumisita:
-¿Lo pasaste bien, putita?
-Sí, señora Elena… Muy bien… -respondió la niña, que permanecía en la posición correcta, con las piernas juntas, la cabez...