Mi primo y su padrastro
La recién adquirida afición de mi primo por comer pollas nos llevó a otra situación de lo más placentera
Se ve que Félix le pilló el gustillo a eso de comer pollas y quería ir adentrándose en el mundo gay por la puerta grande. Me preguntaba por zonas de cruising o garitos en los que fuera fácil ligar. No sé qué imagen tenía de mí, pero creo que no me conocía del todo bien. Obviamente pretendía que lo acompañara a esos sitios. Y yo me negué. Llegué hasta a sentir celos de que quisiera montárselo con otros tíos. Desde luego este pensamiento era detestable e intenté quitármelo de la cabeza y comprender que mi pri...