Aventuras reales con tíos de verdad

No se me ha ocurrido un título más original para la historia de los últimos encuentros que he tenido con otros hombres. Ha habido de todo, pero si algo tuviera que destacar es que eso de tener una vida sexual muy activa no siempre trae cosas buenas. Vaya novedad, ¿no?

Aunque llamé al telefonillo a la hora exacta, mi nuevo psicólogo me hizo esperar en el hall un par de minutos. Quise no cabrearme porque me gusta ser puntual y que lo sean los demás. Sobre todo alguien al que estás pagando una buena cantidad de dinero. Me apunté mentalmente que en algún momento de nuestra charla se lo haría saber. Arturo me pidió que me sentara en una silla normal al otro lado de una mesa de escritorio de madera lacada en negro. En la sala no había un diván.

-Cuéntame por qué estás aq...

Iñaki, un vasco con un pollón de la hostia

Mi encuentro con un tío que presumía de un buen rabo difícil de creer hasta que una foto no dio lugar a dudas.

Mi vida es en muchos aspectos como una montaña rusa. A veces creo sentirme en la cima queriéndome comer el mundo estando dispuesto a todo, y otras, desciendo en picado casi como en una caída libre desde la que no veo el suelo. Es el precio a pagar por tener una personalidad como la mía, a la que los complejos le afectan de manera desmesurada haciendo estragos en el autoestima que me enclaustran en mi casa sin un atisbo de esperanza en querer traspasar la valla del jardín.

Pero otras, quizá por ilumina...

Los elegidos

En un país lejano un misterioso rey salía de su castillo una vez al año en busca de soldados.

Cuenta la leyenda que en alguna región perdida de Oriente Medio vivía un poderoso rey ávido por conquistar más y más tierras y ampliar así su imperio. Para ello necesitaba reclutar jóvenes para sus ejércitos, por lo que una vez al año salía de su castillo en busca de ellos por las diferentes aldeas de sus dominios. Sólo temían su llegada los aldeanos con varones que hubiesen cumplido los dieciséis años desde el reclutamiento anterior, no pudiendo negarse porque si no el rey se llevaría también a las hembras...

El supuesto novio de mi hermana

Guillermo es un tío atractivo que tiene dos hijos y que comenzó a quedar con mi hermana hace unos meses, aunque no de la forma que yo creía.

Mi hermana Nuria y yo somos mellizos, lo que hace que tengamos un vínculo especial y una relación particularmente estrecha. Cuando decidió irse a vivir a la costa dejándome solo en la capital no me lo tomé del todo bien, aunque como en aquel momento yo tenía pareja y mucho curro, no la eché tanto de menos como me hubiese imaginado. Sin embargo, al enterarme que iba a ser madre algo cambió. Tuvo que ver que fuera por fecundación in vitro, pues ella tampoco ha tenido mucha suerte con los hombres, e imaginárme...

Unas vacaciones calientes

Durante el día unas vacaciones normales de playa y chiringuitos, pero estar tan cachondo me llevaba a experimentar por la noche. Un pollón, una zona de cruising, un tío al que le gusta ser el amo...

Como cada año, es empezar las vacaciones e irme a la playa y sentirme totalmente cachondo y salido a todas horas. Dicen que el mar relaja, pero en mi caso debe tener propiedades excitantes porque un cosquilleo ha recorrido mi verga casi de manera constante. Quizá algunos piensen que estoy enfermo, pero en mi defensa diré que llevaba meses sin follar, ya que cuando estoy en Madrid el trabajo y estudios absorben la totalidad de mi tiempo. Además, haber perdido unos kilos y recuperar cierta seguridad que perdí...

Enamorado de un hombre casado

Me he pillado por un tío casado con una mujer, pese a que no sé nada de él y no hemos hecho otra cosa más que follar

Alfonso es un hombre de cuarenta y pico casado con una mujer a la que engaña de vez en cuando acostándose con tíos. Se define a sí mismo como bisexual, pero su parte gay la mantiene en sumo secreto y con la mayor discreción. Por eso nos costó tanto quedar cuando estuve de vacaciones en junio en Almería, habiéndole conocido a través de un chat. Finalmente se arrepintió de no haberme encontrado antes, pues cuando nos vimos a mí apenas me quedaban un par de días de estar allí. Sin embargo, tuvimos el consuelo...

Un inglés, un gallego, un uruguayo y dos heteros

No es un chiste. Son los protas de unas de las vacaciones más sexuales de mi vida.

Sé que muchos de los relatos que he escrito tienen un tono demasiado quejicoso que se ha convertido casi en un estilo de narrar. Prometo que no era ese mi objetivo, pero es lo que tiene escribir sobre las cosas que le pasan a uno, que por desgracia tienen como actores a tíos descerebrados que no dejan de sorprenderme (para mal, se entiende). Pero lógicamente no todo es malo, ya que de lo contrario me habría cortado las venas u otra parte de mi cuerpo para no caer nunca más en la tentación. Pero como digo, a...

Mi casero

Tomás, un señor maduro que alquila su casa

Por devenires de la vida, me he visto obligado a cambiar de piso; una idea que acepté con ilusión, pero que se convirtió en una ardua tarea casi fútil, estresante y hasta decepcionante. Obviamente, lo más excitante era el hecho de encontrar el piso de mis sueños, pero si en el camino encontraba otras cosas… Quiero decir, que cualquier oportunidad es buena para toparse con algún tío y ver qué surge. Sin ánimo de adelantar acontecimientos, diré que al menos no atraje a ningún descerebrado.

Tras tres sem...

La extraña pareja

Historia de un lector de Todorelatos, su marido y mi visita a su casa de Suiza.

Diego es un hombre ecuatoriano de cuarenta años que un día decidió escribirme un correo electrónico para comentar mis relatos de esta página. De ese primer contacto surgió una bonita amistad, aunque sólo a través de ese medio. Vive en Ginebra, y está casado con un hombre español. Una vez vinieron a Madrid y Diego me avisó con la intención de conocernos en persona. Pero el poco tiempo que iban a estar en la ciudad, y mi apretada agenda impidieron que llegáramos a vernos.

En los emails no sólo hablamos...

La primera vez que pagué a un tío

Una vida vacía, una reunión de amigos, y un tío que cobra por hacerse pasar por tu pareja.

Siempre he sido un tío caprichoso, lo reconozco. También me ha gustado mucho llamar la atención haciendo incluso cosas de las que me he arrepentido por resultar pueriles y completamente innecesarias. Con el arrepentimiento viene la típica promesa de no volver a hacerlo más, pero de vez en cuando siento la necesidad de hacer saber a todo el mundo que estoy ahí, que me han ocurrido cosas interesantes o desgraciadas para darle importancia a mi vida. Quizá la razón sea que muchas veces mi vida está muy vacía; o...