Pídeme lo que quieras, porque te lo daré otra vez

Continuación del anterior: el hetero y yo seguimos disfrutando de la noche a pesar de su novia y a pesar de haberme dicho que está enmarodado de mí.

Si la memoria no me falla creo que es la segunda vez que alguien me dice eso de “creo que me estoy enamorando de ti”. La primera fue cuando yo tenía 18 años y lo hizo una tía que había sido compañera mía del instituto. Y esta segunda vez, catorce años después, lo hace un hetero con novia. Vaya suerte la mía. Si alguna vez me escucháis quejarme comprenderéis que no es por vicio. Y no es que me fastidie, porque me resulta bastante halagador, pero ¿no me lo podían haber dicho los tíos de los que yo he estado e...

Pídeme lo que quieras, porque te lo daré

Continuación de mi último relato. La cosa va así: el hetero guapete con el que me he acsotado ya varias veces tiene a su novia en la puerta de su casa tras haberse presentado por sorpresa. A pesar de todo, la mejor manera de hacer tiempo hasta que se large no es permanecer callados ni quietos...

Al encender su teléfono, Jose vio que tenía varias llamadas perdidas de su novia Sara, así como varios Whatsapp: “estoy en tu casa, ¿por qué no nos abres?”

-¿Nos abres? – se preguntó Jose extrañado. Seguro que la muy zorra se ha venido con su hermana, así que a saber qué coño quería. Esta tía está desequilibrada.

Jose le contestó: “lo siento cari, estaba en un garito con Ángel y no había cobertura” mentía mi amigo, porque en ese tiempo no habíamos parado de follar.

La rubia no tardó en res...

Pídeme que te folle, porque te follaré

Continuación del último relato de título parecido. A modo de resumen de aquél: el hetero me nombra a su novia, a mí se me cruza el cable y me voy de su casa justo después de una increíble mamada.

“Llevo sufriendo desde que cerré la puerta de tu casa, sin poder borrar de mi cabeza tu imagen de pie mirándome con esos ojos que parecían no saber qué diablos había pasado. Creo que por eso sufro. Por ti. No es justo que te escriba ahora y me disculpe. No sé por qué siempre la fastidio, confundo sentimientos, me auto castigo y acabo arrepintiéndome. Porque sí, ahora mismo me gustaría estar contigo a tu lado y no haberte dejado en las circunstancias en que lo hice. Puede que sea tarde y no sabes cuánto lo l...

Pídeme que te bese, porque te besaré

Continuación de mi anterior relato sobre mi aventura con un hetero novio de la amiga de una amiga...Qué poco original...

“Me he acercado al teclado con la idea de escribirte un mensaje muy diferente a este. Llevo un buen rato cambiando palabras. Quería decirte que era mejor que no nos viéramos en un tiempo, pero ¿mejor para quién? No puedo engañarme. También se me ha pasado por la cabeza que podemos seguir siendo amigos, pero tampoco es buena idea porque sé que sufriría. Así que después de todo, después de pensar y recordarte, de analizar lo que siento por Sara y cómo me siento estando contigo he llegado a la conclusión de qu...

No me pidas que te folle, porque te follaré

Un concierto de Ana Torroja, un hetero y una peli que nadie conoce

-Sólo follar, ¿eh? Sin mariconadas, que yo no soy gay.

No hay suficientes gays en el mundo. Al menos para mí. No, no voy a quejarme otra vez de mi mala suerte con los tíos. No lo veo necesario pues ya se deduce por sí solito de mis historias. No soy un quejica a pesar de todo ni voy a empezarlo a ser ahora a pesar de más todo. Sólo intentaré describir mi última aventura lo más objetivamente posible, aunque habiendo sentimientos de por medio no sé yo.

Es verdad eso que dicen de que en las relacio...

No quedan días de verano

El verano se acaba y yo solo en casa de mis padres con una hermosa piscina, pero nadie con quién compartirla. Pero me pongo las pilas y todo cambia.

Lo siento, no me gusta ir al gimnasio y el deporte en general me da alergia. La verdad es que me da igual estar cachas o no si no me voy a comer un rosco igual. También me gustaría tener una polla más grande y gorda y no me da por hacerme una cirugía de alargamiento de pene. Dicen que el deporte es bueno para la salud. ¡Y una leche! Lo que sería bueno para mi salud es dejar de fumar de una maldita vez, dejar de emborracharme cada dos por tres y dejar de matarme a pajas por pura necesidad porque no se me jun...

Forocoches

Me atrevía a ir a una de las quedadas del foro de coches más numeroso del mundo. Fui por compartir mi afición por las cuatro ruedas, pero al final conseguí compartir otras cosas.

Mi pasión por los coches desde niño encontró un gran aliado en Internet. Los numerosos foros de la red permitían hacer lo que siempre había soñado: hablar de coches hasta hartarme. Aunque estoy registrado en varios, sin duda Forocoches captaba la mayor parte del tiempo que dedicaba a compartir mi afición. Es cierto que últimamente no es lo que era hace unos años, pero aun así, sigo entrando a diario.

Muchas veces envidiaba el buen rollo que había entre algunos foreros y maldecía mi timidez cada vez qu...

El pijo y el perroflauta

Dos monitores muy diferentes en un campamento de verano

Si alguien le pidiera a la gente que me conoce que me definiera en una palabra seguramente muchos lo harían con “pijo”. Puede que algunos la usaran en tono despectivo, pero mis amigos de verdad me consideran un pijo en el buen sentido de la palabra. Porque sí, ser pijo no es malo, aunque suena mal, muy mal. Claro que su definición es muy relativa, y no todo el mundo tiene la misma percepción.  Yo no soy millonario, y dudo que algún día logre serlo. Es verdad que visto bien, con estilo además de marcas, que...

El masajista o la pasividad más absoluta

No me gustaban los masajes, pero necesitaba unos sesiones por una contractura. Claro que lo que me ofrecieron después acabaría con todos mis prejuicios para cogerle el gustillo a eso de ir al masajista.

Me llevé una grata sorpresa al ver el lujoso portal del edificio. Tras coger el número del masajista de un trozo de papel que colgaba en la ventana del estanco me imaginaba algo mucho más cutre. No me lo había planteado antes, pero cuando colgué mi anuncio allí mismo para ofertar mis clases de inglés y ver el suyo pensé que aún me quedaban secuelas del accidente de coche que tuve tiempo atrás y no me vendrían mal unas sesiones en el cuello y las lumbares. David solía hacer visitas a domicilio, pero preferí...

Mi primo, su padrastro y yo

Si alguien ha leído "Los empleados de mi padre" entenderá por qué no pude disfrutar con mi primo y su padrastro de todo el fin de semana mamando. Eso sí, lo mío me llevé también.

Podría haber sido un gran fin de semana lleno de lujuria y perversión, pero siendo yo el protagonista, algo había de torcerse. Aquella misma tarde sí que continuamos con nuestros vicios: el de Félix de chupar pollas, el de su padrastro de que se la mamaran y el mío que por suerte o por desgracia se adapta a todo. Sí, soy un depravado, qué le vamos a hacer.

El caso es que mientras Ramón descansaba tras su corrida, Félix y yo seguimos besándonos con ganas sentados sobre el suelo mientras él me pajeaba....