El viejo me monta mejor que a su bicicleta

Hacía tiempo no me lo hacían en esa postura y se notaba en mi excitación y acaloramiento, pues no paraba de decirle sin miramientos que me follara más fuerte, incrementando aquel viejo macho su ritmo ahora, llevándome a un éxtasis sobre la cama tan brutal que tuve que dar la impresión de estar endemoniada

Regresaba a casa de la playa tras varios días  de descaso después de la fogosa visita de ese semental maduro que me dejo marcada y del que espero no demore mucho su nueva visita, aunque me pidió prudencia pues andaba en una media relación un poco borrascosa y de la que esperaba en breve tomar alguna decisión.

Iba  absorta leyendo  WhatsApp y no me di cuenta de que invadí cruzando sin mirar un carril bici, recibiendo de golpe un impacto   en el muslo que me hizo perder el móvil y medio caer al suelo, p...

Reventada y saciada por atras por el viejo maduro.

Como vio la posición le cansaba, me giro ensartada por su rabo poniéndome boca abajo apoyando mi cara sobre la almohada , amortiguando esta los alaridos de placer que por mi boca salían, mientras el apoyándose sobre mi cuerpo por atrás

Estaba abrazada por atrás con una mano suya bajo mi cuello y la otra sobre mi cintura con sus dedos jugueteando con mi cuerpo con suaves caricias y leves roces sobre mi sexo, subiendo a veces para acariciar con sutileza mis pezones a los que sabía activar y poner duros y tersos como pitones, mientras sentía su aliento por mi nuca y su cada vez más agitada  masculina respiración.

Me encantaba ese olor a masculinidad que afloraba por su cuerpo, que a pesar de estar sobre los sesenta años, se mantenía co...

Mi semental maduro no solo sabe usar bien su rabo

Mi cabeza se levantó como poseída, golpeando mis brazos sobre la cama para soltar la tensión de aquel enorme placer e instintivamente presione el interior de mis muslos sobre su cara como aprisionándola para que cesara en aquella acometida tan placentera que me estaba dejando fundida y sin aliento.

No me gusta narrar mis experiencias  tan directamente sin darle un poco de retórica, pero hoy lo cuento tal y  como sucedió, pues salimos de la ducha con  este maduro de ensueño que acababa de pegarme un polvo de lo que hacen época y sin miramientos ni florituras, desnuda como estaba me dirigí a la nevera para invitarlo a una cerveza pues me dijo tenía la boca seca.

Me acerque a él, también  desnudo como dios lo trajo al mundo, con esa mirada varonil  y picarona que me  derretía cuando me miraba, y no...

Follada energicamente y de que forma por un maduro

Sentía el balanceo de sus enormes pelotas y estas parecían golpearme cuando me penetraba hasta el fondo con aquel enorme y grueso pollon que me hizo nuevamente explotar,

dirigiéndome a mí me dijo… las mujeres sois muy complicadas y celosas….

Le volví a sonreír y parece esto le dio pie a coger su copa cerveza y levantándose se dirigió a mi mesa pidiendo cortésmente si podía sentarse pues para invitarme a una copa por las molestias que me había causado con la discusión telefónica…..

No me voy a enrollar ni ser pesada con lo que sucedió en la siguiente media hora, pero si me voy a esmerar en lo que sucedió en las sucesivas, pues  estaba entrando a mi casa con una m...

Crucificada por el viejo noruego y su amigo.

Metió el noruego la cabeza del gordo pollon de Alejandro, esperando una embestida colosal de este y suponiendo una que a la vez iba a recibir una estocad por atrás de él, me adelante con sutileza y escabulléndome como una serpiente entre aquellos dos sementales, pase a agacharme entre ellos con rapidez a la vez que con sendas manos agarraba aquellos dos colosos y palpitantes rabos.

De regreso a casa del viejo noruego, me pregunto si me había gustado  la monta y paseo a caballo, esbozando al mismo tiempo una picarona sonrisa, que me hizo sospechar estos dos se conocían y habían tramado ese encuentro.

Pasaron unos días y se presentó a comer en casa Alejandro, invitado por el viejo vikingo,  y por la soltura y amistad que se veía entre ellos, intuí, pues una no es tonta je, que esos dos picarones tenían una larga amistad y tramaban algo juntos.

Y ya en la tertulia del café tr...

Cabalgada y domada por un rico maduro

Además el vaivén por el trote de la yegua hacia el roce más intenso sobre aquel impresionante bulto que parecía se había endurecido por el apoyo de mi trasero.

La primera semana en la cama de mi viejo noruego a penas salíamos de casa pues me tenía rendida y no parábamos de hacer el amor , cuando no  me cogía en la ducha, me lo hacía en la cocina e incluso en el gran salón que tenía la casa sobre uno de los enormes sofás que lo decoraban.

Un día me dijo si me gustaban los caballos, le dije que no era muy aficionada, pero en España había mucha afición, por lo que me llevo a una cuadra donde un sevillano afincado allí desde hacía muchos años había montado un pe...

El viejo noruego me da por delante y por detras.

Acelero a los pocos minutos e intuyendo una se iba a correr, provoco en mi otro orgasmo, que hizo estremecer los muros de aquella casa, pues los alaridos de placer que dimos juntos al corrernos a la vez eran para asustar a más de un vecino.

La primera noche  que pasaba en la cama del viejo vikingo, tuve que ser precavida y rauda en las artes de los bajos fondos, pues no podía resistir esa noche otra sesión de sexo como la que había recibido  ese día, pues andaba aun con molestias en gazapo por las acometidas de aquel coloso, que me había dejado casi para el arrastre.

Después de la cena y ordenar mi ropa, salió del baño como dios lo trajo al mundo dispuesto a meterse en la cama, por lo que me tuve que adelantar a sus insinuaciones, indicá...

Fornicada por un viejo vikingo

Aquellas fuertes y rugosas manos eran tan expertas en las caricias que no pude contener mi placer abriendo aún más mis piernas para que esta jugara con mi conejito sin problema.

Tras nuestro fructífero viaje por Cádiz con Diego, este me propuso hacer un crucero por los Fiordos Noruegos, oferta que una no pudo rechazar pues los placeres de la vida hay que aprovecharlos cuando surgen y no dejarlos para otras ocasiones.

Ya en el crucero andábamos disfrutando de lo lindo, pues tuvimos la suerte de conocer a un oficial del barco que había vivido en nuestra isla y  nos cambió el camarote por uno más amplio y con mejores vistas que no dudamos en aprovechar, pues recibir las atencion...

Sorpresón con el jubilado y su recatada señora

Era increíble el aguante de aquel macho jubilado que parecía haber rejuvenecido un par de décadas, pues me pidió levantarme y poniéndome apoyada sobre la almohada me agarro por atrás con su larga y gorda daga para volver a penetrarme mientras ahora con golpes fuertes movía la cama como un poseso.

Estando de vacaciones por Cádiz  invitada por mi jubilado y amigo Diego, conocimos por casualidad a una pareja de edad avanzada que se alojaba también en nuestro hotel junto a nuestra habitación y con la que pronto entablamos una buena amistad, pues coincidimos con ellos varias veces y decidimos recorrer juntos  la ciudad.

Rondaba el los sesenta y largos años pues dijo hacia poco se había jubilado y ella unos pocos menos, ciertamente ambos de aspecto y trato muy agradable, destacando el con un porte v...

Me folle al viejo marido de mi mejor amiga

Tras testar su extrema dureza, pase esa mañana a la acción, y como una amazona que quiere domar a un viejo potro, me subí sobre él y tras agarrarla fuertemente con mi mano, la guie a mi conejo para dejarme caer sobre aquella dura tranca, me la inserte hasta el fondo de mi sexo y comencé una cabalgada salvaje

Tras la tertulia semanal con Elena una de mis mejores amigas, pues ambas nos contamos ciertas intimidades típicas entre mujeres, esta me pide que le ayude a averiguar si su marido le pone los cuernos, pues sospecha ante la poca apetencia sexual de este con ella que puede tener una amante.

Una ante aquella proposición me quede un poco cortada, y  le dije que no sabía cómo averiguar eso, pues tampoco tenía una relación fluida con su esposo pues mi relación con ellos solo era a nivel amistad con ella, ha...