El arte de dos viejos hermanos turcos.

La afluencia fue tal, que al sacarla mi chochito manaba y derramaba leche sobrante en abundancia, si bien no me quedaban fuerzas ni para poner la mano y contener aquella sangría.

Había quedado con una amiga para ir a cenar a un nuevo restaurante italiano que llevaba poco tiempo abierto y me habían hablado muy bien de él, pero a última hora me llamo que no podía ir, decidiéndome a ir yo sola al final.

Cuando llegue está completo y por lo que me acomodaron en la barra junto a otras personas que allí también esperaban, estaba justo sentada delante de una pareja de maduros bien entrados en años pues ambos ya su pelo lucia blanco sobre su cabellera, aunque para decirlo todo diré qu...

El abuelo trae vaselina.¿que querrá?

Bajo agachándose lentamente hasta mis pechos y devoro mis pezones sabiamente hasta hacerme gemir como una loba, mientras su mano jugaba con mis trastienda lubrificando bien con la vaselina.

Suena el timbre abro la puerta y allí delante ante mí, nuevamente mi abuelo cañón con un bote vaselina en una mano y un ramo de flores en la otra.

Sonríe y me dice, pon las flores en agua y ponte fresca y cómoda que te voy a poner un poquito de esta crema por la puerta trasera que hoy la vamos a estrenar y veras  vas a gozar como por delante.

Le dije, que decidido viene esta mañana y que cachondo, mientras le eche mano al paquete y estruje fuerte aquel pollon semidormido que tanto anhelaba.

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Doble dosis de nata y calcio del abuelo

Lamí, comí, absorbí, sobe, deguste, paladee aquel cabezón jugoso mientras una de mis manos testaba los enormes y peludos huevos que andaban calientes como sacados de una incubadora.

Estaba tomando café al día siguiente de mi encuentro con el padre de Gema, mi amiga, con aun en la retina el miembro de ese abuelo que me había dejado medio escocida, solo pensar me hacía sentirme mojada y algo en mi interior se estremecía, cuando sonó el portero y una voz inconfundible y varonil delato como sacado de mi cerebro la presencia en el portal de aquel semental de la tercera edad.

Me dijo, buenos días tesoro, no he parado de pensar esta noche en el encuentro y he decidido venir a compensart...

Le fui a dar ungüento al abuelo y acabe yo servida

Lo abrió con los dedos sin miramientos y metió la lengua hasta el fondo, retorciéndome de placer sobre su cuerpo a la vez que agarraba aquel rabo ya totalmente duro que apenas podía abrazar con mi mano, pues la circunferencia era tan gruesa que estaba asustada.

Una de mis mejores amigas me llamo para que le ayudara y le llevara el ungüento que utilizaba para los golpes y torceduras que un día le había dejado y le fue bien, cuando se torció un tobillo haciendo deporte las dos por el monte.

Me dijo que era para su padre que había venido de visita unos días, tras haberse quedado viudo y que ayudándole a montar la cama donde se iba a quedar, le había dado un lumbago, y ella iba ya camino del trabajo y no había podido ir a buscar nada a ninguna farmacia de gu...

Dos abuelos dotados me llevan al cielo

Uffffffffffff que pollazo me dio que perdí el aliento con su golpe de cadera, metiéndomela toda de golpe y dejando mi conejito abierto y apretado por aquella enorme tranca que entra y salía como un taladro a ritmo lento pero hasta el fondo.

Después de dos días, recibí una llamada de esta pareja peculiar con la que acaba de hacer ese trio maravilloso, proponiéndome ir con ellos a un apartamento de otro matrimonio amigos suyos con los que quedaban una vez en semana, también ambos de la misma edad que ellos y con la mujer también bicuriosa.

Les dije que yo estaba sola en este momento sin pareja y que estaría algo descolocada allí, diciéndome el, que ellas suelen jugar e mucho entre las dos cuando se presenta la ocasión y yo les iría bien a...

Caliente pareja de abuelo y abuela

Gemí como una gata en celo y me moví ahora lentamente para disfrutar de aquel manjar nuevamente, subiendo y bajando a la vez que sentía me reventaba por dentro de lo larga y gruesa que estaba.

Tras una larga experiencia con mi última pareja el viejo invidente y tras la ruptura por problemas con su familia, decidí tomarme un descanso y no comprometerme y disfrutar de la vida sin tapujos, por lo que me dedique algunos ratitos en algunas páginas de contactos para tener alguna aventurilla discreta y sin compromiso.

Conocí a un matrimonio mayor que me llamo la atención pues buscaban mujer para él, siendo ella primero una observadora y luego participar también con él.

Pensé, este tío tiene...

El viejo invidente ilumino mi sexo con su antorcha

Baje buscando su relajado miembro que teste con mis manos, para pasar a usar seguidamente mis labios y comenzar a saborear aquel dormido pero no muerto miembro, que agradecía aquellas sabrosas caricias bucales.

Llevaba varios días pensando en el encuentro con Rodrigo, el viejo invidente, y solo recordar aquellos momentos me hacía sentirme mojada, decidiéndome a volver a visitarlo  pues anhelaba rememorar otro gozoso encuentro, aunque también roía en mi interior un gusanillo  que me tenía preocupada, pues un sentimiento de difícil descripción afloraba cuando pensaba en él.

Le llame con la excusa de que pasaba cerca de su  casa para hacerle una visita y ver si le hacía falta algo , agradeciendo el, el encuentr...

El viejo invidente la sabe meter por todos los...

Alternaba mis dos agujeros con una sabiduría y ritmo que me hacía estar gustosamente sometida ante las expertas artes de aquel viejo ciego.

Regresaba a casa  de vuelta de  buscar trapitos en tiendas de ropa, cuando al pasar un paso de peatones una bicicleta  golpeo a un invidente que cruzaba justo delante, cayendo ambos al suelo, aunque resultaron ilesos, quedando todo en un susto, si bien el bastón del invidente quedo dañado y no podía hacer su función, por lo que amablemente me ofrecí para acompañarlo si vivía cerca, pues el pobre abuelo quedo un poco aturdido.

Cuando ya le acompañaba me fije que para la edad que tenía aquel abuelo invi...

Los dos abuelos entran por mi puerta trasera

Sentí trabajar por mi trastienda y parecía tenia buena experiencia pues ahora su lengua jugaba y dilataba junto un dedo aquella pequeña y atemorizada abertura, alternando roces y caricias con su estilete al que frotaba para calentar y preparar la penetración.

Me dirigí a por la tarde a un centro comercial en Maspalomas a buscar gangas de trapitos que nos gustan a las mujeres, comprando un poco de ropa interior y algo para arriba fresquito y con trasparencias para motivar a mis amigos.

Me senté en una terraza pues el calor no arreciaba aun, a tomar algo fresquito para aliviar los calores, viendo que frente a mi había dos abuelos de muy buen ver, ambos con pelo blanco por lo que deduje andaban jubilados ya, y los dos como unos pantalones cortos y la camisas...

El viejo ciclista me lleva al paraiso perdido.

Tomo un cojín seguidamente poniéndomelo debajo de mi espalda para levantar levemente mi supurante y mojado chochete, y posicionándose sobre mí con su enorme y largo rabo en la mano, restregó su....

Me puse guapa, acicale mi conejito dejándolo sexy, le puse perfume y aceites lubrificantes para preparar la visita, igualmente le puse cremita a  mis pezoncitos para dejarlos suaves y tersos y me puse un conjunto negro casi trasparente para encender y activar a mi viejo ciclista cuando llegara.

Sonó el timbre y sabia era él pues ya me había llamado antes por teléfono,.. Le abrí la puerta  recibiendo un sabroso y jugoso beso acompañado de un mmmmm tras mirar lo que me había puesto.

Levantas a un...