Alejandra, sumisa y caliente

Así también te follaría a ti, para empezar, cachonda.

Después de los correos contigo la curiosidad por conocer la tierra de Neruda me hizo teclear en el ordenador: ¿Qué ver en chile? Me apareció el desierto de Atacama con sus flores, Valparaíso, Chiloé, Punta Arenas con sus pingüinos, Puerto Natales, las torres de Paine, San Pedro de Atacama, la Isla de Pascua con sus moáis, Santiago de Chile, la Catedral de Mármol, el lago Llanquihue... Chile es hermoso, pero en realidad a quien quería ver era a ti. Solo sé que te llamas Alejandra, que eres morena, que tienes...

Échale aceite para que entre mejor en tu culo

El sexo si no es guarrillo no es buen sexo.

Aquella tarde estaba hablando y tomando unos vinos en la barra de un bar con un amigo. Una muchacha se sentó a mi lado con un vaso de limonada en la mano y me dijo:

-No tienes cara de poeta.

Su voz era dulce. La miré de abajo a arriba.  Era un polvo con patas, ni gorda ni flaca, ni alta ni baja y con todo más que bien puesto. Le respondí:

-Será porque no lo soy, pero dime. ¿Qué cara tienen los poetas?

Suspiró antes de decir:

-De románticos, de soñadores...

Pensé que la ro...

A poco que me folles el culo ya me corro.

Le iba a dar el orgasmo anal que buscaba, más se lo iba a dar a mi manera.

Mi sobrina Elvira y yo después de haber follado hablábamos sentados a la mesa de la cocina de mi casa de pueblo... Entre parrafada y parrafada comíamos lonchas de jamón, tacos de queso y bebíamos vino tinto. Ella llevaba puesta mi camisa blanca y yo estaba en pelotas. Me decía:

-... El día que mi compañera de habitación dejó los estudios ocupó su lugar una universitaria lesbiana. Fue cuestión de horas en que la tentación llamase a mi puerta.

-¿Cómo es tu amiga?

-Quieres situarte.

-Pu...

Me voy a correr, métela ahora en mi culo.

Un relato escrito para ti, Cielo

Todo comenzó un sábado por la tarde que ibas por la acera y casi te caes debido a un baldosín que estaba suelto. Yo salía del portal de edificio en el que vivo, te sujeté, te mire a los ojos y te pregunté:

-¿Te has hecho mucho daño?

Te habías puesto pálida y arrimaste la espalda a la pared.

-Por la manera que me duele el tobillo creo que lo rompí.

Me agaché y tanteé el tobillo, lo habías torcido, pero te dije:

-Tienes un tendón fuera de su sitio.

-¿Eres médico?

-No,...

Incesto en el palacete

Dos hermanas que no se tragan acaban tragando lo suyo y lo de su hermano.

-Para mí siempre serás una pueblerina por más que nos quieran mandar a las dos a Oxford.

-Puedes tener de mí la opinión que quieras, pero no lo digas en alto.

-¿Por qué?

-Porque podrían llover hostias.

-Ni lo intentes, soy cinturón negro.

-Me la suda que seas judoca.

-Eso es lo te define, tu vulgaridad, la vulgaridad es un rasgo que siempre te acompañará.

-Tú buscas guerra, y guerra te voy a dar.

Basilia quiso agarrar por el cuello a Pili, Pili le hizo una lla...

Follaba conmigo pensando que follaba con su marido

Después de oír sus palabras me di cuenta e que en mi puta vida entendería a las mujeres

Cuando entró por la puerta de la tienda pensé que iba a hacer una buena venta, ya que casi seguro venía a comprar una cama reforzada, pero la muchacha venía por otra cosa. Al llegar al mostrador me preguntó:

-¿Es usted el dueño?

-No, no soy el dueño, soy el transportista, el que lleva los muebles a su destino después de que los vendemos. ¿En qué puedo ayudarla?

La muchacha luciendo su mejor sonrisa me respondió:

-Leí el letrero de la puerta y dice que necesitan una vendedora.

-...

Desvírgame el culo, papá.

Un incesto inevitable.

Este relato cómo muchos de mis relatos se desarrolla en mi aldea natal, una aldea de menos de cien vecinos donde todos nos conocíamos. Los protagonistas son un padre muy necesitado y su hija, que estaba aún más necesitada que el padre. Él se llamaba León y ella Elvira.

León era un cuarentón alto, moreno, fuerte, bien parecido y dueño de una zapatería.

Elvira tenía 26 años, se había quedado viuda casi dos años atrás y su padre le pasaba un sueldo mensual por ayudarlo en casa.

Elvira volvía...

Incesto en una noche de tormenta

Cuando el frío es mucho el mejor calor es el corporal.

El temporal de agua y nieve había cortado el camino y el camión del butano no pudo llegar a la aldea. Se habían quedado sin butano para cocinar y para las estufas. Solo quedaba la bombona de la cocina y la necesitaban para hacer la comida. Cómo la casa estaba hecha de piedra el frío que hacía en ella era criminal. Claudia, su hija Nieves y su hijo Federico estaban sentados a la mesa de la cocina tomando unas copas de orujo. Un brasero bajo la mesa les daba calor. Les decía Claudia:

-¡Maldito sea el dí...

Seducida por su cuñada

Una joven que se va a casar en breve duerme una noche con su cuñada.

Matilde tenía diecisiete años, era delgada, morena, baja de estatura, tenía el cabello marrón y largo, los ojos negros, las tetas medianas tirando a grandes, el culo redondito y prieto, tenía carita de ángel y se iba a casar con uno de los hijos del tendero de la aldea.

Rosa tenía veintisiete años y había venido a la aldea a la boda de Matilda, que era su cuñada. Rosa era morena, su cabello era largo y negro, sus ojos eran azules y rasgados, estaba rellena, tenía las tetas y el culo gordo y cara de di...

La psicóloga viciosa

Un hombre pilla a su esposa haciéndose una paja y acude a una psicóloga para aclarar algunas dudas.

Lo malo de acudir a una psicóloga en busca de ayuda es que no sabes cómo va a acabar la cosa, y más si la psicóloga es tu sobrina.

Severiano... Para no liarnos digamos que era yo con sesenta años, pues bien, la llamé por teléfono para concertar una cita y me la dio su recepcionista. Llegó el día y fui a su consulta, la puerta estaba entreabierta, al asomar la cabeza por la puerta y verme se llevó tal susto que dio un bote en la silla, luego dijo:

-Ya es muy tarde, tío, vuelve otro día.

-Si...