Escuela de verano.

Tres mujeres solas necesitan de la ayuda de Antonia y mía, que a la fuerza tengo que montar una escuela sexual de verano. Agradezco vuestros comentarios y valoraciones.

Antonia, mi mujer, llevaba meses o quizás años dándome la lata para que fuéramos a pasar unos días o un fin de semana largo a casa de su amiga Luisa. Antonia y Luisa eran de la misma edad, cuarenta y muchos, y amigas desde la infancia.

Yo soy Carlos, unos diez años mayor que Antonia y mientras que ella es una morena guapa, con buen cuerpo y muy bien conservada, siempre le dicen que parece tener diez años menos, yo soy un tío del bulto, para qué nos vamos a engañar.

Su amiga Luisa se había quedad...

De puente con Antonia, Lolita y Carlos (y II).

Continúan las aventuras de Marisa y sus amigos. Cada vez hay más amigos y están más desatados.

(Si queréis, leed la primera parte ( https://todorelatos.com/relato/142030/ )  para disfrutar más de esta segunda y última entrega.)

No sé el tiempo que pasó hasta que pude incorporarme después del masaje. Miré hacia Luis que parecía dormido todavía empalmado, ¡qué barbaridad de hombre y de masaje!

Con las piernas temblonas entré en la enorme ducha abierta que había entre las cabinas de masaje. Abrí el grifo con agua templada y la dejé caer sobre mi cuerpo, tratando de sobreponerme al cúmu...

La apuesta.

Hay cuestiones que no deben apostarse entre mujeres.

Esta historia nos ocurrió a Antonia y a mí, Carlos, hace ya unos años, al poco de estar juntos. Antonia tenía entonces 28 años y yo 35. Antonia es una morena guapa, ojos marrones, pelo castaño muy abundante y una nariz igualita que la de Julia Roberts. Metro setenta de altura, pecho abundante, pero no excesivo, bonitas piernas y bonito culo. Yo soy de lo más normal del mundo, moreno, un poco más alto que Antonia y delgado, vamos del bulto.

Entonces, igual que ahora, enamorado de Antonia y creo que ell...

De puente con Antonia, Lolita y Carlos (i).

Tras enterarse de que Antonia y Carlos cuentan en esta página sus aventuras sexuales, Marisa, la de las lolas, decide invitarlos un puente a un hotelito muy particular y relatarnos ella las aventuras.

Con asombro he constatado que estoy apareciendo últimamente con bastante asiduidad en estas páginas. Mi nombre es Marisa, la amiga de Antonia y de Carlos y más o menos la pareja de Lolita. ( https://todorelatos.com/relato/139555/ , https://todorelatos.com/relato/139658/ yhttps://todorelatos.com/relato/140009/ )

La verdad es que no tenía ni idea de la existencia de esa página y menos, que primero Carlos y después Antonia, se dedicaran a contar nuestras aventuras en ella. Me enteré por...

En casa con dos lolas, Lolita y Carlos.

Antonia nos cuenta la visita de dos lolas y Lolita a casa, tras la vuelta de vacaciones.

Hola, soy Antonia, la mujer de Carlos. Me consta que él os ha relatado algunas de las andanzas de las vacaciones pasadas con Marisa y Lolita. ( https://todorelatos.com/relato/139555/ y https://todorelatos.com/relato/139658/ ) Lo que os ha contado es básicamente cierto, aun cuando con alguna exageración sobre sus capacidades, ¿pero quién no exagera un poco con esas cosas? Yo os voy a contar algunas aventuras sucedidas a la vuelta de las vacaciones, que son tan interesantes o más que las que os...

De vacaciones con antonia, dos lolas y lolita (ii)

Continúan las aventuras con la amiga de Antonia y su sobrina durante nuestras vacaciones.

(Muy recomendable leer el capítulo I para entender toda la historia).

https://todorelatos.com/relato/139555/

Me desperté sintiendo que me estaban comiendo los huevos y la polla. Antonia se debía haber despertado animada. Decidí quedarme quieto con los ojos cerrados y dejarla a su aire. El espléndido trabajo que estaba haciendo logró que me empalmara rápidamente. Sin embargo, al poco rato empecé a oír suaves gemidos a mi lado. Giré la cabeza y abrí los ojos. Antonia estaba tumbada boca arriba...

De vacaciones con Antonia, dos lolas y Lolita (I)

La estancia de una amiga de Antonia y su sobrina en nuestro apartamento naturista, cambia unas tranquilas vacaciones en una orgía permanente.

El pasado mes de agosto Antonia, mi mujer, y yo, Carlos, decidimos alquilar un apartamento tres semanas en una urbanización naturista en Vera, Almería. Antonia y yo no somos naturistas radicales, pero tampoco nos importa, incluso nos gusta, que nos vean desnudos o ver a otras personas desnudas, nos agrada el ambiente desinhibido que se vive.

Tuvimos suerte y conseguimos un bonito apartamento con dos habitaciones, dos baños, uno de ellos en el dormitorio principal con una enorme bañera redonda rodeada...

La horma de sus zapatos (IV)

Las aventuras de Carlos se van complicando. Conveniente, pero no imprescindible, leer los relatos anteriores de la serie. Gracias por vuestros comentarios.

Marta y Carmen tuvieron el lunes un día asqueroso. Habían quedado a las seis de la mañana en el aeropuerto, para salir a las siete y media hacía Valencia, pero el avión no salió hasta las nueve y media, cuando se levantó la intensa niebla de primavera. Llegaron a las oficinas del cliente a las once y media en lugar a las nueve como habían quedado. El cliente estaba de uñas. El retraso le había obligado a cambiar todo la agenda del día y encima, Carlos, el jefe del proyecto, no se había presentado. Comieron...

La horma de sus zapatos (III)

Carlos continúa con sus aventuras, aunque esta vez encuentra la horma de sus zapatos. Recomendable, aunque no imprescindible, leer los capítulos anteriores.

Carlos no fue a trabajar el viernes alegando un fuerte resfriado, lo cierto era que la pelea le había dejado algunos moratones, pero en realidad eso era lo de menos: la vergüenza de lo que pensarían Marta y Carmen y sobre como lo difundirían en la oficina, le imposibilitó levantarse de la cama para acudir al trabajo.

A media mañana del viernes el jefe de equipo le comunicó a Carmen que el lunes a primera hora tenía que salir de viaje con Marta para resolver algunas cuestiones del proyecto en el que es...

La horma de sus zapatos (II)

Las historias continúan.

Al día siguiente, después de lo sucedido en la noche anterior, Carmen prácticamente no le dirigió la palabra y pocos días después, aumentó sensiblemente en el trabajo su fama de huraño.

Pero la apacible vida de Carlos terminó exactamente el mismo día que Marta entró a trabajar en la empresa. Marta era una ingeniera técnica de unos treinta años, que venía muy bien recomendada de sus anteriores trabajos. Aunque inicialmente no iba a colaborar en el equipo del que formaba parte Carlos, unos cambios de úl...