Escuela de verano.
Tres mujeres solas necesitan de la ayuda de Antonia y mía, que a la fuerza tengo que montar una escuela sexual de verano. Agradezco vuestros comentarios y valoraciones.
Antonia, mi mujer, llevaba meses o quizás años dándome la lata para que fuéramos a pasar unos días o un fin de semana largo a casa de su amiga Luisa. Antonia y Luisa eran de la misma edad, cuarenta y muchos, y amigas desde la infancia.
Yo soy Carlos, unos diez años mayor que Antonia y mientras que ella es una morena guapa, con buen cuerpo y muy bien conservada, siempre le dicen que parece tener diez años menos, yo soy un tío del bulto, para qué nos vamos a engañar.
Su amiga Luisa se había quedad...