La horma de sus zapatos (I)

Historias que le ocurren a Carlos con las chicas de su trabajo y con otras chicas.

Carlos llevaba una vida apacible. Al terminar los estudios universitarios había estado trabajando en varios sitios, hasta que dio con el empleo que creía hecho para él. Tras dos años en la Consultora se encontraba cómodo: valoraban su trabajo, le encargaban proyectos interesantes y ganaba un buen dinero. ¿Qué más podía pedir a sus treinta y pocos años?

Por decisión suya seguía estando soltero y sin pareja estable. La verdad es que las mujeres se le daban bien, tal vez por eso, prefería no comprometers...

Una atracción obsesiva

La atracción por una atractiva vecina, puede volverse tan obsesiva como para no dejarte dormir ni descansar.

Estaba convencido de que me había equivocado de carretera al tomar el desvío unos kilómetros antes, aunque realmente como no sabía muy bien hacía donde me dirigía, difícilmente podría haberme confundido.

Qué hacía yo conduciendo de noche, casi sin luces y con una mierda de coche, por aquella carretera local sin arcenes y sin pintar. ¡Joder, que despiste tenía encima! Sin embargo, no podía parar el coche y mirar el mapa, pues aun cuando la carretera tenía poco tráfico, ya me habían adelantado dos coche...

SPA (Servicios Personales Avanzados)

Las aventuras de una pareja de jóvenes emprendedores que deciden montar una empresa de Servicios Personales, para mejorar su economía y de paso divertirse.

Estudiar filología hispánica fue una de las primeras, pero más grandes, meteduras de pata de mi vida. Lo hice además en contra de la opinión de mis padres, que me recomendaron reiteradamente que estudiara otra cosa con más posibilidades de trabajo al terminar. Sin embargo, a mi me gustaba, aunque también deba confesar que sabía que era bastante facilita y me permitiría tener mucho tiempo libre para dedicarme a otras cosas. Lo mejor que saqué de la carrera fue a mi novia, Mercedes. Nos conocimos en segundo y...

Una casa en Asturias

Una hija y su padre vuelven a la casa de vacaciones en la que estuvieron años atrás. Un encuentro inesperado cambiará sus vidas.

Por fin, después de tres años volveríamos a pasar las vacaciones de verano en la casa de Luarca. Se trataba de una casa rural con dos viviendas, una en cada planta, y unas antiguas cuadras que ahora se utilizaban de garaje y de almacén.

Mis padres habían alquilado una de las viviendas durante tres años consecutivos, pero desde que se separaron no habíamos vuelto. La primavera pasada papa me preguntó si me apetecía que volviéramos los dos solos en el verano y mi respuesta fue que por supuesto; tenía un...

El lío de los puñeteros relatos

Mi afición por escribir relatos eróticos me mete en líos con mi mujer, pero termina produciéndome grandes satisfacciones.

Soy un hombre maduro, creo que bastante normal, pero desde hace varios años tengo la afición de escribir relatos eróticos.

La afición empezó cuando leí en un libro sobre masajes eróticos que me regalo Antonia, mi mujer, que una buena terapia para favorecer las relaciones sexuales, era imaginarse historias excitantes que tuvieran un final feliz y en las que se planteasen situaciones potencialmente reales o no, dando rienda suelta a la imaginación.

Hasta el momento habré escrito unos ocho o nueve...

Las vacaciones del 77

Una fantasía sexual en los años de la transición española.

Acababa de terminar el curso de segundo año de carrera y sus resultados habían sido contradictorios: académicamente, las cosas habían funcionado y sólo tenía una asignatura pendiente para septiembre; personalmente, no podía decir lo mismo, en el mes de febrero había roto con mi novia y llevaba casi seis meses sin tocar cacho.

Mi novia era una chica de diecinueve años que estudiaba primer curso de exactas y que había conocido a través de unos amigos el verano anterior, durante las vacaciones. No era ni...

La mamounia

Un encuentro inesperado, pero finalmente muy grato.

Mi separación no fue fácil en absoluto. Cuando me divorcié, llevaba tres años de casada y otros tres anteriores de noviazgo-convivencia. Mi exmarido trabajaba en un banco de chupatintas y había ido sufriendo un proceso de idiotización, por el que terminó resultándome insoportable. Los momentos más apasionados que tenía era cuando ganaba su equipo de fútbol, cuando Fernando Alonso llegaba el primero o cuando Rafa Nadal triunfaba.

Yo entonces trabajaba en una empresa multinacional dedicada al embalaje,...

Veo, veo

Mirar produce una excitación que puede salvar a una pareja. Tan excitante es ver como saber que se es visto.

Llevaba casi dos años con Antonia, desde que nos conocimos en un viaje organizado a Marruecos. Era una chica de treinta años que a mi me parecía muy atractiva, aunque ella siempre estaba poniéndole pegas a su cara y a su cuerpo.

Antonia había estudiado magisterio y entonces daba clase en La Roda, un pueblo a unos ciento veinte kilómetros de donde ambos vivíamos, Sevilla. Ella no tenía carné de conducir, por lo que no podía desplazarse diariamente desde Sevilla hasta La Roda, y durante el período lecti...

Vida de estudiante

Experiencias de una joven adolescente. Precuéla de "juegos de pareja"

A los diecisiete años me tocaba iniciar el bachillerato, la cuestión era que en mi pueblo sólo se podía estudiar hasta secundaria obligatoria, con lo cual tenía dos opciones: o hacer todos los días más de sesenta kilómetros para ir al instituto y perder casi tres horas entre una buena caminata y los autobuses o marchar a vivir de lunes a viernes a otro sitio, en el que pudiera cursar el bachiller.

Mis padres, tras debatirlo largamente teniendo en cuenta que además soy hija única, apostaron por la segu...

Juegos de pareja

Una pareja madura aprovecha los meses de verano, cuando se quedan solos, para relanzar su pasión compartida por el sexo y divertirse.

Por fin a nuestro hijo le habían dado las vacaciones en el colegio y se había marchado a casa de su abuela. Naturalmente, tanto Carlos como yo lo queríamos con locura pero, después de más de veinte años de relación, necesitábamos pasar unos días al año a solas a fin de fortalecer la pareja para el largo curso siguiente.

Ese día nos habíamos ido al centro a comer y la verdad es que disfrutamos la comida de lo lindo. Antes de marcharnos y mientras Carlos pagaba fui al servicio. Al volver a la mesa había...