El grumete 2

El grumete sigue en alta mar dando rienda suelta a su voracidad

EL GRUMETE 2

La poronga dura del Capitán había reaccionado nuevamente a mis caricias. La boca lo tragaba hasta donde podía. El Capitán Molle gemía perversamente. Se relamía y se agitaba enloquecido. Arañaba mi cola.

En un momento me colocó sobre su cara. Con su lengua empezó a penetrar mi culo. Salivaba mi ojete ya abierto y dilatado. Los líquidos fluían por todos lados. Yo mordisqueaba la vara endurecida y monstruosa. El Capitán era un ardiente amante. Sus dedos habían perforado ya la entrad...

El grumete

Historia de un chico que se adentra en el mar a navegar y conocer nuevas aventuras....

EL GRUMETE

El barco zarpaba a mediodía. El capitán de aquel hermoso galeón me había recogido de las calles malolientes de la isla. Estaba yo entregado a cualquier menucia que se me aparecía. El capitán vio algo en mi mirada que invitome a partir con ellos aquel mediodía de fuego.

Los hombres se reían de mi. Era pequeño y acaso un poco flacuchón. Los brazos eran hilos que bailaban en el aire. Estaba hambriento por eso me subí a aquel barco enorme. Al menos yo lo veía así. Era un galeón de la a...

La hermana y sus perros

Un convento en medio de la montaña y la diversión en aquel solitario lugar...

LA HERMANA Y SUS PERROS

La hermana Lucia arrodillada en la  huerta removiendo la tierra blanda y fértil. Su vestido largo y claro arremangado hasta las rodillas, seguramente para no ensuciarlo. Esta semana estaría abocada a aquella tarea en la hermandad. El día era precioso. Sus ojos verdes estaban mansos a la vez que tenían un brillo muy especial. Eran como fuego. Largando chispas. Era joven. Plena. Aún conservaba cierta pureza. Cierta frescura inocente.

El convento estaba perdido  en las mo...

El chico del conventillo

Años treinta un conventillo cualquiera y pasan cosas...

EL CHICO DEL CONVENTILLO

El conventillo aquel estaba ubicado en la calle América de la ciudad al sur. Los años treinta circulaban a gran velocidad y los cambios en el mundo surgían a pasos agigantados. Claro que en aquella ciudad del interior, todo llegaba mas lento. Había mucha gente viviendo allí. Gente que trabajaba por los alrededores. Gente buena. Gente cordial y solidaria. Algunos eran extranjeros recién llegados de sus países en guerra.

Toto vivía allí con sus padres. Abuelos. Tíos. Su...

El caminante

Cataclismo en el mundo han quedado solo algunos humanos...

EL CAMINANTE

El caminante había andado todo el día. Se estaba agotando. Vio las enormes casas en estado de abandono. Quizá a unos cuarenta metros. El sol ya estaba cayendo. Rufo lo miraba distante. Su lengua estaba afuera y le caían gotas de pegajosa saliva. Miro para todos lados. Desde todos los puntos el silencio cubría  el espacio. Las calles cubiertas en partes del yuyo que renacía. Además la basura. Los deshechos. Los restos de un cataclismo se notaban. No se escuchaba vida latente.

Cami...

Un abuelo y sus nietos

Amantes un abuelo y sus nietos increible cuento....

UN ABUELO Y SUS NIETOS

Como todos los veranos aquel no fue la excepción. Allí fuimos Martita y yo a pasar los días con el abuelo. El abuelo había quedado viudo hacía ya unos meses. Mi padre para que el hombre no se sintiera solo nos mandó más que nunca para que apoyáramos a aquel ser desdichado, según el.

El abuelo nos trataba bien. Nos hacía todo lo que pedíamos. Felizmente era un predio tan grande que allí nos perdíamos por todos lados. Generalmente mi hermana y yo nos manejábamos por separ...

Hijos de la novia

Dos hermanos enseñan algo de sexo al novio de su madre...

HIJOS DE LA NOVIA

Hacía tiempo había conocido a una mujer que tenía dos hijos adolescentes. No era muy participe de ir a la casa de ella, pero me había pedido, casi rogado a que me quedara unos días con sus hijos, ya que ella por cuestiones de trabajo debía ausentarse.

Finalmente entre idas y vueltas accedí de poca gana y un viernes por la tarde me instalé en aquella casa amplia y que estaba en las afueras de la ciudad.

Allí estaban Roque y Ariel. Se llevaban un año de diferencia. Su pa...

El chico de las computadoras

Un chico que va y viene sin importar edad, sexo y color...

EL CHICO DE LAS  COMPUTADORAS

Había empezado a trabajar haciendo pequeñas arreglos en computadoras. Iba a domicilio. Tenía bajo mi cartera de clientes, no se si es exagerado llamarlos así, bueno era un edificio en pleno centro. El mismo constaba de 12 pisos con un departamento en cada piso. O sea era un edificio de gente con poder adquisitivo.

Me llamaban y allí iba yo. Conocía a todos los clientes de aquel edificio. Algunos eran muy secos. En la mayoría me atendían los empleados. Ya que los...

El tio julio

Un adolescente y un maduro se encuentran y explota el sexo

TIO JULIO

Era un verano caliente cuando llegó a nuestra departamento del decimo quinto piso el tío de papá llamado julio. Así lo llamaba siempre nuestro padre: el tío Julio. No entendíamos en principio que hacía allí con nosotros. Nuestro departamento no era muy holgado, pero entrabamos bien. Mi hermana dormía en su cuarto. Mientras que yo tuve que compartir el mío con el tío Julio.

Era un hombre entrecano. Un poco delgado. Pero de buena musculatura. Su cara no era agraciada pero tampoco era...

En la mina

El despertar del sexo de un jovencito entre hombres

EN LA MINA

Recuerdo aquellos días antes de ser la persona que soy. Era un muchachito de apenas 19 años cuando me fui a la mina, a trabajar.

Estaba de moda en aquella época. Se estaban instalando en muchas provincias y agarré un bolsito y me marché hasta las montañas.

Allí nos dividieron en grupos. Habían instalado cabañas para que los mineros descansaran allí. El trabajo era duro. Los días pasaban lentos. El calor abundaba. Hay que decir que comíamos bien. En la cabaña las comodidades e...