El club

Un amigo responde por mí para mi ingreso en un exclusivo club donde mujeres de clase media-alta son subastadas a diario.

Hugo me dijo que tenía que verlo, que de nada serviría que me lo contase y que, para el caso, el riego que él correría, que ambos correríamos, sería el mismo. Así las cosas, una fría tarde-noche de diciembre, entré en compañía de mi amigo en un lugar que jamás habría creído que existiese.

El club, como Hugo lo llamaba, tenía una sede fija y un par de ellas itinerantes, estas últimas siempre en las afueras de la urbe. Como yo aún no había sido admitido, por el momento solo podía entrar en la sede princ...

El retorno de Laura, la de las tetas gordas.

Tras ser castrado por Laura, nuestro anterior protagonista urdirá una maquiavélica venganza.

Hace ya cinco meses. Era verano, julio, cuando aquel degenerado contactó conmigo. Ahora sé por qué lo hizo, y hasta lo entiendo; pero a mí me ha desgraciado la vida.

Tengo fimosis. Es decir, tenía. Pero no una fimosis severa, sino un subtipo denominado "frenillo corto", la cual permite que el glande quede al descubierto con el miembro fláccido y semierecto, pero puede ser muy doloroso si intentas descubrirte el capullo con la polla tiesa. Yo era en cierto modo, como Laura me llamaba, un tullido; aunqu...

Álvarez, paga tus deudas III

El dinero no termina de reunirse, y las cosas se ponen feas.

-Así que todavía no has reunido la pasta, ¿eh, morosete?

-Así es, señor, pero esta vez falta muy poco. Apenas...

-No es necesario que me rompas la cabeza, Álvarez. Confiamos en ti plenamente y sabemos que pagarás. ¿Dónde están las chicas? Nos gustaría empezar con la juerga.

-Están en la casa, señor, tal y como usted nos pidió, pero al estar el dinero casi al completo...

-¿No vas a dejar que me encule a la señora Cerda y las putitas de tus hijas? ¿Es eso?

-No, es decir...

...

Álvarez, paga tus deudas II

El bueno de Álvarez no ha logrado reunir el dinero y su mujer e hijas pagarán las consecuencias.

A las 17:00 del día siguiente, el jefe, el mulato y un sicario llamado "Ruso" se presentaron de nuevo en la vivienda de los Álvarez, un coqueto chalé en una de las urbanizaciones más exclusivas del norte de Madrid. El propio Álvarez les habría la puerta.

-Bueno, Álvarez. ¿Y bien? ¿Has podido reunir la pasta?

-Me faltan únicamente 10.000, pero mi mujer ha salido a casa de mi cuñada y volverá con el dinero en cualquier momento.

-¿Qué coño es eso de que tu mujer no está en casa? -preguntó el...

Álvarez, paga tus deudas

Esto es lo que puede ocurrir cuando no se pagan las deudas.

-Date la vuelta.

-...

-¡Joder, menudos pantalones de guarra que se gasta la niña! ¿Cuántos años tiene esta?

-Diecinueve -Respondió el padre, acobardado.

-Pues tiene el mejor culo de todo Madrid. Sinceramente, Álvarez, y te lo digo de hombre a hombre, si mi hija de diecinueve años tuviese semejantes glúteos, jamás la dejaría salir así a la calle.

-¡Eso es porque eres un machista!

-¡Tú caya, tetona, que como me toques mucho los huevos igual tu padre paga las consecuencias!...

El divorcio de Ruth

Una tetona recibe su merecido por prepotente y calientapollas.

Ruth llevaba un generoso escote que dejaba al descubierto sus monumentales tetazas naturales. Cuando instintivamente le miré el pecho, la muy zorra se subió la cremallera de la cazadora corta que llevaba por encima. ¿Qué cojones se creía? ¿Pensaba que podía venir a solicitar mi ayuda con ese escotazo y después, una vez logrado su objetivo, censurarme a las primeras de cambio?

-En ocasiones no os entiendo -le dije, pensando en voz alta.

-¿Disculpa? -Sus ojazos verdes me miraban fijamente.

-...

La sumisión de Rocío (X)

Capítulo final. Duro.

El confinamiento terminó aquí en España, y con él, poco a poco, se fue diluyendo mi dominio sobre Rocío. Después de terminar el estado de alarma ya no pude seguirla reteniendo en casa mediante ningún tipo de chantaje, y solo accedió a venir a diario a hacerme una mamada. Esa era su última oferta, y yo la tomaba o la dejaba. Me expuso la situación claramente, se había dado cuenta de que le haría más daño a su hijo siendo mi puta -y pronto la de él- y soportando aquellas vejaciones que parándome los pies, aún...

María, la alumna que me sedujo (V)

María vuelve en tanga a la piscina.

Llegó el día, algunas semanas después, en que María se sintió con fuerzas para volver en tanga a la piscina. Tenía miedo, claro, pues aquella experiencia en la fiesta había sido dura. A mí me habían puesto una navaja en las pelotas y a ella la habían humillado verbal y físicamente; pero el morbo que le producía pensar en volver a levantar pollas a su paso en la piscina municipal era muy fuerte, y poco a poco había ido ganando la batalla al miedo. “No quiero que termine el verano sin superar esto, sin volver...

La sumisión de Rocío (IX)

Nueva entrega de las desventuras de la tetona rubia, episodio duro.

El momento en que Iván se pajeó viendo cómo me follaba las tetas de su madre fue un punto de no retorno en mi relación con Rocío. Al principio ella quedó destruída, pero no tardó en rehacerse y plantearme que no solo se iría de mi casa, sino que dejaría de satisfacerme sexualmente. Me advirtió, además, que iría a la policía si yo intentaba cualquier tipo de chantaje con el vídeo en mi poder. El Juan Luis de hace dos meses habría reculado al instante, queriendo echar tierra al asunto y pasar página sin más c...

María, la alumna que me sedujo (IV)

Juntos debemos superar la traumática experiencia de la fiesta (ver relatos anteriores).

María no me escribió durante los siguientes dos días, y tampoco contestaba a mis llamadas. Supuse que me culpaba de lo sucedido, de no haber plantado cara a aquellos indeseables, pero ya he dicho que yo no soy ningún valiente y mucho menos con una navaja en las pelotas. Al fin, al tercer día, María contestó mis whatsapps y nos vimos. Pasé a recogerla con el coche y me pidió que fuésemos a mi casa, para hablar con tranquilidad. Pese a que hacía calor, iba bastante tapada. Pantalones anchos y una sudadera; er...