Sumisión
Luego de atenderla en el parto se enamoró de mí y se prestó a mis fantasías y caprichos. Luego ella disfrutó y me indujo a filmarla como una prostituta.
SUMISIÓN.
Soy médico obstetra y ginecólogo y un día concurrió a la consulta una hermosa mujer joven recién casada que presentaba su primer embarazo. Sus facciones delicadas, su manera sensual de expresarse me impactaron desde su primera consulta.
Era trigueña, de ojos oscuros y mirada insinuante. Su cuerpo armonioso de caderas estrechas y pechos generosos rematados por pezones oscuros, la mostraban magnífica. Su vientre plano y las piernas torneadas, de rodillas y tobillos finos, despertar...