Como son mis primas
Si te gusta tu prima es mejor que te ayuden a follarla.
Cuando tenía diecisiete años recuerdo que llegué a enamorarme de mi prima Lucía, en realidad no era mi prima directa, si no prima de mi padre, pero la llamaba prima. Aquello no fue enamoramiento, más bien era calentura por lo buena que estaba. Era una mujer de treinta y cinco años, de un metro setenta y cuatro centímetros, morena... sus pechos eran más bien pequeños, pero lo que le faltaba allí lo suplía con un hermoso culo y unas caderas anchas. Sus muslos eran para agarrarse a cada uno y hundir la c...