Marta pide consuelo a su cuñada María.
Marta sigue perdida en un mar de lujuria incestuosa, teniendo sexo con toda su familia.
Marta no tardó más de una hora en liberal a su marido de sus ataduras para que se limpiara y durmiera. Ella no volvió a dormir con él y se juró que nunca más lo haría. A la mañana siguiente decidió ir a hablar con su cuñada María. Le había demostrado confianza al contarle lo de su hijo y ahora ella necesitaba alguien con quien hablar y aclarar sus ideas. Marchó a casa de su cuñada sin estar segura si estaría allí o no. Llamó a la puerta y María le abrió.
- ¡Hola Marta! ¿Qué haces por aquí? - Su...