La amiga de mi esposa

La miré, porque ella se había quedado inmóvil. De espaldas a mí. Pensé que estaba haciéndome algún tipo de broma pesada.

La amiga de mi esposa

Laura, mi esposa, y Amelia, su amiga, eran como hermanas. Se conocían desde niñas y eran confidentes mutuamente. Después que me casé con Laura, su amiga Amelia nos acompañaba con frecuencia en los viajes de vacaciones que hacíamos. Siempre iba acompañada del novio de turno. Cambiaba de pareja casi cada año. Era un poco promiscua si me permiten el término.

Ese verano, estaba sin novio. Pero igual nos acompañó. Fuimos a la playa, a un conocido resort donde una noche asistimos...

La pastillita

Una científica descubre un somnífero con sólidas consecuencias en los varones.

La pastillita

Marlene revisó por enésima vez los resultados. No había dudas, el efecto secundario de la nueva droga XHT89053 era realmente increíble. Los voluntarios varones tenían una erección descomunal que no cedía con nada. Hasta los impotentes de causa psicógena tenían una sólida erección que duraba horas. En las voluntarias mujeres no parecía causar ningún efecto importante.

Lamentablemente ese no era el único efecto secundario. Los especialistas de cardiología habían encontrado que podía...

Esposas descarriadas (4)

Un trío de una esposa recatada con el amigo de su esposo.

Esposas descarriadas (4)

Raissa y Omar llevaban casi diez años de matrimonio y desde que empezaron a salir, a él le excitaba mucho cuando en cualquier situación, por algún descuido de su mujer, sea por llevar una falda corta o un escote generoso, descubría el deseo que despertaba en otros hombres al contemplar fugazmente esas braguitas o ese corpiño que se exponían involuntariamente.

Omar siempre se lo comentaba, diciéndole a Raissa que le daba mucho morbo que le mirasen el escote o las nalgas....

Jugando con Karla e Ingrid

En la cabaña los esperaba Ingrid. Quien no pareció sorprenderse al ver llegar a su novio cargando sobre el hombro a su amiga Karla.

Jugando con Karla e Ingrid

Esa mañana de sábado, Karla se preparó meticulosamente para seducir a Antonio o Tony como lo llamaban de cariño sus amigas.

Ella tenía ancestros asiáticos que eran evidentes en su rostro, generalmente serio. No sonreía con frecuencia, era su sello personal. En compensación poseía un cuerpo que paralizaba el tráfico, aunque ella prefería vestir con recato. Excepto en ocasiones especiales como aquélla. Sabía muy bien el efecto que causaba en los hombres y usaba su poder...

Hipnotizando a Diana (2)

Esa noche durmió poco, lo sucedido en la tarde le impedía conciliar el sueño. Descalza y vestida solo con el camisón, fue a la cocina a tomar un poco de agua. La penumbra de la casa provocaba hacer cosas prohibidas.

Hipnotizando a Diana (2)

De regreso a casa, Diana trató de recordar lo sucedido en la tarde. Sus recuerdos estaban fragmentados. Recordaba haber sido conducida a una habitación donde la sometieron a diversos tests. La voz de Alejandro invadía todo su cerebro y le proporcionaba un placer muy especial.

Lo poco que recordaba es que él se había conducido como todo un caballero. En varios momentos había estado muy cerca de ella y había podido oler la fragancia de su perfume. Una mezcla de cuero y sán...

Hipnotizando a Diana (1)

Desde entonces, no pudo evitar humedecerse cada vez que veía un hipnotizador. Pocos eran tan guapos como el hombre que había visto en vivo y en directo pero era algo más fuerte que ella. Simplemente no podía evitarlo. Se imaginaba siendo poseída mentalmente y eso le provocaba un deleite muy peculiar

Hipnotizando a Diana (1)

Diana tenía casi 30 años, tenía dos años de casada y se consideraba una mujer normal. Ni fea ni guapa. Con una figura estilizada que no paralizaba el tráfico pero tampoco pasaba desapercibida. Ella sabía muy bien el efecto que causaba en los hombres, con su mirada sensual de grandes ojos negros.

Su esposo, Germán, era muy dedicado a su trabajo así que la tenía un poco descuidada. Diana no era de las mujeres que buscaban en la infidelidad algo de emoción. Coqueteaba a vec...

Hipnotizando Secretarias (6)

Katleya era una de esas mujeres que parecían haber nacido para el placer masculino. Soltera y sin hijos. Tenía casi 30 años y una figura estupenda fruto de largas horas en el gimnasio. Poseía unos labios carnosos y unos muslos que eran todo un deleite para la vista.

Hipnotizando Secretarias (6)

“No puedo creer lo que me está pasando”, pensó Katleya al experimentar el segundo orgasmo mañanero.

Estaba en su pose preferida, en semi-perrito, con el culo levantado y el pecho apoyado sobre la cama, mientras sus dos manos apartaban sus pompis para que Jimmy, un programador de su trabajo la taladrase a su gusto. Él la estaba clavando a su gusto con violencia, mientras le soltaba unas ruidosas nalgadas que la hacían gritar de placer. A esa hora probablemente ya habr...

Mi compañera de clases y una mujer casada (3)

Empecé a investigar sobre el control mental a través de la hipnosis. Logré encontrar técnicas de profundización más agresivas, por encadenamiento de patrones hipnóticos y reinducciones constantes.

Mi compañera de clases y una mujer casada (3)

Solucionando el problema

No me fue fácil convencer a Lily de tener relaciones que no consintiesen solamente en la clásica pose del misionero. Me costó hacerla conocer otras poses pero valió la pena. Con una mezcla de largas conversaciones y la ayuda de la hipnosis logré convertirla poco a poco en una mujer con apetito sexual normal y con una habilidad promedio en la cama.

Un fin de semana tuvimos un encuentro especial en la sala del minideparta...

Wendy y el Mago

Wendy era muy guapa y con un cuerpo sexy pero no era particularmente inteligente. Tampoco era tonta pero no se caracterizaba por su mente lógico-matemática. Sin llegar a ser la típica calabacita o cabeza hueca, no destacaba por ideas brillantes.

Wendy y el mago

Cuando el circo llegó a la ciudad, Wendy fue una de las más entusiastas en ir a ver el espectáculo. Le fue fácil convencer a George, su novio, de llevarla a ver el estreno. Ella lo tenía completamente dominado y no era para menos, Wendy era una preciosa joven con un rostro inocente y un cuerpo escultural, con una personalidad poco proclive a la fidelidad. El pobre George era el más cornudo de su grupo de amigos. Él lo ignoraba o fingía ignorarlo siguiendo el conocido refrán “ojos que n...

El club de las adictas al semen (3)

Un nuevo encuentro con Renato y un poco de lesbianismo.

El club de las adictas al semen (3)

Un nuevo encuentro con Renato y un poco de lesbianismo.

Renato hubiera preferido otro lugar público pero ellas se sentían más cómodas en esa habitación de un motel barato. Se sentían dos putas con un cliente al que debían satisfacer al máximo para que regrese.

Él llegó primero, alquilo la habitación, se duchó y las esperó completamente desnudo. Ellas llegaron puntualmente. Menos nerviosas que en la primera ocasión. En ese lugar nadie podría verlas ni des...