Pagando la apuesta

Lorenzo le puso su mano derecha sobre la cabeza para empujarla un poco. Ella cedió un poquito sin tragarse toda la polla de mi amigo por el momento.

Pagando la apuesta

Pueden leer la primera parte de esta saga, titulada “Mi tía Nicole”, en este link:

https://www.todorelatos.com/relato/138261/

Pasaron dos semanas de la aventura con mi tía Nicole y Lorenzo me dijo que era tiempo de pagar la apuesta. Como no veía la forma de convencer a mi novia Alexandra de que le hiciera una mamada a mi amigo, no se me ocurrió otra cosa que decirle que la hipnotice para que se la haga.

Mi amigo...

Mi tía Nicole

Mi tía tenía el coño muy bien cuidado, con un mechón sobre el pubis que se veía muy elegante. Ella parecía una mujer conservadora pero era evidente que ese corte de vello púbico era de una persona acostumbrada a desnudarse ante los hombres.

Mi tía Nicole

Hola, mi nombre es Marcelo, soy un muchacho normal. Morboso como todos y con ganas de follar a todas horas. Ostias, que soy un tipo normal.

Cuando mi amigo Lorenzo me dijo que podía hipnotizar a quien él quisiera para convertirla en una marioneta que obedecería todas sus órdenes, no le creí para nada. Él era mi amigo desde el jardín de infancia. Siempre le habían gustado los temas paranormales, tenía docenas de revistas, libros, videos y cuanto material encontraba, sobre control me...

Irene (historia real) – primera parte

Superados sus nervios iniciales, la induje a un estado de hipnosis profunda. Luego de un par de pruebas para ver el grado de su trance, empecé a jugar con ella. La hice desnudarse y exhibirse por la ventana, luego hice que se convirtiese en una gatita, en una perra, en gallina y en muebles.

Irene (historia real) – primera parte

Con la autorización de Irene (nombre ficticio), procedo a contar la historia real que vivimos juntos.

A diario recibo uno o dos correos de personas que me escriben sobre mis relatos. La mayoría me dicen que debería continuar tal o cual serie. Algunos me comentan sobre argumentos que intento desarrollar según mi tiempo. Otros me comentan sobre sus fantasías que quieren llevar a la práctica. A todos trato de contestar según mi disponibilidad de tiempo libre. ...

IH (3) Olga

Bruno empezó a jadear, era la primera vez que le hacía un beso negro. Empezó a ver estrellas mientras la hábil lengua de Olga se introducía en esa vía tan poco explorada.

IH (3) Olga

Invasión Hermafrodita (3): Olga

A Bruno siempre le había parecido raro que tantos compañeros de su facultad estuvieran embelesados con Olga. Ella era una chica de su misma escuela pero que no era su tipo de mujer. Era trigueña y de unos cuantos kilos de más. Quizás lo más llamativo era su escote que dejaba ver unos pechos generosos, pero nada más.

Bruno las prefería altas y de piel blanca. Definitivamente nunca habría tenido nada con Olga si su mejor amigo Héctor no hubiera est...

Invasión hermafrodita (2)

Control mental. Ciencia ficción. Manipulación. Dominación. Hermafroditas. Ingeniería genética. Extraterrestres. Cyborgs sexuales. Bisexuales. Desfloración anal.

Invasión hermafrodita (2)

Peter condujo su moderna camioneta por el centro de la ciudad, tomando la ruta más corta a su departamento de estreno. A su lado estaba Giannina, con una sonrisa tímida. Peter no cabía en sí de felicidad. A su lado estaba la chica más deseada de la empresa donde el padre de Peter era uno de los dueños. La había visto un par de semanas antes y había quedado prendado por su belleza. Ella se había limitado a coquetearle con mucha elegancia y luego había aceptado una invitación a...

Invasión hermafrodita (1)

Control mental. Ciencia ficción. Manipulación. Dominación. Hermafroditas. Ingeniería genética. Extraterrestres. Cyborgs sexuales.

Invasión hermafrodita (1)

Giannina se dirigió apresuradamente a la oficina de Zoraida, su supervisora. Era su jefa y también su amiga. Esa mañana cumplía un mes de haber empezado a trabajar en esa empresa. Había conseguido el empleo gracias a su amiga. Se conocían desde hace casi un año. La admiraba mucho. Era la supervisora más joven de la empresa y sin duda era la más guapa.

Era casi la hora del almuerzo. La mayoría del personal ya se había retirado para disfrutar de una hora libre. Los pocos...

Las amigas de Pierina (2)

Las cuatro muchachas empezaron a moverse siguiendo la cadencia de una canción de moda. Al principio lo hicieron con algo de torpeza, pero luego fueron tomando más confianza y sus movimientos eran cada vez más sensuales.

Las amigas de Pierina (2)

Carlos tenía a cinco bellezas a su entera disposición, además del novio de una de ellas como mudo e inerme testigo a unos metros.

El hipnotizador dudó unos segundos, al ver a ese ramillete de beldades completamente sometidas a su voluntad. Quedó indeciso unos segundos al ver esa plenitud de carnes, en minifaldas o shorts diminutos y esos escotes pronunciados. Admiró en silencio esas espectaculares jovencitas, antes de decidirse por Lizbeth, la más reacia a creer en el p...

Las amigas de Pierina (1)

Sin decir palabra, Carlos le indicó con una mano a Kiara que se pusiera de pie. Ella obedeció. El hipnotizador levantó la mano izquierda y la hizo girar en círculos mientras le dirigía palabaras inintelegibles a la bella joven quien no tardó en quedar dormida bajo su influjo. Cayendo al suelo como un muñeco de goma.

Las amigas de Pierina (1)

Desde que empezó a salir con Pierina, Federico sintió que se había sacado la lotería. Ella no solo era una joven guapísima con un cuerpo espectacular, sino que tenía amigas muy liberales y con cuerpos tan o más voluptuosos que los de ella. En cualquier ocasión propicia no dudaban en hacerle una mamada o dejarle que él les lama las tetas. Era realmente un regalo divino para cualquier joven cachondo. Todavía no había tenido sexo genital con ellas pero estaba seguro que no falta...

La amiga de mi esposa (3)

El beso fue ganando en intensidad, nuestras lenguas se entrelazaron en una lucha sin sangre. Mis manos, dejaron su culito, y pasaron a apretar sus tetas. Las estrujé con mucha pasión.

La amiga de mi esposa (3)

Se acercaban los últimos días de las vacaciones. Tenía que aprovechar el tiempo con Amelia, así que aproveché que mi esposa Laura se fue de compras para poner en trance nuevamente a su amiga.

Bajo hipnosis le ordené que me viera con mucho deseo, con unas ganas irrefrenables de tener sexo.

Luego la desperté, ella abrió los ojos y vi su mirada llena de deseo.

De improviso, sin aviso, me dio un beso apasionado. Sus labios devoraban los míos, su lengua se metió...

La amiga de mi esposa (2)

No había terminado de hablar cuando ella se puso de rodillas en la cama y apartó las sábanas. Su rostro estaba inexpresivo. Me bajó los pantalones de pijamas y el slip para atrapar entre sus labios mi verga que estaba media morcillona.

La amiga de mi esposa (2)

Todo el día estuve esperando la oportunidad de colocar en trance a Laura, pero no pude debido a un conjunto de circunstancias. Ella no paraba de tener actividades y me arrastraba a casi todas. Estuvimos rodeados de otras personas hasta casi la medianoche. Como ya era tarde, ella se durmió casi de golpe.

Pensé en ir a buscar a Amelia, pero mi esposa podía despertarse y se armaría un chollo de la nada. Así que me concentré en conciliar el sueño. No fue fácil pero lo logré...