Historias del abuelo calentón (14)

Nueva experiencia con mi tía Silvia, mujer apasionada y sedienta de sexo.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (14)

Habían pasado unos días de mi encuentro con mi tía Silvia y estaba deseando que llegase el domingo para estar de nuevo cerca de ella. Recordaba mi vivencia con esta leona y una corriente de energía llenaba todo mi cuerpo. Que sensaciones más apasionadas había experimentado con aquella hembra. Era evidente que los dos estábamos sedientos de sexo y por mí no iba a quedar que tuviera todo lo que necesitara y más.

Llegó el domingo y sabía a ciencia cierta que la qu...

Historias del abuelo calentón (13)

Natalia, otra amiga de prima, que no estaba mal para empotrarmela.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (13)

Recordando el verano de mis dieciocho años tengo que decir que fue fructífero y gratificante. Desperté al goce y al placer y mis primeras experiencias fueron aventuras dignas de una buena película pícara y fullera. Su desarrollo podría enclavarse en un ambiente donde la edad influye en el sexo; las mujeres y chicas de mayor edad juegan y se divierten a costa de la candidez e inocencia de un jovencito, y éste busca todas las maneras de descubrir y abrirse al mundo de...

Historias del abuelo calentón (12)

Mi tía Silvia era un poco ordinaria, pero un filón de felicidad a la hora de follársela.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTON (12)

Mis primeras experiencias habían sido gratificantes y me habían servido para afianzarme en la convicción que la sexualidad es un campo de pasiones y gozos que vale la pena vivir cuando se practica con moderación y se disfruta con intensidad.

Tras mi estreno con la señora María y mi continuación con una joven mayor que yo, ahora tocaba consumar otros de mis sueños eróticos que a menudo tenemos cuando despertamos a la pubertad.

Quien no se ha imaginado echa...

Historias del Abuelo Calentón (11)

Mi primera experiencia con una chica, amiga de mi prima, mayor que yo y una fémina muy caliente.

HISTORIA DEL ABUELO CALENTÓN (11)

Rememorando mis primeras experiencias en el fantástico universo de la sexualidad, recuerdo el suceso vivido con una chica, un poco mayor que yo, Nora. Era amiga de mi prima Carmen y tenían un grupo de cinco o seis amigas veinteañeras. Solían venir a practicar bailes a casa de mi abuela, lugar donde toda la familia morábamos en verano, cuando íbamos al pueblo. Mi abuela tenía una troje, lo que hoy llamamos bohardilla, y allí era donde pasábamos muchos ratos de ocio y e...

Historias del abuelo calentón (10)

La señora María me llevó a vivir momentos de lujuria y satisfacción.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (10)

Tras los acontecimientos vividos con la señora Maria, mi mente había descubierto el campo del placer sexual. Había pasado del montaje de mis estimulantes imaginarias películas basadas en mi vida cotidiana al uso y consumo de momentos reales de lujuria y satisfacción.

Había logrado experimentar esas sensaciones tan maravillosas de poseer y ser poseído por una mujer. Mi mundo se había abierto a un campo desconocido por mí, en el cual la sensibilidad y el goce era...

Historias del abuelo calentón (9)

La señora María me había hecho un hombre y ahora lo único que tenía en mi cabeza era repetir la experiencia.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (9)

Amigos lectores, tras mi primer encuentro con la señora María, mi mente se sentía perturbada. Esta mujer me había hecho un hombre y el gusto que había experimentado con ella me había agradado tanto, que lo único que tenía en mi cabeza era repetir la experiencia.

Jamás había tenido una mujer entre mis brazos y no sabía nada del sexo, pero aquel pedazo de hembra, con sus grandes atributos había hecho que probase las mieles de la sexualidad.

Mi primer polvo,...

Historias del abuelo calentón (8)

Os contaré un secreto, como perdí mi virginidad con mi vecina madura la señora María.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (8)

Amigos lectores y amigas lectoras, de nuevo con vosotros para contaros alguna historia curiosa de mi vida. Hoy os voy a hacer una confesión, tipo chisme, de esas que tanto nos gusta a los seres humanos. Voy a volver a mis orígenes y os contaré como perdí mi virginidad.

En mis tiempos de joven no había tanta libertad y tanta acción como existe hoy, por este motivo nos teníamos que buscar nuestras artimañas para satisfacer nuestros instintos sexuales. La mayoría d...

Historias del abuelo calentón (7)

Me encantó ayudar a mi vecina Ana con sus problemas domésticos y sentimentales.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (7)

Amigos y amigas lectores, espero y deseo que mis historias os sirvan para pasar un rato entretenido y a la vez placentero, sobre todo en estos tiempos duros que vivimos de pandemia.

Tras mi éxito con Lola, mi mente volvía a dar una vuelta al panorama y a pensar quien podía ser mi siguiente agraciada.

Siendo de sangre ardiente, sólo pensaba en cómo dar rienda suelta a mis sueños eróticos. Los hombres, si algún defecto tenemos es que pensamos demasiado con l...

Historias del abuelo calentón (6)

Después de mis buenas experiencias, observé el panorama de mi alrededor y planeé que mi vecina Lola podía ser una buena candidata para satisfacer mis sueños eróticos.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (6)

Amigos lectores, de vuelta a casa, acabado mi periplo por la residencia de mi hijo y mi descanso en la playa, volvía a mi rutina. Mi vida tranquila, mi tiempo libre y mis aficiones.

Con las obligaciones diarias que uno tiene para seguir subsistiendo e ir pasando la vida de la manera más complaciente posible.

Y en lo complaciente centraré mi relato. Vivía en una barriada de clase media. Mis vecinos eran agradables, pero la convivencia con ellos era escueta;...

Historias del abuelo calentón (5)

Gabriela, una amiga de mi nieta, me obsequió con polvo maravilloso.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (5)

Amigos lectores, paso a contaros otra de mis chocantes historias.

Una vez vivida mi experiencia con Joana, la amiga de mi nuera, decidí dar un poco de reposo a mi existencia y aprovechando que venían días festivos en el calendario y que el tiempo se preveía bueno, opté por pedir a mi hijo el apartamento que tenía en la playa. Ellos ya tenían otros planes, sin ninguna pega me prestó la llave para pasar unos días a la orilla del mar. Mi cuerpo necesitaba sosiego y...