Historias del abuelo calentón (44)

Nueva vecina madura en el barrio, la señora Lidia era activa, dinámica y viva, de rasgos rebeldes y cara de viciosa.

En estos momentos me apetece recordar antiguos laureles, como expresaban los antiguos romanos, y os voy a contar lo que me ocurrió con la llegada de un matrimonio de mediana edad al barrio donde me crié.

Él se llamaba Vitorio, un personaje agradable y entrañable, muy sociable; ella, por su parte, de nombre Lidia, señora activa, dinámica y viva, de rasgos rebeldes y cara de viciosa.

Pronto empecé a establecer relación con Vitorio porque era un apasionado del futbol y se presentó para entrenar al...

Historias del abuelo calentón (43)

Después de aquel encuentro con Gloria, que nos había proporcionado unas gratificantes sensaciones y un acercamiento íntimo y sensual, intenté planificar otra aproximación que fuese más salvaje y visceral.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (43)

Después de aquel encuentro satisfactorio con Gloria, que nos había proporcionado unas gratificantes sensaciones y un acercamiento íntimo y sensual, intenté planificar otra aproximación que fuese más salvaje y visceral, de esas que siempre recuerdas porque fue excepcional y te trae buenas imágenes y emociones a la retina.

Una vez dado el primer paso y roto el hielo de mi relación carnal con ella, se trataba de tener otra experiencia donde fluyese el disfrute con...

Historias del abuelo calentón (42)

Gloria, mi compañera de baile, era atractiva, debía estar muy buena porque estaba de muy buen ver.

Tras nuestro parón veraniego, de descanso y de relax, continuamos con los relatos de aventuras de nuestro peculiar abuelo calentón.

Pasó el verano y tenía que organizarme para estar activo y entretenido; no se me ocurrió otra idea, que apuntarme a bailes de salón, al fin y al cabo era una actividad que hoy en día la gente de edad y de menos edad practica, y además, podía ser una ocupación donde conocer nuevas amistades y pasar un buen rato. Dicho y hecho, me apunté en la Junta de Distrito del barrio y...

Historias del abuelo calentón (41)

Fedra, mi compañera de actividad deportiva, era una chica llamativa, con buenos pechos y buen culete, en mi opinión un bombón muy apetecible.

Volviendo a la realidad, tras haberos relatado historias de mi tiempo de juventud y algunas de mis sensacionales experiencias con maduritas, me sitúo de nuevo en el día a día y os hago participes de mis aventuras más recientes.

Había llegado el buen tiempo y con ello el calor, los días más largos, el tiempo de relax, y empezaba el periodo de baño; había que combatir las altas temperaturas y el entretenimiento del baño era una actividad de ocio que encanta a nuestra cultura latina. Resido en la típica...

Historias del abuelo calentón (40)

Pasado un tiempo prudencial, sin achuchar a mi futura suegra, ya tenía ganas de echarla un buen polvo, que probase de nuevo los sabores ricos de una buena follada

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (40)

Mi vida seguía trascurriendo con el ajetreo estudiantil de rigor, con exámenes, trabajos y mucho estudio. Mi cohabitación con Elena se caracterizaba por la tranquilidad de siempre y con la actividad que ella demandaba, en ningún caso quería forzar un cariño y un sentimiento que era romántico y natural. El sexo lo dejaba para la zorra de su madre, que con toda la fachada que aparentaba, no dejaba de ser una viciosa empedernida.

Cuando en mis ratos muertos pensab...

Historias del abuelo calentón (39)

Solo maquinaba otro nuevo encuentro, con mi futura suegra Laura, donde poder retar a aquella virtual y pudorosa dama, y así, conseguir llevarla al mundo gratificante del goce y la lascivia.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (39)

Tras mi placentero encuentro nocturno con la señora Laura, el cual me dejó un delicioso sabor de boca, mi mente pensante solo estudiaba como actuar para lograr tener un nuevo encuentro con aquella suculenta tigresa. La aventura con ella me llenó de satisfacción, el haber podido poseer a aquella dominadora damisela me había proporcionado una exaltación de mi ego, donde mi fornicación con ella me había producido un bienestar y una exacerbación de todo mi ser; que gozad...

Historias del abuelo calentón (38)

La señora Laura, mi futura suegra, era una fémina controladora y dominanta, pero estas cualidades levantaban mi moral y despertaba mi deseo sexual hacia ella.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (38)

Amigos lectores os contaré otra de mis experiencias que viví con intensidad y gozo en mi periodo juvenil.

Tendría sobre 22 años por entonces y mi situación sentimental era gratificante pues estaba saliendo con una compañera de estudios, Elena; esta chica era de mi curso, era guapilla y me encontraba muy a gusto en su compañía, era de familia acomodada y muy clásica, mi relación con ella se había ido enriqueciendo a medida que nuestra convivencia había sido más...

Historias del abuelo calentón (37)

Mi relación con la señora Margot, unido a su comportamiento y sus encantos hacían, sin querer, que mi interior estuviese en ebullición constante y que mi mente tuviera pensamientos obscenos hacia su persona.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (37)

El encuentro con la señora Margot había sido esplendoroso, había gozado de una mujerona y con ello, hecho realidad uno de mis sueños eróticos, tener entre mis brazos a una exuberante mujer.

Nuestra convivencia siguió el camino de la normalidad y su atención hacía mí, seguía siendo exquisita. Por mi parte, mi comportamiento era caballeroso y educado, pero no dudaba en robar cualquier visión de sus partes íntimas para alegrarme la vista y de paso poner en funcion...

Historias del abuelo calentón (36)

La señora Margot me alojó durante mis estudios en el extranjero, era amable y cordial, y me atendía de una forma sensacional, sus atributos y su manera de ser me encandilaron.

HISTORIA DEL ABUELO CALENTÓN (36)

Otra de las experiencias vividas que dejó marcada mi juventud, fue el año de carrera que decidí pasar en el extranjero; como cualquier estudiante siempre tuve la ilusión de realizar un año de mis estudios fuera de mi entorno y se me presentó la oportunidad.

Cuando hablaba con conocidos de cursos anteriores, me relataban la estupenda aventura vivida con motivo de haber viajado y residido en un país diferente al nuestro. Según ellos, te enriquecía y te servía para...

Historias del abuelo calentón (35)

Alquilando una habitación de mi casa conocí a Lucía, mujer agradable, encantadora y atrayente.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (35)

Tras haber compartido hechos de mi mundología, en particular de mis tiempos de juventud, y haber contado la excepcional satisfacción que me produjo aquella aventura que tuve con esas tres generaciones de mujeres, ahora paso a relatar otra experiencia gratificante que me supuso hace poco tiempo el llevar a cabo una decisión que me rondaba la cabeza, pero que no me atrevía a realizar porque no sabía cómo resultaría mi experimento.

Como conocéis por otros relatos,...