Historias del abuelo calentón (34)

La señora Judit con sus dos buenos melones y su figura provocativa era digna de ser profanada, y mi mente solo pensaba en someterla a mis travesuras impúdicas e inmorales.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (34)

Aquella mañana me levanté como tal cosa, y así era como se comportaban las féminas de aquella familia, de una manera espontánea y despreocupada; y de igual modo que pasó con Dayana, Paola no me hizo ni una insinuación a lo sucedido la noche anterior.

En los días transcurridos en aquella mansión me había ido de maravilla, sin comerlo ni beberlo, me había cepillado a dos leonas que me habían suministrado un placer inconmensurable, y los sucesos habían ocurrido si...

Historias del abuelo calentón (33)

Mi convivencia con aquellas tres generaciones de mujeres era agradable y entretenida, pero una noche, de nuevo, una figura desnuda se introduce en mi lecho y se pega a mi cuerpo, por su fisiología adiviné que era mi amiga Paola.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (33)

A la mañana siguiente me levanté con buen talante, en parte auspiciado por la noche apoteósica que me había hecho pasar aquella misteriosa mujer, que de misteriosa solo tenía el haberse ocultado en la oscuridad, pero que, por su anatomía, sus características y por la suma de las féminas que allí se albergaban, era claro y deducible determinar de quien se trataba, ahora bien, aquella hembra había hecho de la situación, una forma diferente de encuentro, más atrayente y...

Historias del abuelo calentón (32)

Dayana, madre de mi compañera Paola, tenía unos buenos atributos, también destacaba su trasero provocador , y con el maquillaje que llevaba enaltecía su belleza, esta señora estaba de muy buen ver, apta para tener un desfogue con ella.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (32)

El recuerdo que hoy viene a mi cabeza, es la historia de unos días que pasé en un caserío situado en un bonito paraje de montaña. Mi retiro en aquella enigmática villa se debió a una invitación de mi compañera de estudios, Paola. La mencionada, era una compañera de carrera, con la que había hecho buenas migas; nos asociamos para trabajos, exposiciones y demás obligaciones de la facultad. Ella era repetidora y tenía cierta dificultad de dedicación y concentración hací...

Historias del abuelo calentón (31)

Angela, sobrina de mi nuera, era fruta prohibida, pero era descarada y obscena, y aquello a mí me ponía como un semental

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (31)

Me gusta reflexionar y viajar por los recuerdos que han confeccionado mi existencia. Cuando uno cumple años, el armario se va llenando de las historias que han compuesto tus diferentes etapas en la vida y te aferras a aquellas que te aportaron momentos gratificantes; las malas hay que olvidarlas, porque bastante daño hicieron cuando sucedieron, como para prestarles más atención, cuando ya están pasadas y arrinconadas en el fondo de nuestro baúl.

Mi añoranza de...

Historias del abuelo calentón (30)

Mi profesora María Luisa, despertó mi interés por sus cualidades femeninas y los atributos que se podían imaginar cuando contemplabas a esta dama tan sugerente y vistosa me produjo un efecto llamada.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (30)

La experiencia me ha enseñado que, para conseguir tus metas y objetivos, hay que luchar y sacrificarse, nadie es mejor que nadie, es cuestión de tesón y persistencia. La mentalización de la persona también influye, de ahí el refranero, “hace más el que quiere que no el que puede”. Me crie en una familia tradicional, y la convivencia intensa con mi abuela materna me infundió un aprecio por dicho refranero. Ella, que en paz esté, siempre solía tener un dicho para cualq...

Historias del abuelo calentón (29)

Vicky, vecina con quien compartía muro de habitación, cuando decidía darse una alegría con su marido, era tan sumamente elocuente que revolucionaba mi tranca.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (29)

El transcurso de la vida te va enseñando y te va formando en las diferentes facetas que tienes que ir desarrollando y en las que tienes que desenvolverte, por ello siempre es bueno aprender de aquellas personas que con sus experiencias te pueden enriquecer. La existencia es un camino en el que vas cargando tu saco con toda esa mundología que te ha tocado probar y asimilar, de la cual, uno saca el aprendizaje necesario para irse realizando como persona.

Hoy me v...

Historias del abuelo calentón (28)

La señora Inés me hizo experimentar un goce sexual, me arropó con sus encantos y me facilitó dar correa suelta a mis obscenos sueños y a mis picantes fantasías.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (28)

Tras mis experiencias con la señora Inés, me sentía dichoso, estos escarceos me habían producido un goce sexual y una práctica orgásmica que me llenaban de satisfacción; no todo el mundo tiene la suerte de encontrar mujeres maduritas que te arropen con sus encantos y que te faciliten dar correa suelta a tus obscenos sueños y tus picantes fantasías. Es cierto que me maravillaba moverme por el mundillo de estas hembras experimentadas, dado que el morbo que percibía en...

Historias del abuelo calentón (27)

Tras el impulsivo primer encuentro con la señora Inés, me estremecían de lujuria, al pensar en las obscenidades que me apetecía hacer con ella.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (27)

Tras el impulsivo y enérgico encuentro con la señora Inés, que tanta satisfacción me había producido, mi cabecita pensaba y maquinaba la siguiente cita con esta sugestiva dama. Nuestra escaramuza me había llenado de felicidad, tenía tantas ganas de poseer a esa leona, que el haber realizado mi fantasía, me proporcionó un gozo interior que me dejó completamente saciado. Con estas sensaciones, no es de extrañar que quisiera repetir plato, pues la jamona estaba delicios...

Historias del abuelo calentón (26)

La señora Inés, la señora de la limpieza de nuestro edificio, era una hembra a la que deseaba, de la que quedé prendado y que levantaba pasiones en mi interior.

HISTORIA DEL ABUELO CALENTÓN (26)

Tras este periodo de descanso, pero de vida intensa familiar y de sentimientos profundos compartidos con nuestros seres queridos, toca de nuevo volver a ponerse en contacto con nuestra realidad cotidiana, y una de las cosas que me llenan de esta realidad es poder escribir y compartir mis fantasías y experiencias con mis lectores. Vuelvo a la carga, después de un paréntesis, para contaros las historias que me pasaron y que me pasan, en este cuento que llamamos *Vida...

Historias del abuelo calentón (25)

Kristy, vino a verme,venía envuelta en forma de tentación y su objetivo era alterar mi sensibilidad y que la desease como mujer.

HISTORIAS DEL ABUELO CALENTÓN (25)

Tras el encuentro espontaneo con Kristy, la hija de Kaira, había pasado un tiempo y seguía con el desarrollo de mi vida cotidiana, continuaba con mis actividades y atendía mi vida social y rutinaria. Seguía manteniendo mi amistad con Kaira y salíamos de vez en cuando, cultivando una relación afectuosa y de pasatiempo que nos llenaba y entretenía, pero teniendo claro que no existía ninguna atadura sería entre nosotros.

Un viernes por la tarde me encontraba tranq...