Jazmín, una princesa oriental (Parte número 2).
Segunda parte de esta historia que es una de las últimas que he escrito y que publico en primicia. Espero que sea de vuestro agrado.
El centro, como los demás existentes en aquel país, tenía muy mala fama puesto que cuándo se permitía a sus internos salir al exterior los chicos, convertidos en auténticos sementales, estaban tan ansiosos por mojar de forma regular que no cesaban en su empeño hasta conseguirlo aunque, para ello, tuvieran que forzar a sus víctimas lo que ocasionaba que este tipo de delitos sexuales se incrementara cada vez más mientras que la mayoría de las chicas se dedicaba a lucir sus encantos en ciertos establecimientos...