De esposa ejemplar a ramera empedernida (08)

El dinero es el peor de los consejeros, pues cuando nos acostumbramos a el, hacemos lo que sea por conseguirlo... como lo hizo la pobre de Lucía...

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida VIII

Puta Profesional

No hay duda que el dinero es el peor de los consejeros, especialmente aquel conseguido de manera fácil. No acostumbramos a el demasiado rápidamente. Es increíble como la vida da vueltas, es impresionante la manera con que camina tan rápido… y es alarmante la forma con la que nos dejamos llevar por ella. No tenemos fuerzas para luchar, para caminar en contra de la corriente, terminamos prisioneros sin opción.

Yo, que...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (07)

El último día de vejaciones a manos de Germán... quien la convirtió en una puta por primera vez.

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida VII

Ramera por Primera Vez II

Mi vida cambió tan rápidamente, que aun ahora no entiendo bien por qué hice muchas cosas, y siempre le achaco las responsabilidad a mi afán por ayudar a Arturo. Pero, ¿no habrá sido porque en el fondo, muy en el fondo, siempre fui esto, una ramera empedernida? Si, creo que la verdad esta en ambos caminos.

Más o menos, un mes después de entregarme por dinero por primera vez, se me hizo habitual visitar a ese d...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (06)

Cuánto es lo que vale la dignidad humana? Con cuánto dinero se puede perder el respeto propio? Lucía lo averiguará en manos de un tipo asqueroso.

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida VI

Ramera por Primera Vez

Después de la segunda vez que vi a mis suegros en medio de sus sucios jueguitos sexuales, y ahora con Spencer, no me quedó duda que eran un par de pervertidos. Y tan sanos y serios que se miran, nadie podría imaginar eso de ellos… nunca. Bueno, en realidad yo no podía opinar sobre ellos, siendo yo igual de puta.

Yo empezaba a mejorar poco a poco, el miedo a salir a la calle, que me quedó luego de ser violada por...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (05)

Luego de una desesperada visita a su esposo, nuestra protagonista se da cuenta que su Adonis, Spencer, no solo lo es de ella... también de sus suegros.

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida V

Juego de Pareja

Bueno ya voy por la 5ta parte de mi historia. Para los que me han acompañado hasta ahora, les doy gracias. Los que apenas están llegando, también les doy las gracias, y les hago una cordial invitación a leer las 4 partes anteriores, para que comprendan lo que me está pasando.

Ustedes ya deben estar hartos de oír mis quejas. Me entrego a otro hombre, lo gozo como una perra en celo, y después siento unos remordimientos te...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (04)

Lucía no puede evitarlo, y ahora ese Adonis llegará en su cuerpo hasta donde había llegado antes...

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida IV

El Adonis II

¡¿Cómo pude hacerle eso a mi marido?! ¡¿Cómo pude entregarme a otro voluntariamente de esa forma?! Era un completo extraño, por más guapo y atractivo que fuera, tan solo era un perfecto desconocido. ¡Y yo me dejé llevar por una maldita excitación, me le entregué mansa y sumisamente!

¿Y ahora qué? ¿Qué más podría hacer? ¿Acaso solo ponerme a llorar?

Después de ese día, las cosas se volvieron peor de lo que ya eran, y...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (03)

Lucía no sabe qué le pasa, su cuerpo parecere tener vida y voluntad propia. Por más que lo intenté, no podrá resistirse a un auténtico Adonis...

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida III

El Adonis I

Aquella noche apenas logré dormir. Mi sexo ardía enfebrecido, necesitaba tanto de las atenciones de mi marido, que casi me volvía loca. Pero, pobre tonta, no quise tocarme, no lo quise hacer. Eso era pecado, algo sucio que una dama respetable como yo nunca debía hacer. Y así, pasé toda la noche con los calores de una excitación anormal, enferma… si tan solo me hubiese masturbado no habría amanecido así y nada más me habría ocurrido.

...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (02)

En su camino hacia la depravación, Lucía se da cuenta que sus suegros no son lo que parecen.

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida II

Pareja de Perros Viejos

Desnuda frente al espejo del baño, no daba crédito a lo que acababa de pasar. Me habían violado, me citaron a una trampa y caí como una estúpida y me violaron. Pero lo que era peor, me gustó, ¡lo disfruté como una loca! ¡Me sentía la mujer más sucia y traicionera de este mundo!

El semen de Esteban aun escurría entre mis piernas, su olor seguía impregnado en mi cuerpo, mezclado con mi sudor, y en mi vientre continua...

De esposa ejemplar a ramera empedernida (01)

He aquí la historia de mi hermana, de como pasó de ser una amante y ejemplar esposa, a una ramera viciosa y empedernida.

De Esposa Ejemplar a Ramera Empedernida I

La Violación

Bueno amigos, primero que nada debo presentarme. Mi nombre es Lucía Ovalle de Martínez, ama de casa guatemalteca, la ramera sometida y dominada más sucia que puedan encontrar. Me encanta ser vejada y hasta torturada, me he convertido en una adicta a la verga y el semen de mis amos. No lo puedo evitar, ya es muy tarde para dejar eso, para dar la vuelta y regresar.

Pero no siempre fui así

Antes de seguir, quiero detener...

Amor de Hermanas (03)

Llega el final de esa inolvidable experiencia al lado de mi hermana y de mi cuñado, y de mi esposo también... nada volverá a ser lo mismo.

Amor de Hermanas 03

Lala, mirá como tenés a tu hermana, a tus píes… como un esclava frente a su ama

La visión de Lucía allí, desnuda, ataviada tan solo con una cadena de cuero tachonada y una larga cadena plateada, arrodillada y sudorosa, no pudo menos que hacerme sudar. ¡Nunca jamás en mi vida soñé con ver a mi hermana Lucía así!

Me llamó Lala, porque así es como me decían en mi casa, de pequeña no podía pronunciar bien mi nombre, por lo que siempre decía que me llamaba "Lala...

Amor de Hermanas (02)

Sigue mi aventura con mi hermana, al lado de su esposo y el mío...

Amor de Hermanas 02

Después de algunos comentarios banales sobre la estupenda noche y la cena del restaurante por parte de Arturo y Kike, salimos hacia los carros. A leguas se notaba como nosotras íbamos ardiendo de la calentura, pues prácticamente llevábamos a rastras a nuestros maridos.

Llegamos al hotel en menos de lo que canta un gallo, el dependiente me hizo una miradita libidinosa al darse cuenta que regresaba con otra ropa. Subimos y entramos a la habitación, y de inmediato empezamos...