Depravando a Livia: capítulos 12 y 13

¿Cómo se vuelve a cause después de una dolorosa traición? Jorge Soto tendrá que enfrentarse de nuevo a la vida, luego de, aparentemente, haber descubierto a su novia follando en un auto en un trío el día de las carreras.

SEGUNDA PARTE

“RED DE MENTIRAS Y PERVERSIONES”

Diario«El Regiomontano»

16 de enero

Monterrey, Nuevo León.

*Según datos periciales, los restos humanos desmembrados, encontrados en bolsas negras en las inmediaciones del cerro de la silla el pasado domingo 1 de enero al mediodía, con una presunta narco manta que decía «esto les pasará a todos los violadores que se atrevan a atacar una mujer indefensa» corresponden a Felipe N., reportado como desaparecido...

Depravando a Livia: capítulos 9, 10 y 11

Sigue la caída libre de Livia Aldama, ahora expuesta en una cena de negocios con tres jóvenes empresarios que harán todo lo posible por hacerla sucumbir al placer.

  1. LOS ELIZONDO

(Esta será la entrega más extensa del segundo libro, así que id por un café y a disfrutar de la lectura)

Algo nuevo ocurrió en mí esa noche en el interior del Ferrari de Valentino que cambió mi chip sin darme cuenta. Después de aquél húmedo y obsceno beso, mi jefe y yo no nos hablamos hasta que me dejó en el portal de mi edificio y me dijo «nos vemos mañana». Su cortón fue tal cual, como si no le importaran mis sentimientos, como si yo fuese igual que Leila y para mí andar...

Depravando a Livia: capítulos 5 y 6

Livia es una bomba de tiempo que está a punto de estallar.

  1. PERSUASIÓN

—Pero ¿tú cómo lo sabes, Leila? —me escandalicé, irguiéndome con mi espalda totalmente en vertical—. ¿Quién te lo comentó? ¿Fue Valentino?

—Ah —Leila entreabrió los ojos—, ¿entonces él también lo sabe?

Me aterrorizó de nuevo tener que pisar estos terrenos tan sinuosos, tan llenos de misterio y de mentiras.

—Leila, ¿de qué trabajos sucios hablas y por qué no me lo habías dicho antes? Y quiero la verdad.

Que me lo dijera Valentino era una cosa, pero… que Leila me...

Depravando a Livia: capítulos 7 y 8

Comienzan los excesos, la sordidez, la impudicia. La calentura echa deseo.

  1. ARDENTÍA

(Recuerda que hoy he publcicado doble entrega, ve al capítulo 5 y 6 si no los has leído)

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Mientras bebía mi siguiente michelada, por petición suya, le hablé sobre mi relación con Jorge, mi escasa comunicación con Aníbal Abascal y la relación tan fracturada que tenía con su hermana Raquel.

—Esa vieja está muy loca, no le hagas ni puto caso. Es una pena que Raquel sea tan castrosa con lo hermosa que es —me dijo, endureciendo su expresión—. Pobre...

Depravando a Livia: capítulos 3 y 4

El redescubrimiento de Livia y sus bajos instintos se vuelven cada vez más agresivos: su calentura, sus deseos y las fantasías sexuales que la poseen la llevan a cometer un primer error.

  1. BAJOS INSTINTOS

“De su miembro sobre su cara…”

Eran las tres de la madrugada cuando Leila me despertó con un mensaje de WhatsApp. Yo estaba en el quinto sueño, probablemente nadando en las insondables aguas de lo onírico, esas aguas donde permanece el inconsciente y la realidad. Siempre solía poner mi teléfono móvil en mi buró, al costado de mi cama, en modo vibrador. Pero por todos es bien sabido que el ruido de la vibración de un celular es semejante al de una locomotora, sobre todo cuan...

Depravando a Livia: Cap 1 y 2

¿Cómo se pervierte una mujer? ¿Por su crianza? ¿Por la influencia de amigos o de extraños? ¿O simplemente porque una sensación muy ardiente y húmeda en su vagina le despierta los deseos contenidos?

1.DECEPCIONES

Tiempo atrás…

Nací en el seno de una familia rancia, religiosa y de clase media compuesta por tres mujeres avinagradas; mi madre, que a pesar de no pasar los cuarenta y cinco años y ser tan guapa, actuaba como si tuviera cien, y mis dos tías cincuentonas, a cual más amargada por consecuencia de sus malas experiencias con los hombres.

En mí volcaron todas sus frustraciones, la totalidad de sueños incumplidos, fracasos y decepciones, convirtiéndome en una niña impedida para...

Depravando a Livia: Presentación

Disfruta de la segunda entrega de la trilogía "Inocencia y Perversión", donde el sexo, las mentiras, la traición y la depravación, te sumergirán en una vorágine de fantasías inimaginables.

"Me niego a vivir en un mundo ordinario como una mujer ordinaria.*A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis.Soy una neurótica, en el sentido de que vivo mi mundo.No me adaptaré al mundo, me adapto a mí misma.”***

Anaïs Nin

PREFACIO

No sólo de pan vive el hombre, sino también de placeres, los que despiertan en el ser las pasiones más siniestras y extravagantes que las provocadas por el amor: los placeres son incontenibles, frenéticos y voraces, se as...

Entrevista a C.Velarde sobre Pervirtiendo a Livia

Preguntas recopiladas que me han hecho respecto a "Pervirtiendo a Livia", y otras cosillas.

Queridos tertulianos. Ha concluido la primera parte de un libro que escribí el año pasado con la firme intención de entretenerme (en medio de una pandemia que parece interminable), escribir algo que me gustaría leer y, por su puesto, de compartirla con ustedes.

Esta historia está sentada en el universo de “Por mis putas fantasías”, pero ojo, pues aunque no hayas leído mis otras historias, puedes entender “Pervirtiendo a Livia” y viceversa tal cual. Esto lo aclaro por quienes me preguntan si debi...

Pervirtiendo a Livia: Cap. 39, 40 y Epílogo

¿Ascenso o descenso a los infiernos? Final del primer libro.

  1. SODOMA Y GOMORRA

JORGE SOTO

Domingo 1 de enero

02: 14hrs

Había hombres y mujeres por doquier y aunque aquellas habían sido competiciones ilegales, por lo que Pato me había dicho por teléfono, un montón de patrullas y policías acordonaban la zona, protegiendo a toda esa bola de cabrones malvivientes.

“Está con ese perro rastrero hijo de puta en calidad de madrina, Jorge, junto con Leila ” recordé las palabras ácidas de Pato en su segunda llamada *“lo que signific...

Pervirtiendo a Livia: Cap. 37 y 38

Entrega semifinal.

37. SUCESOS

JORGE SOTO

Sábado 31 de diciembre

04: 37hrs

Era Livia, mi Livia, y estaba con él. Lo sabía aun si no había podido abrir la puerta, aún si no tenía la certeza de que ella estaba verdaderamente adentro. Encima, la puerta estaba asegurada.

Con asco, recogí la tanga con mis manos temblorosas y la noté humillantemente inundada, al grado de mojarme mis dedos con su acuosidad. ¿Hace cuánto que estaba el tanga colgando allí y por qué no se había secado? Acaricié...