Adela

Un accidente doméstico convirtió, a mi veterana vecina y amiga, en mi amante

Antes que nada, y siguiendo el esquema predominante en este sitio, voy a describirme un poco (ya que es mi primer relato, no es cosa de empezar rompiendo las reglas, jejejeje). Soy un tío normal, tengo 44 años, moreno canoso, mido 180 cm, con algo de sobrepeso (no gordo, pero sí con un poco de peso de más), ojos marrones, ni feo ni guapo. Vamos, el típico cuarentón de los que las mujeres se cruzan por la calle y no miran dos veces. Tampoco es que sea una persona extrovertida, ni mucho menos. Soy algo tímido...

Recibiendo una lección

Marta comete un error por el que pagará su madre Ana

Ana y Marta , madre e hija que más bien parecían hermanas dado que la primera a pesar de haber sobrepasado los 40 se mantenia muy joven. Ana tiene 42 años morena y un cuerpo de  escándalo con una altura de 1,70 y unas medidas de 110-60-90. Su hija había heredado su belleza u su cuerpo también morena 1,68 y unas medias de 100-62-92.

Esta historia relata como madre e hija van a comprar a un centro comercial donde la hija comete el error de robar un producto, es descubierta por el de seguridad  y su madr...

Jóvenes maduras (lV)

De cómo mi feliz y despreocupada vida de soltero fue aniquilada por una adolescente y la madre que la parió.

  1. Víctima: Persona que sufre un daño o perjuicio.

Cuando pasé esa tarde a la habitación, Mario estaba en el sofá delante de la ventana. Sin embargo, al no poder levantar la cabeza, lo que Mario había estado contemplando no eran los campos de hierba que se extendían frente a la residencia si no el rincón vacío donde se colocaba el propio sofá articulado cuando él no lo utilizaba. De su boca pendía un hilo de saliva como si se hubiera tumbado a dormir la siesta justo después de comer, pero Mario no ten...

Mi primera vez con Mari

Ha sido mi primera experiencia con una mujer madura a consecuencia de un masaje en principio, inocente, para ir poco a poco, pasando a ser una experiencia sexual de lo mejor que he vivido. Mari era una mujer con unas curvas divinas y con poco sexo del bueno.

Esta es una de mis vivencias, más inesperadas. He tenido diversas y muy diferentes experiencias sexuales, algunas ya las he contado, otras están por escribir.

Que nadie piense que soy un guaperas, ni nada parecido, soy un chico de lo más normal en cuanto a físico, que no siempre es lo más importante para poder vivir experiencias de cualquier tipo y con distintas mujeres. Digo todo esto, porque en mis anteriores relatos, me han escrito diferentes personas, algunas, felicitándome y otras todo lo contrar...

Mi antigua maestra.

Me llamo Darío, tengo veintiocho años y me enamoré platónicamente de mi profesora de aquel momento: la señorita Celia. Este es el relato en que cuento cómo acabamos, años después, en la cama.

Creo que debo empezar esta confesión diciendo que en aquel momento no era más que un enamoramiento inocente. Ella era una maestra joven y bonita, recién salida de la universidad o casi. De veintipocos años, pelo rizado de un color castaño peculiar que tiraba a rojizo, piel blanca y llena de pecas, grandes e ingenuos ojos de color azul cielo y una cara dulce que a todos nos transmitía serenidad y cariño. Era nuestra profesora de lengua y tutora y consiguió que todos los alumnos nos enamorásemos ligeramente d...

Las casadas son honradas hasta que las desatienden

Un accidente provoca que un muchacho y una madura pasen una noche inolvidable.

Tenía dieciocho años cuando llegué a Inglaterra. Era enero y desde el taxi que me llevaba del aeropuerto de Heathrow a mi lugar de trabajo vi todo nevado. Sonreía cómo un tonto al ver todo blanco, y nunca mejor dicho lo de tonto, ya que un mes después estaba hasta los cojones de tanta nieve.

Iba a perfeccionar mi inglés y de paso a ganar algún dinero. Pasé de un colegio a un hospital y luego a otro hospital pensando que iba a trabajar menos. En el segundo hospital un español cincuentón al que le conté...

El bufete y el viaje con Susana

Nuestra cliente y amiga Susana nos pide ayuda para encontrar a su ayudante y a su sobrina, perdidas en Berlín tras el confinamiento.

Este relato pertenece a la serie de “el bufete”. Su lectura es completamente independiente de los otros tres relatos anteriores, “El bufete de la perversión”, “El bufete del sexo” y el “El bufete y el oro”, aun cuando sea recomendable su lectura. Pensaba hacer un solo relato, pero ha empezado a hacerse demasiado largo y he preferido dividirlo en dos. Espero que lo disfrutéis todos y especialmente Susana como protagonista de nuevo, espero que me luego me cuentes si lo has disfrutado.

Después de la di...

La madurita del piso de enfrente

Con sus manos apoyadas en la encimera, comenzó a hacer movimientos con su culo alrededor de mi polla

Hola Me llamo Javier, hoy os quiero escribir una vivencia que me ocurrió hará unos cuatros años, soy del sur de España, tengo 27 años, mido 1,82 cm, moreno con un cuerpo cuidado, peso sobre 70 kg, soy albañil de profesión, me contrataron para una reforma en un piso, era en un sexto piso, un edificio antiguo, solo había dos pisos por plantas, la escalera era pequeña, y un pequeño ascensor, para 4 personas.

Enfrente del piso donde iba a realizar la reforma, vivía un matrimonio mayor, él tendría sobre 60...

El deseo y el placer del cornudo.

El título no es mío, es lo que me dijo un hombre casado, exactamente el título completo seria… EL DESEO Y EL PLACER DE SER UN CORNUDO REPRIMIDO DURANTE AÑOS. Pero como era demasiado largo lo he resumido.

Corren malos tiempos pero lo importante es no perder la esperanza. La vida continúa, con sus alegrías y sus menos alegrías. Trabajar mucho hace que uno vea menos problemas, porque no le da tiempo ni para respirar, claro esto lo digo yo que no soy sanitario porque ellos no pensarían lo mismo. Un abrazo solidario para todos ellos. En mi nueva faceta, me refiero a haber decidido tener más tiempo para mí, se me hizo complicado los primeros días y con bastante mono de estar conectado con todo y con todos. Me dio...

Madura buscando morbo 3 y final

A veces el deseo vence y los cuerpos se dejan ir dando paso a los instintos más primarios.

Esta va a ser la tercera y última parte de este relato, donde los instintos ganan terreno y los cuerpos se abandonan a la lujuria y al deseo de sexo compartido. Los juegos compartidos son más excitantes…

Como os iba contando en mi anterior relato, la habitación olía a sexo y mis gemidos habían llenado cada rincón cuando decidí ponerme en pie nuevamente e ir hacia mi compañero de juegos.

Sólo al poner los pies en el suelo noté mis fluidos deslizarse por el interior de mis muslos. Se formaban gota...