Ricky, el perro callejero 8
El cruel castigo a Saúl por parte de Ricky por haberle arrancado a su hermano mayor el piercing que le había regalado su Semental.
Saúl acababa de arrancarle el piercing del ombligo a Luis, su hermano mayor, de un mordisco. Ricky estaba lleno de ira por aquel acto de desobediencia.
“Cerda, ve a curarte esa herida y luego coge un par de pantys de la puta de tu madre y baja al comedor” le ordenó Ricky a Luis.
“Ssi, Señor Ricky” le respondió sumisamente el rubio, que se tapaba la herida sangrante en su estómago con ambas manos.
Luis se marchó al lavabo y se puso alcohol en la herida, limpió toda la sangre y buscó u...