El Penal de los Lamentos 22
Al día siguiente el Cónsul hace que enjaecen a sus dos ponygirls para pasear con ellas por las granjas y presumir de yeguas
Tras la toilette y el enema, Rebeca y Lana se presentaron relucientes y maquilladas para cenar con el Cónsul Smith.
- Así, muy bien, peinadas y maquilladas parecéis otra cosa, ¡vamos, y ahora de rodillas! mientras esperáis a que nos traigan la cena.
Las chicas obedecieron como perritas buenas y Los criados fueron entonces a la cocina. Al de un rato Marco vino portando una humeante sopera que olía a gloria y que pasó por delante de los morros de las dos hambrientas potrillas.
El hombre tu...