Mi primer castigo

Relato dedicado a alguien especial, Usted ya sabe a quien me refiero. Espero que os guste tanto como a Él

Le gusta retarle, Él ya lo sabía, no era la primera vez y tampoco sería la última, ambos lo sabían, pero sí sería la vez más especial. Era su primer castigo, y Su Amo se encargaría de que nunca lo olvidara.

Le había dicho muchas veces que debía pedirle permiso para correrse, y ella lo había intentado, pero la noche anterior no pudo, después de tanto tiempo fantaseando a través de internet sobre lo que haría y cómo lo harían, esa noche no pudo evitar correrse ante un maravilloso orgasmo mientras Él le...

Condenada a trabajos de cantera

En un país insular remoto, una mujer es injustamente condenada a trabajos de cantera, acusada por la embajadora de su país por no acceder a sus deseos lesbicosCondenada a trabajos de cantera Una guapa mujer rubia, desnuda, sudaba abundantemente mientras agitaba un pesado martillo aplastando piedras

Condenada a trabajos de cantera

Una guapa mujer rubia, desnuda, sudaba abundantemente mientras agitaba un pesado martillo aplastando piedras en la cantera… Era la reclusa S83574 como se podía ver por el número marcado a fuego en sus pechos… S83 en el pecho izquierdo y 574 en el derecho.

Estaba encadenada a otras reclusas de esta infame prisión femenina por las cadenas que unían sus tobillos... Todas las reclusas eran mujeres nativas que habían sido condenadas por delitos violentos en este pa...

Xi Wang Mu

Corto relato Femdom, CBT, y castración

Xi Wang Mu era una hermosa y delicada belleza china, entró al salón donde se hallaba el altar del sacrificio, iba apenas vestida, su esbelto cuerpo cubierto por un batín traslúcido de seda blanco perla, sus hermosos pies calzaban sandalias planas de cuero negro.

El salón circular de paredes de piedra negra era iluminado por cinco cirios negros, puestos sobre pedestales de bronce, al centro de la habitación se alzaba el altar de sacrificio, una plataforma labrada en piedra negra con forma de estrella d...

Denisse La Ama Vampiresa. Parte II

Relato de Femdom, una cruel Vampiresa y su grupo de machos esclavos, sexy continuación.

Diario secreto de una Diosa,

Estoy frente al tocador. He descansado y saciado mi sed, estoy relajada. Todo gracias a mis esclavos. Veo al espejo, estoy pasando el delineador por mis labios, les he dado un color negro. He aplicado una sombra oscura, gruesa alrededor de mis perfectos ojos azules, todo mi maquillaje confiere a mi rostro un bello toque maligno, hasta yo misma me asusto de lo malvada que parezco.

He arreglado mi cabello negro suelto, estilizándolo con laca, se ve muy hermoso, la...

El tratamiento

Mi primer relato, si les gusta, va la segunda parte.

Aquella noche tenía mi primera cita con un hombre que conocí a través de una aplicación para conocer pareja, me parecía muy atractivo y planeamos salir de copas, por lo que me arreglé lo mejor que pude y llegué al lugar sin demasiadas expectativas. El me esperaba en la mesa del bar, me pareció mucho más atractivo en persona, era alto y fuerte, debo admitir que la atracción sexual fue inmediata, su nombre era Damián. Se mostró muy caballero y agradable, por lo que me relajé y (gran error) bebí unas cuantas c...

Denisse La Ama Vampiresa. Parte I

Relato de Femdom, una cruel Vampiresa y su grupo de machos esclavos

Testimonio de un esclavo,

Es de mañana, acaba de amanecer. Me he despertado, como todas las noches he dormido desnudo sobre una alfombra extendida en el piso. La cama esta junto a mí. En ella duerma todavía mi Ama.

Su nombre es, Ama Denisse.

Ella nunca me ha permitido acostarme en su cama.

De rodillas me acerco, las sábanas son de seda negra, suaves al tacto. Mi esterilla en el suelo es áspera y rasposa.

Mi Ama se mueve, cambia de posición, pero continúa dormida. Me asomo....

El príncipe que se convirtió en verdugo. Parte 2

Comencé a sentir que mi piel se desgarraba pues se concentró en la parte interior de los muslos, donde hacía algunas horas, mi piel había probado la fusta.

Estuve en aquella posición durante mucho tiempo. Incluso pensé que se habría olvidado de mí. Las luces estaban apagadas con ello perdí la noción del tiempo. No sabía sí con certeza era de día o de noche. Agucé el oído y pude escuchar sus pasos acercándose, le vi entonces completamente desnudo con una lata de cerveza en mano, se acercó a un aparato que tenía por ahí y comenzó a tocar música de AC / DC a un volumen considerable. Tomó un gato de nueve colas de la pared que exhibía muchos de sus instrumentos,...

El Castigo Parte I

Relativo de fantasía femdom extrema

EL CASTIGO

Parte I.

DE LAS CRÓNICAS DE LAS DIOSAS SADICAS

En el Santuario de la luz y de el Amor.

-Fuiste acogido en este templo, se te dieron privilegios, pero fueron inmerecidos. –La voz de la Suprema Sacerdotisa Thalia sonaba caustica y cortante, más que suficiente para llenar de terror al corazón del más valiente.

Estaban en un patio rectangular, abierto al cielo, rodeado de altas columnas jónicas en sus cuatro lados. En medio del patio se levantaba un marco de ma...

El príncipe que se convirtió en verdugo

En cuestión de nada llegamos a su casa, el viaje en aquel animal de acero y su vibración me puso a mil yo estaba mojadísima y lista para ser penetrada. Cuando encendió las luces, pude ver todo con claridad y entonces mi sonrisa y cualquier pensamiento que hubiese tenido se esfumaron.

  • ¡Vamos! ¡Esfuérzate más! ¡Me gusta cuando se resisten!

Esas fueron las palabras que escuché mientras forcejeaba a fin de evitar ser atada en aquella mesa. Estábamos en una especie de almacén, eso lo supe cuando llegamos.

Reconozco que llegué ahí por voluntad propia ¡No tenía razones para dudar de él! Lo conocí durante mis largas horas de trabajo, soy mesera en un Bar a donde asisten motociclistas en su mayoría, la paga es excelente, no entiendo porque la última chica renunció. Evidentement...

El Penal de los Lamentos 30

Termina la historia pero el Penal de los Lamentos sigue ahí esperando a sus futuras víctimas

Al día siguiente muy temprano todo estaba preparado para la siniestra ordalía. Tres altas cruces de madera descansaban en el suelo del patio y delante ellas habían preparado varias decenas de sillas y carpas para los invitados pues se preveía un día muy caluroso y un sol de justicia cuyos efectos se añadirían a los sufrimientos que deberían padecer las mujeres  crucificadas.

Asimismo, el resto de las reclusas tuvo que formar en filas para ser testigos de la ejecución.

Por su parte, Jane, la dire...