Ikkiuchi
Un relato erótico sobre la locura a las que nos arrastra el deseo.¿Qué es la realidad?
Estaba sentada a horcajadas sobre él. Forcejeábamos jugando a someter al otro. De momento había empate. Él era más fuerte, pero yo lo aprisionaba con mis muslos y aunque elevaba la cadera no podía girarme. Su sexo se clavaba en el mío a través de las sábanas volviéndome loca. Metí los talones por debajo de su culo afianzando la presa y me aferré a sus brazos. Susurró con voz quebrada: «quiero que me ates». Sin soltar la presa, arqueé el cuerpo para agarrar sus calcetines del suelo. Até sus manos al cabecero...