Exhibición
Victoria comenzó entonces a masajearlo, moviendo cadenciosamente ambos muslos, entre los cuales la emparedada polla se deslizaba como un rodillo. La excitación del hombre creció con rapidez, delatada por su agitada respiración y por el brillo de sus ojos...
Al salir del aparcamiento le llamó la atención el gesto de la mujer, entre ofendido y asqueado, pero no alcanzó a oír lo que le decía a la adolescente de la que tiraba del brazo, mientras ésta giraba la cabeza hacia atrás, mostrando una sonrisa divertida y pícara.
Descubrió el objeto de interés de ambas mujeres al doblar la esquina. Un hombre de aspecto peculiar, quieto en mitad de la calle, se le quedó mirando y aguardó a que pasara a su lado para abrirse la amplia gabardina con la que se cubría y de...