El Roast de Adolf Hitler 2

Capítulo 2. Tirano y asesino

2. Tirano y asesino

—Bueno, bueno, bueno. Espero que estés preparado, querido Adolf, porque tus mejores amigos están como locos por cubrirte de alabanzas. —le dice Sammy, mostrando su más típica sonrisa de truhan— La verdad es que ahora que me paro a pensar, jamás ha habido un dictador más tiránico en la historia. Ni siquiera los mogoles se te pueden acercar. Es verdad que en proporción puede que matasen más gente que tú, pero por lo menos a la hora de matar eran más democráticos. No se paraban a...

Camino a casa

Dos adolescentes no soportan las ganas de tocarse mutuamente en el camión urbano camino a su casa.

Eran cerca de las tres de la tarde,  quedamos de vernos en la parada de siempre y justo acabábamos de salir de la preparatoria quien en ese entonces era mi pareja y yo. Esperábamos el camión como de costumbre para ir a su casa a pasar el rato y probablemente coger. Recuerdo que ese día estaba molesto conmigo, no recuerdo bien la razón pero no cruzaba palabra, al poco tiempo pasó la ruta que estábamos esperando.

Me dejó pasar primero para después pagar el pasaje, la ventaja de eso es que quien toma la...

¿Nos atrevemos?

Parejas intimas...

Pedro miraba de reojo mientras penetraba a su novia Pauli. Ella, abierta de piernas, mantenía los ojos cerrados mientras gemía con cada embestida suya. Embestidas que cada vez eran más fuertes e iban transformando sus gemidos en pequeños gritos de placer.

A su lado, Merche y Javi, su pareja amiga de toda la vida, desnudos y en la misma postura, follaban igual que ellos. Pedro les lanzaba miradas fugaces y con cada una de ellas, sentía la sangre bombeando a su pene, como si pudiera estar más hinchado y...

La novia obediente (Fetichismo del cabello)

Corría el año de 1890, donde se llevó a cabo una boda, la de Sebastian y Elizabeth, ahora ella tendrá que obedecer a su esposo.

Hola, primeramente quiero decir que este relato no me pertenece, fue escrito hace años, en una página que al parecer ya no existe, lo publico porque no quiero que se pierda, espero que les guste.

La boda había sido hermosa, Elizabeth o también conocida como Lizzy, era por fin la esposa de Sebastian. Era una mujer hermosa con un largo y hermoso cabello rubio que colgaba hasta su cintura.  Era 1890 y ella era la más bella entre la sociedad victoriana.

Sebastian subió a Elizabeth al carruaje, donde...

El Roast de Adolf Hitler 1

De todos los Roast que sería imposible hacer, ¿Quién no querría tener a Adolf Hitler con toda su camarilla tirándose los trastos? Sammy Davies Junior presentara a amigos, enemigos y amantes del dictador que hablarán de él. Heidrych, Stalin, Eva Braun, Göring y otros se despacharán a gusto ante el dictador y recibirán su réplica.

El Roast de Adolf Hitler

Prólogo

Hasta él sabe que es el final, ya nada puede salvar su Reich de los mil años. Los obuses de los rusos caen cada vez más cerca, haciéndose oír incluso en la profundidad del bunker de la cancillería, bajo varios metros de hormigón. Uno cae especialmente cerca, haciendo parpadear ligeramente las lámparas del techo. Se le ha acabado el tiempo.

Arrastrando los pies por el largo y estrecho pasillo se acerca a sus habitaciones. Las risas beodas y los ruidos...

Ardiendo de pasion

Encuentro de una noche inesperada y caliente

Era una noche fría y solitaria, ella estaba en un bar en la esquina de la barra tomándose su bebida estaba sola. Justo en ese momento pasaba un chico no muy alto corpulento moreno  y vio como sus ojos claros se clavaban en sus  piernas largas y bonitas que  hasta llegar a su cintura que cada vez más calor sentía cuando notaba sus ojos clavados en ella.

Ella lo miraba  con más deseo aun, su mirada le sonaba familiar esos ojos claros con pestañas abundantes con lo que ella soñaba  volver a  ver.

É...

En el metro de regreso a casa.

...un par de estaciones más adelante, avancé con torpeza entre las personas para acercarme a la puerta de salida. Cuál piezas que se mueven en un tablero de ajedrez, para completar una jugada, ese moreno de deleitable piel y yo, quedamos a poca distancia...

El  calor sofocante en el vagón del metro, de las sensaciones que acompañan a toda persona citadina. De ese día en  particular, me recuerdo ir agarrada de la parte superior del pasamanos, aprovechando para estirar un poco los brazos con la mochila en el piso, entre las piernas. En la proximidad de la gente a veces resultaba difícil sostenerme en pie mientras empujaban para un lado o el otro.

Volvía de la escuela a casa, y vestía lo más cómoda: unos mayones, calcetines, tenis, una playera, y la estor...

Mi tía y el gimnasio.

Siempre es bueno explicar las cosas dos veces.

Desde bien pequeño siempre he sido el típico chico con unos kilos de más, o como me solían decir en clase “el gordo”. Hasta que bien entrada la adolescencia descubrí la combinación de salir a correr con flexiones y abdominales y empecé a perder peso.

La diferencia de físico fue tan notoria que hasta había gente que no me reconocía cuando les saludaba por la calle. Mis amigos siempre me decían que me apuntase al gimnasio con ellos, pero teniendo en cuenta que solo había uno en todo el pueblo; iban todo...

Un final feliz

Una experiencia real sobre un centro de belleza (no asiático) convertida en relato erótico. Espero que os resulte tan excitante y placentero como a mi la visita.

Se acerca el verano y es el momento de irse preparando. Para esto, acudí hace unos días a un centro de belleza. Fui a depilarme y a que me hicieran un tratamiento de hidratación de la piel y nutrientes. Hay que cuidarse.

Nunca había ido a ese centro y la primera impresión fue muy positiva. Todo decorado con maderas, plantas y una sensación muy natural. Una chica de unos 40 años, me recibió con mucha simpatía. Fue con la que hablé por teléfono.

Acto seguido, me invitó a sentarme en una pequeña zo...

Mis microrrelatos V .... En el Camposanto...

Ernesto es testigo de una situacion insólita en un pequeño cementerio rural.

Ernesto se situó en su lugar preferido para desayunar. Entre dos panteones, pegado a la tapia y a la sombra de una frondosa higuera. Allí, sobre el suelo de mármol que rodeaba la construcción fúnebre, se estaba relativamente fresco y a salvo de miradas curiosas. No es que en el caso improbable, de que un día laborable por la mañana apareciera alguien, le fuera a importar encontrárselo desayunando. Allí en el pequeño pueblo todos se conocían. Pero él conservaba costumbres de la gran ciudad. Y prefería que si...