Ella sabe perfectamente

Ella sabe perfectamente cual es mi posición preferida.Ella sabe perfectamente cual es mi posición preferida. Me gusta follármela por detrás. Y no me refiero a metérsela por el ano, que también. Sino a estar detrás de ella, agarrándola bien por el culo y follándomela duro sin parar...

Ella sabe perfectamente cual es mi posición preferida.

Me gusta follármela por detrás. Y no me refiero a metérsela por el ano, que también. Sino a estar detrás de ella, agarrándola bien por el culo y follándomela duro sin parar.

Esa piel blanca de su espalda, su pelo moreno largo que le cae hacia uno de los lados. E imaginármela mordiéndose los labios y cerrando los ojos con cada embestida de mi verga.

Esto último me excita especialmente: no mirarla mientras me la follo. Verla sólo por det...

Para que te voy a decir lo contrario

Para que voy a decir lo contrario: soy muy buena chupándola. Se que suena atrevido y pedante. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Pero no lo digo yo. Me lo han dicho todos mis amantes. Que tengo una garganta que es la jodida entrada húmeda al paraíso.

Para que voy a decir lo contrario: soy muy buena chupándola.

Se que suena atrevido y pedante. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Pero no lo digo yo. Me lo han dicho todos mis amantes. Que tengo una garganta que es la jodida entrada húmeda al paraíso.

Eso si, tengo una norma, en mi boca sólo entran pollas bien duras. Nada de pichas flácidas a medio hacer que se me quieren meter para ver si así cogen tono. Estos labios, esta garganta, esta lengua no esta hecha para mediocres. Pero tran...

Dos extraños

La joven se derrumbó sobre él y se corrieron juntos mientras los besos ahogaban los gemidos-

DOS EXTRAÑOS

Ella le puso el plato de paella en la mesa. Él estaba catando el vino tinto, que por cierto, era malo cómo la peste, nada que ver con el tinto del país que tomaba en su tierra, Galicia. Ella, con acento sudamericano, le dijo:

-Espero que todo esté de su agrado.

Él la miró. Era una chica morena de casi metro setenta, de ojos preciosos, sonrisa angelical, lindo rostro y rellenita, no estaba gorda, tenía donde agarrar... Buenas tetas, buen culo... Le gustó, pero no se molestó en...

Esquina Cafe

“Las almas destinadas a encontrarse no necesitan presentación”

Un café doble y una tostada

Deberías arriesgarte hoy

¿Debería yo arriesgarme hoy?

“Un café doble y una tostada”

Como lo esperaba

¿Qué más esperaba?

“Las almas destinadas a encontrarse no necesitan presentación” decía el titular de un artículo barato de revista juvenil. Siempre he sido una persona muy seca e insípida. Cuando alguna frase cursi se escucha salir de mi boca más de uno se siente aludido, ¿será que no soy capaz de amar? Pues tengo muy claro que amo a mi madre,...

No quería otra cosa

Ese día realmente no quería otra cosa. Me había levantado con unas ganas terribles de que me follaran. Quería que de repente apareciera un hombre con ganas de penetrarme con fuerza...

Ese día realmente no quería otra cosa. Me había levantado con unas ganas terribles de que me follaran. Quería que de repente apareciera un hombre con ganas de penetrarme con fuerza. Que me lamiera, que me besara, que me metiera la lengua y los dedos, primero despacio, para que humedeciera, y luego con cierta violencia. Quería sentir en ese momento mis pezones cada vez más duros y que me los mordisqueara. Todo mi cuerpo era una ola que se mecía por mi cama esperando meterme una buena polla en la boca, bien d...

Actividad para sábados nublados

Un día tranquilo y aburrido merece que lo contrasten con buen sexo.

Era un sábado común, un día cualquiera, me desperté temprano a la mañana descubriendo que no tenía nada para hacer. Ya había rendido el ultimo parcial de mi cuatrismestre universitario, no tenía planes para salir y el día estaba nublado que no me invitaba a improvisar una salida. Pintaba sábado casero en mi departamento.

Los sábados mi compañero de piso trabaja de mañana, cosa que me deja valiosos momentos sola donde puedo hacer lo que yo guste. Lo que me gusta principalmente es estar desnuda por toda...

Descubriendo mis fetiches

Me muerde como si quisiera comer la carne de mis labios, su lengua acaricia la mía y el interior de mi boca; su mano alcanza meter en mi cuca empapada dos de sus dedos deliciosos;

Con las piernas abiertas en medio del umbral, a mi espalda me recorre en un escalofrío su respiración; me arropa y me hace jadear con su tamaño, me mueve y me dispone a su antojo; me arranca un beso profundo sin dejarme girar, me muerde como si quisiera comer la carne de mis labios, su lengua acaricia la mía y el interior de mi boca; su mano alcanza meter en mi cuca empapada dos de sus dedos deliciosos; parece saber que mi delirio son las manos, el roce con las paredes de mi vagina me hace desearlo más y le...

Un estreno...de pelicula

Lo que puede dar de si una noche de cine...

Sonia ya tenia las entradas para el estreno. La verdad es que habiamos esperado impacientemente a que estuviera en cartelera. Como casi siempre fui a buscarla a su casa y tal como si se tratara de un pase de modelos espere a que bajara las escaleras que separaban su portal de la calle para deleitarme con ese momento tan especial para mi. Alli estaba, como un angel, su silueta ingravida se acercaba hacia mi con esa mirada cautivadora. Un beso profundo nos unió para saludarnos. El carmin de sus labios me dibu...

Descárgate, mi amor

Descárgate, mi amor. Se que llevas un día horrible y necesitas parar, relajarte...

Descárgate, mi amor. Se que llevas un día horrible y necesitas parar, relajarte.

Déjame ayudarte. Déjame desnudarme para ti. Ponerme los pechos en la cara y que me los lamas, que me los mordisquees. Quiero que la polla te apriete dentro del pantalón y que no te la saques todavía. Me he puesto esta faldita corta para ti, ¿acaso no te has dado cuenta, tonto? Méteme la mano por arriba y llega hasta mi chochito. No seas tímido. Indaga. Curiosea. Recréate. Y no dejes de meterme dos dedos dentro. Sabes cuán...

Correrse en mis manos

Lo que yo realmente quería era que Miguel se corriera en mis manos...

Lo que yo realmente quería era que Miguel se corriera en mis manos.

Sí, en mis manos. Una enorme corrida lechosa y espesa para poder lamerla luego despacio, a placer, y tragármela finalmente a mi ritmo. No recibirlo de esa manera impetuosa y abrupta que tienen los hombres de dártelo, a chorro limpio salpicándote en la mejilla, en el pelo o en la comisura de los labios. Todo eso no es que estuviera mal, pero a mi lo que de verdad me excitaba era tener el control de su semen. Disponer de él completament...