Pillé a mi vecina recién divorciada muy caliente10
PENULTIMO CAPÍTULO DE LA SERIE. Nuestra vecina no puede ocultar la atracción que siente al ver entrar en el restaurante a Bea, la joven embarazada y es que el conjunto de lino blanco totalmente pegado que había elegido para esa noche magnificaba tanto sus pechos como su germinado vientre.
15
«Ya debe ser la hora», pensé al oír que Paloma y María salían del baño. Asumiendo que habían terminado de acicalarse, cogí mi chaqueta y salí del cuarto. Al cruzar la puerta me encontré con que me esperaban embutidas en unos vestidos de noche francamente provocativos. Con grandes escotes y escasez de falda, dejaban al descubierto la mayor parte de sus cuerpos.
Durante unos momentos, babeando su belleza, disfruté mirándolas. Ellas, lejos de sentirse incómodas por mi repaso, se sintieron ha...