Un buen escarmiento

Un castigo a la infidelidad, o quizás a la falta de confianza

Al salir de una reunión con un cliente, mire la hora. Eran las 17:00 y con el transito que había, si volvía a la empresa llegaría a las 18:00, que era la hora de plegar. Así que como que estaba cerca de casa, llame a la empresa para saber si había algo urgente que requiriera mi presencia, y como que no lo había les dije que no volvería a la empresa sino que iría directamente a mi casa, que estaba a menos de 15 minutos de donde estaba. Esto no era la primera vez que lo hacia, y tenia el beneplácito de mi jef...

Final Sin Retorno

Los celos siempre han sido algo que han causado mucho daño a la relación con Cristina, tanto es así que es necesaria una terrible terapia para librarme de ellos.

Cuando la conocí realmente cambió mi vida en 180 grados, Cristina es una mujer tremendamente guapa y muy sensual, jamás pasa desapercibida en el lugar que se encuentre, siempre es la admiración de hombres y mujeres, aunque estas últimas a mi parecer siempre guardan cierto nivel de envidia con ella. Nunca entendí por qué ella se fijó en mí, seguramente podía ver mucho más allá de lo que mis palabras podían decir y mis gestos podían mostrar, seguramente me descubrió como el ser que podía acompañarla por el ca...

De viaje y con tarea

Mientras el negro me atendía no dejé de pensar en la orden que me habían dado y lo mucho que me había esmerado en cumplirla, el pensar en ello incrementó mi calentura y me hizo portar como la puta mama vergas que soy.

Tengo un macho que simple y sencillamente me encanta, me trata como su puta, me da órdenes perversas y me calienta como pocos.

Un buen día le comenté que saldría de vacaciones a EUA y después de varios mensajes llenos de lujuria, por fin me lanzó una orden fulminante que me hizo mojar al instante:

  • Quiero que te consigas un negro con una verga grande para que coja como la puta que eres

La verdad la tarea no era sencilla, no por otra cosa sino por el hecho de que haría acompañar de mi mari...

Mi amigo me pide que me acueste con su mujer 2/2.

Segunda parte y útlima (es una continuación a pesar de que el título lo he tenido que acortar). Nos volvimos a ver nuevamente los tres y la confianza entre nosotros era total, pero la felicidad es un estado momentáneo y es que aquel año marcaría nuestras vidas.

Recomendación leer el primer relato, si no lo deseáis podeis empezar por este.

Habían pasado un par de meses desde que me acosté con Melissa por petición expresa de Carlos. Durante aquel tiempo no perdí el contacto con ellos y es que éramos amigos desde siempre y no quería que nada cambiará, aunque por extraño que fuera las cosas sí que habían cambiado.

Durante aquellos meses no paraban de enviarme fotos desde todos los sitios que visitaban: Nueva York, Toronto, Helsinki, Buenos Aires. Realmente...

Vacaciones con matrimonios amigos.

La categoría podía ser SEXO CON MADURAS, BISEXUALES, TRÍOS, complicado decidir. El dudar para decir NO, al final provoca unas situaciones calientes y cachondas de lo más inverosímiles.

Hay momentos y situaciones que se pueden enredar de una manera inesperada. Una mañana desayunando solo, apareció un compañero mío, Alfonso, con el que me llevaba bastante bien y se sentó conmigo, vio que estaba planificándome unos días libres y me pregunto. Le empecé a contar que como me gusta el senderismo, estaba buscando una casa rural donde pasar unos días, en naturaleza y con tranquilidad. Alfonso entonces me dijo que le gustaría ir el también, que seguro que a su mujer le encantaría. Me quede dudando...

Historias de oficina II

Cosas que pasan

Historias de oficina II.

Oí llegar a Pilar, bolso, móvil , entró en mi oficina para saludarme,

-       Buenos días, jefe.

-       Buenos días, cielo, ¿cómo has dormido?

-       Como una reina, me encuentro fenomenal.

-       Me alegro muchísimo, yo he dormido poco, toda la noche tuve tu luz en mis ojos.

-       Que galante!, eres un adulador ¡ , si sigues así caeré en tus brazos sin remedio.

Mientras me decía esto gesticulaba graciosamente, reí sus gracias,  ese dí...

Embarazada

"Una embarazada puede tener unas ganas horribles de todo esto y de mucho más, y le iba a hacer pagar el mundo disfrutando de lo que me apeteciera, sin control ni límite".

38 años y estaba embarazada. Me había tocado la china. Con lo que podía yo haber disfrutado ese verano. No hacía otra cosa que incordiar a los demás con lo de mi embarazo -a mi madre, a mis amigas, a mis vecinas-, pensar en cómo desquitarme, en cómo resarcirme. No es que no fuera deseado, era otra cosa. Era como hacer pagar al mundo por haberme hecho una barriga. A mi marido, pero también al mundo. Mi marido estaba trabajando muy lejos, en otro país. Mi hermana y mi cuñado habían venido a pasar parte de sus...

La niñera. descubriendo Ana.

Cuando un padre de familia se ve obligado a dejar de pensar y dejar salir el hombre que lleva dentro

Ocurrió uno de esos días qué mi esposa tiene que dormir fuera de casa por trabajo cosa que algunas veces ocurre, ya que debido a su profesión a veces tiene que salir de la provincia y hacer noche fuera. La casualidad hizo que yo ese día tuviese una cena de empresa con mi jefe, aunque bueno más que cena de empresa era una reunión después del trabajo camuflada de cena, para poder así estar trabajando unas horas más sin tenerme que pagar horas extras, debatiendo planes y situaciones a llevar a cabo para la mej...

El dia del padre

Como terminé en 4 con el negro amigo de mi hijo

Esta historia me la mando TAMARA LOPEZ SANCHEZ y me pareció un relato lleno de morbo que hasta yo termine tocándome.

Hola me llamo Tamara López Sánchez tengo 48 años soy ama de casa. Vivo en Sonora, México, aun que mis padres son de Colombia digamos que tengo sangre colombiana. Mido 1,77m soy de piel blanca, pelo castaño claro, ojos verdes y mis medidas son 90-65-100.Antes de tener a mis dos hijos tenía 90 de nalgas y después de tenerlos aumentaron a 100. Acudo al gimnasio casi todos los días, y tambi...

Jugando con fuego (Libro 2, Capítulos 39 y 40)

Continúa la historia.

CAPÍTULO 39

Aquella proposición era irrechazable, si bien María parecía más tranquila que yo. No es que yo tuviera miedo de aquellos chicos, ni mucho menos, pero sí creo que era más consciente de que aquel chico le tenía seguramente bastantes ganas a María, y no solo ganas sexuales; bebíamos de nuestros gin tonics y recordaba ciertos mensajes agresivos de Álvaro, enfadadísimo, rozando lo violento, porque ella no le escribía, no le enviaba fotos o no le respondía a sus llamadas.

También pensaba q...