Jugando con fuego (Libro 2, Capítulos 43 y 44)
Continúa la historia.
CAPÍTULO 43
Mientras subíamos en aquel habitáculo miré el reloj, eran casi las tres de la madrugada. Llevábamos bebiendo ni se sabía cuántas horas y María parecía mantener la compostura mejor que yo. Al menos irradiaba una dignidad que tapaba en cierta forma su embriaguez, aunque esta fuera latente. Una dignidad que era triple, pues fingía que lo de Sofía llevándose a Guille no la había jodido, fingía que aquellos besos con Álvaro no la habían afectado y daba por hecho que la pérdida de su móvil no ob...