Le fui infiel a mi marido en semana santa 1

Si tienes una esposa sexy, nalgona y tetona no la dejes ir sola a la playa.

Algunos de ustedes ya me conocen y para los que son nuevos y aun no, mi nombre es Mirabel, soy casada con José, tengo 2 hijas una de 11 y otra de 20. Tengo 40 años, mi marido 56. Soy Venezolana pero he vivido en Mexico desde hace ya 20 años cuando me case con mi marido. Mi marido tiene negocio propio, es arquitecto yo soy profesora, actualmente supervisora escolar, y también soy ama de casa. Soy medio rubia pelo largo hasta la cadera, mido como 177, unos 58 kg, mis medidas son 91-60-98. Soy atractiva de car...

Pillé a mi vecina recién divorciada muy caliente 3

Al verla necesitada, mi esposa siente lastima por nuestra vecina y me pide que le ayude a conseguir un novio sin saber que yo me la andaba tirando. Al contárselo a ella, riendo me responde que porque no mejor le busco una novia. -¿Tienes alguna candidata?- pregunté. -Sí, tu mujer- riendo contestó.

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Sabiendo que debía tener cuidado para que mi esposa no sospechara que me había acostado con su amiga, no toqué el tema de buscarle un novio a nuestra vecina. Cualquier interés por mi parte ya fuera a favor o en contra de hacer de celestino, haría despertar sus alertas y me sería más difícil, repetir la experiencia, pero sabiendo que debía avisar a Paloma que María me había pedido ayuda para conseguirle pareja, esperé a que volviera y aprovechando que mi mujer se estaba duchando para contárselo.

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Perder la cabeza por Carol 7

Había llegado por fin la boda, allí me lo jugaba todo y el encuentro con otra persona me hizo ver aún más que amaba a Carol.

El fin de semana de la boda por fin había llegado. Eran las seis de la mañana y ya estaba preparado para que me recogiera Carol, mientras la esperaba Tomás y Paula vinieron a despedirse.

P- Pásatelo bien y recuerda lo que te dije.

F- Lo tendré en cuenta.

T- Al final has logrado ir a la boda, así me gusta que no hayas perdido la esperanza.

Al cabo de un par de minutos salí a la calle y apareció ella. Entre en el coche y me dio un beso en los labios, fue algo que me sorprendió ya que n...

Mi madre y julio. parte 1

Carlos sigue recordando parte de su adolescencia en donde descubrió lo hermosamente ardiente que era su madre y de todo lo que ella era capaz con tal de llevarse a uno de sus amigos a la cama.

Como era su costumbre, tocó tres veces y sin esperar a que yo respondiera, giró la perilla de la puerta y entró a mi habitación.

-          Perdón, me dijo, pensé que estabas solo.

-          No, má, respondí, estoy con Julio.

Julio era solo unos meses mayor que yo, íbamos en el mismo grupo de la secundaria, yo cumpliría mis 19 años hasta diciembre en tanto que él estaba a unos cuantos días de cumplirlos.

Era el último domingo de un mes de mayo, lo recuerdo perfectamente, habíamos te...

La mujer de mi vecino

Después de muchos años pensando en ella, pude cumplir mi sueño de gozar de la mujer de mi vecino.

Aquella noche todo estaba organizado para que yo viera el partidazo de futbol en la casa de mi vecino.  Luis se dedica al mantenimiento de las líneas eléctricas de alta tensión, y tiene una enorme televisión y es además  de mi equipo. Él y su mujer Laura viven en el portal de enfrente, y nos conocemos desde hace muchos años, de coincidir en el barrio, y últimamente con Luis en el monte donde hacemos senderismo.

A Laura le eché el ojo hace muchos años, pero enseguida me dejó claro que estaba casada, so...

Jugando con fuego (Libro 2, Capítulos 36, 37 y 38)

Continúa la historia.

CAPÍTULO 36

No me dio demasiado tiempo a pensar si pudiera ser su sentimiento de culpa quién mandaba en aquel salón, y es que María me bajó los pantalones y los calzoncillos en dos tirones, forzándome a levantar un poco mi cuerpo para que pudiera hacerlo. Mi polla salió a la luz, como siempre, ajena a mis paranoias y elucubraciones. Mi novia, permanentemente cuidadosa, decidió quitarme todas las prendas y del todo, antes de empezar a maniobrar.

Mientras mi miembro creciente lagrimeaba sobre mi v...

Me falló el radar

Creo que desde ese primer momento se me dibujó una sonrisa en la cara que todavía tengo mientras escribo esto. Cuando vino la bebida, me la sirvió en mi vaso. Somos unos provocadores los dos y eso se palpó desde el primer momento.

Me falló el radar…. con Arturo me falló el radar. La fotografía que tenía en la aplicación de contactos no le hace justicia y me hice una imagen que no tiene nada que ver con la que me encontré. Hace bastante tiempo que me trabajo lo de no prejuzgar y creía que lo llevaba bien jejeje pero ya veo que no. Tengo que seguir perfeccionando la técnica. ¿Por qué digo esto? Por que hoy, tras mi encuentro con Arturo y tras releer las conversaciones que había tenido con él, creo que me mostré en algunos momentos dema...

Paola, Infiel por Venganza Cap I

Una hermosa mujer descubre la infidelidad de su marido y decide vengarse de la manera más cruel, con hombres que su marido detesta o a humillado en el pasado.

PAOLA

CAPÍTULO 1

Paola estaba casi lista; su vestido nuevo realzaba su figura como si fuera una segunda piel. Lo único que la demoraba era que no terminaba de admirarse frente al espejo de su dormitorio. Y no era para menos, pues esa noche debía ser la mujer más bella de la fiesta. Se celebraría el aniversario del bufete de abogados en el que trabajaba Juan Carlos, su marido, y él le había insistido en que ese evento sería muy importante para su carrera,  porque influiría decisivamente en la p...

Jugando con fuego (Libro 2, Capítulos 33, 34 y 35)

Continúa la historia.

CAPÍTULO 33

Nos esperaban tropecientas horas de vuelos y de enlaces, horas que, ingenuos de nosotros, habíamos presupuesto iban a ser utilizadas para dormir y para hablar de la boda; de repente, se convertirían en horas para reflexionar, discutir e incidir en la gravedad de aquel texto.

Lo primero que hubo fueron silencios. Después discusiones, disentimiento. Pero no hubo reproches. Era imposible adivinar o recordar quién, de entre ella y yo, había hecho más porque aquella situación se nos fuera...

Las profesoras no somos santas

Con pocos años me encuentro casada, con la supuesta rectitud que me exige mi trabajo como profesora y con un deseo sexual del que a veces me pregunto si es normal.

Dejad que me presente, mi nombre es Natalia y soy de Málaga. Tengo 26 años, pelo castaño y ojos verdes. Soy más bien delgada y mido 1,74. Para que os hagáis una idea, gasto una talla S-M y una 95 de pecho. Tengo la espalda relativamente ancha, por mi pasado como nadadora y me machaco bien el vientre y las piernas en el gimnasio. Me gusta mantenerme en forma.

Dicho esto, os contaré la historia de cómo mi trabajo cambió por completo mi vida y la percepción que tenía de mi misma.

De siempre he sido...